Los eosinófilos son granulocitos (glóbulos blancos que contienen gránulos en su citoplasma) derivados de las mismas células progenitoras que los monocitos-macrófagos, los neutrófilos y los basófilos. Son un componente del sistema inmunitario innato. Los eosinófilos tienen una variedad de funciones, incluyendo
Defensa contra infecciones parasitarias
Defensa contra bacterias intracelulares
Modulación de las reacciones de hipersensibilidad inmediata
Los eosinófilos son especialmente importantes en la defensa contra infecciones parasitarias. Sin embargo, si bien las infecciones helmínticas suelen acompañarse de eosinofilia y los eosinófilos son tóxicos para los helmintos in vitro, no hay ninguna evidencia directa de que destruyan parásitos in vivo.
Aunque son fagocíticos, los eosinófilos son menos eficientes que los neutrófilos para destruir bacterias intracelulares.
Los eosinófilos pueden modular las reacciones de hipersensibilidad inmediata al degradar o inactivar mediadores liberados por los mastocitos, como la histamina, los leucotrienos (que pueden provocar vasoconstricción y broncoconstricción), los lisofosfolípidos y la heparina.
La eosinofilia prolongada puede causar daño tisular por mecanismos que no son totalmente conocidos.
Producción y función de los eosinófilos
La producción de eosinófilos parece ser regulada por los linfocitos T a través de la secreción de factores de crecimiento hematopoyéticos: factor estimulante de la colonia de granulocitos-macrófagos (GM-CSF), interleucina-3 (IL-3) e interleucina-5 (IL-5). El GM-CSF y la IL-3 también aumentan la producción de otras células mieloides, pero la IL-5 incrementa exclusivamente la producción de eosinófilos.
Los gránulos eosinófilos contienen proteína básica principal y proteína catiónica de eosinófilos; estas proteínas son tóxicas para varios parásitos y para las células de mamíferos. Estas proteínas se unen a la heparina y neutralizar su actividad anticoagulante. La neurotoxina derivada de eosinófilos puede lesionar gravemente las neuronas mielínicas. La peroxidasa eosinófila, que difiere significativamente de la peroxidasa de otros granulocitos, genera radicales oxidantes en presencia de peróxido de hidrógeno y un haluro. Los cristales de Charcot-Leyden están compuestos, fundamentalmente, por fosfolipasa B, y se los halla en esputo, tejidos y materia fecal en trastornos que cursan con eosinofilia (p. ej., asma, neumonía eosinófila).
Recuento de eosinófilos
El recuento de eosinófilos en sangre periférica normal varía, pero en general se acepta que un recuento > 500/mcL (> 0,5 × 109/L) es elevado. La eosinofilia periférica se caracteriza como
Leve: 500 a 1500/mcL (0,5 a 1,5 × 109/L)
Moderado: 1500 a 5000/mcL (1,5 a 5 × 109/L)
Grave: > 5000/mcL (> 5 × 109/L)
Las concentraciones diurnas varían inversamente con las concentraciones plasmáticas de cortisol; el valor pico se alcanza por la noche, y el valle por la mañana.
El recuento de eosinófilos puede disminuir por estrés, con la administración de beta-bloqueantes o corticosteroides, y a veces durante infecciones bacterianas o virales.
El recuento puede aumentar (eosinofilia) en algunos trastornos alérgicos, durante ciertas infecciones (por lo general, parasitarias) y como resultado de muchas otras causas.
La semivida de los eosinófilos circulantes es de 6 a 12 h, y la mayoría se localiza en tejidos (p. ej., vías aéreas superiores, tubo digestivo, piel, útero).
El trastorno más comúnmente asociado con un recuento bajo de eosinófilos es el hipercortisolismo. Los datos son limitados, pero sugieren una asociación entre la eosinopenia y los cambios respiratorios durante la infección por COVID-19; sin embargo, la eosinofilia pulmonar no forma parte de la patología pulmonar por SARS-CoV-2 (1).
Referencia general
1. Lindsley AW, Schwartz JT, Rothenberg ME: Eosinophil responses during COVID-19 infections and coronavirus vaccination. J Allergy Clin Immunol 146(1):1–7, 2020. doi: 10.1016/j.jaci.2020.04.021