Después de una reparación de fractura de cadera o cirugía de reemplazo se inicia la rehabilitación tan pronto como sea posible. Los primeros objetivos pueden ser aumentar la fuerza y evitar la atrofia del lado afectado. En un comienzo, se permite sólo el ejercicio isométrico del miembro afectado mientras esté completamente extendido. La colocación de una almohada debajo de la rodilla está contraindicada, porque puede conducir a la contractura en flexión de la cadera y la rodilla.
La movilización gradual del miembro afectado suele dar por resultado la deambulación total. La velocidad de la rehabilitación depende en parte del tipo de cirugía. Por ejemplo, después de la artroplastia de cadera, la rehabilitación suele progresar con mayor rapidez, se necesita menos rehabilitación y el resultado funcional es mejor que aquel después de la fijación con tornillo y placa o clavo y placa. La capacidad de soporte de peso después del procedimiento depende del cirujano, el tipo de procedimiento quirúrgico, el dolor, la edad y el estado de salud. Muchos pacientes requieren rehabilitación hospitalaria. Las precauciones, la tasa de recuperación y las complicaciones pueden variar dependiendo de si el reemplazo se realiza a través del abordaje posterior más tradicional o del abordaje directo de reemplazo de cadera anterior desarrollado en etapa más reciente. Después de la cirugía de reemplazo de cadera, la rehabilitación típica se desarrolla de la siguiente manera:
Días 1 a 2: reposo en cama o movilidad con soporte de peso parcial según tolerancia
Días 3 a 5: soporte de peso parcial
Días 6 a 8: progresión hasta la carga completa con dispositivos de asistencia
Después de 4 a 8 días: ejercicios de deambulación (asumiendo que los pacientes pueden soportar todo su peso y pueden mantener el equilibrio)
Después del día 11: ejercicios con subida de escaleras
Se les enseña a los pacientes a realizar ejercicios diarios para fortalecer los músculos del tronco y del cuádriceps de la pierna afectada. Puede ser perjudicial la elevación prolongada de objetos pesados o empujarlos, agacharse, tratar de alcanzar objetos en lo alto o saltar. Durante la deambulación, la cantidad de tensión mecánica es la misma si los pacientes usan 1 o 2 bastones, pero al usar 2 puede interferirse con ciertas actividades de la vida cotidiana. Los pacientes no deben sentarse en una silla, sobre todo si es baja, durante un período prolongado y deben utilizar el brazo de la silla para apoyarse cuando están de pie. Cuando se sientan, deben mantener las piernas sin cruzar.
Los terapeutas ocupacionales enseñan a los pacientes cómo modificar las formas de hacer las actividades básicas e instrumentales de la vida cotidiana con seguridad después de la artroplastia de cadera, lo que favorece la curación y mejora la movilidad. Por ejemplo, los pacientes pueden aprender lo siguiente:
Mantener su cadera correctamente alineada
Lavar los platos y planchar sentados en un taburete alto
Utilizar una almohada para elevar el asiento del automóvil cuando se ingresa o se sale de éste
Utilizar dispositivos de mango largo (p. ej., alcanzadores, calzadores) para disminuir la necesidad de agacharse
Estas instrucciones pueden darse en el hospital, en los centros de rehabilitación a largo plazo, en el domicilio del paciente inmediatamente después del alta o en el ámbito ambulatorio.
(Véase también Generalidades sobre la rehabilitación).