Generalidades sobre la sexualidad

PorGeorge R. Brown, MD, East Tennessee State University
Revisado/Modificado jul 2023
Vista para pacientes

    Pocos elementos de la experiencia humana combinan aspectos físicos, intelectuales y emocionales de las interacciones humanas tan a fondo como la sexualidad y todos los sentimientos que la acompañan (1). Las normas aceptadas de comportamiento y actitud sexual varían mucho en las distintas culturas. Los profesionales de la salud nunca deben juzgar las conductas sexuales que no son perjudiciales y ocurren entre adultos que consienten, incluso bajo la presión social que tiende a ver aspectos de las conductas sexuales humanas como desviadas. En general, un profesional sanitario no puede definir lo que es "normal" y "anormal". Sin embargo, cuando la conducta sexual o las dificultades sexuales causan un malestar significativo en un paciente o su pareja o provocan daño, está justificado el tratamiento.

    (Véase también Generalidades sobre la función y la disfunción sexual masculina y Generalidades sobre la función y disfunción sexual femenina).

    Sexo e identidad sexual

    Sexo e identidad sexual no son lo mismo.

    • El sexo se define por los rasgos que suelen utilizarse para distinguir entre varones y mujeres. El sexo se refiere especialmente a los rasgos estructurales y biológicos que son físicamente evidentes al nacer y a menudo se capta en las frases "varón o masculino asignado al nacer" y "mujer o femenino asignada al nacer". Entre el 0,02 y el 0,05% de los recién nacidos tienen genitales ambiguos; en algunos de estos recién nacidos, los genitales ambiguos hacen problemática la asignación inicial de sexo (2). El sexo es un concepto complejo; para una revisión detallada véase Sara S. Richardson, Sex Itself: The Search for Male and Female in the Human Genome, Chicago and London: University of Chicago Press, 2013.

    • La identidad sexual/orientación sexual es el patrón de atracción emocional, romántica y/o sexual que las personas tienen hacia los demás. También se refiere al sentido de identidad personal y social de una persona basado en esas atracciones, comportamientos relacionados y pertenencia a una comunidad con participantes que tienen atracciones y comportamientos similares. Hay muchas identidades sexuales diferentes, como heterosexual (atracción por el sexo opuesto), homosexual (atracción por el mismo sexo), bisexual (atracción por ambos sexos) y asexual (sin atracción por algún sexo).

    La identidad de género es una sensación interna de ser hombre, mujer u otra cosa, que puede concidir o no con el sexo de un individuo asignado al nacer o con sus características sexuales. La identidad de género se diferencia en gran medida de la sexualidad en un sentido clínico (véase Incongruencia y disforia de género).

    Actitudes sociales sobre el sexo y la sexualidad

    Las actitudes sociales sobre el sexo y la sexualidad, incluyendo la masturbación, la homosexualidad y el sexo extramarital, cambian con el tiempo.

    Masturbación

    Los médicos la reconocen desde hace tiempo como una actividad sexual normal a lo largo de la vida (36).

    La masturbación es el comportamiento sexual más común de las conductas sexuales humanas (7). También es un comportamiento observado en muchas otras especies, incluidos otros primates, ardillas de tierra y otros roedores (7). Alrededor del 97% de los hombres y el 80% de las mujeres se han masturbado, y el 33% de las mujeres y el 66% de los hombres informaron haberse masturbado al menos una vez en las 4 semanas previas (8).

    Aunque la masturbación no provoca daños, genera sentimientos de culpa por las actitudes de desaprobación y castigo aún sostenidas por algunas personas, que pueden causar una angustia considerable y un deterioro del rendimiento sexual. La masturbación se considera anormal solo cuando inhibe el comportamiento orientado a la pareja, se realiza en público o es lo suficientemente compulsiva como para causar angustia o disfunción en el trabajo, la sociedad u otros ámbitos. No se conocen resultados fisiológicos negativos de la masturbación (3), pero se ha observado que la masturbación excesiva conduce a problemas de relación, en particular en varones con uso muy frecuente de la pornografía como estímulo visual (4).

    La masturbación es normal durante toda la vida, incluso en una relación sexualmente saludable. Las personas que se masturban pueden tener una mayor sensación de bienestar, mayor fertilidad y alcanzar la satisfacción sexual sin riesgo de enfermedad (5, 6).

    Homosexualidad

    La homosexualidad no ha sido considerada un trastorno por la American Psychiatric Association durante 5 décadas. Al igual que la heterosexualidad, la homosexualidad es consecuencia de factores biológicos y ambientales complejos que provocan una capacidad de sentirse sexualmente excitado por personas del mismo sexo. Y al igual que la heterosexualidad, la homosexualidad no es una cuestión de elección.

    Una encuesta de Gallup poll of Americans 2022 encontró que la proporción de adultos estadounidenses que se identifican como gays, lesbianas, bisexuales o transgénero se ha duplicado desde 2012 a un total de 7,1%. Las proporciones de los que se identifican de este modo varían sustancialmente según la cohorte de edad: el 91% de los nacidos entre 1946 y 1964 ("Baby Boomers") se autoidentifican como "heterosexuales" frente al 76% de los nacidos entre 1997 y 2003 ("Generación Z"). Véase Gallup: LGBT Identification in U.S. Ticks Up to 7.1%.

    Sexo extramarital

    La mayoría de las culturas desalientan las relaciones extramaritales, pero se acepta la actividad sexual preconyugal o no conyugal como normal. En los Estados Unidos, la mayoría de las personas tienen relaciones sexual antes del matrimonio o sin matrimonio, como parte de la tendencia hacia una mayor libertad sexual existente en los países industrializados. El sexo extramarital se practica con frecuencia entre las personas casadas a pesar de los tabúes sociales y el riesgo de contraer y transmitir infecciones de transmisión sexual a los cónyuges o las parejas sexuales desprevenidos.

    En los Estados Unidos, la proporción de adultos en relaciones matrimoniales ha disminuido drásticamente en las últimas 2 décadas, con 67% de los adultos que informaron estar casados en 1990 en comparación con 53% en 2019. Estos cambios fueron acompañados por un aumento de más del doble en los que convivían con una pareja romántica (4 a 9%) y un aumento significativo de individuos que informaron no estar en pareja con alguien (29 a 38%). Véase Pew Research Center, October 2021, “Rising Share of U.S. Adults Are Living Without a Spouse or Partner.”

    Aspectos del desarrollo de la sexualidad

    Véase también Sexualidad y género en los adolescentes.

    Ayudar a los adolescentes a poner la sexualidad y la identidad sexual en un contexto saludable es muy importante. Algunos adolescentes luchan con el problema de la identidad sexual y pueden sentir temor de revelar su identidad sexual a amigos o familiares, sobre todo si tienen una identidad no heterosexual. Los adolescentes con una identidad no heterosexual tienen 2 a 3 veces más probabilidades de practicar comportamientos suicidas y autolesivosvno suicidas que sus compañeros heterosexuales (9, 10). Se debe alentar a los adolescentes y sus padres a hablar abiertamente sobre sus actitudes hacia el sexo y la sexualidad; las opiniones de los padres siguen siendo un determinante importante de la conducta del adolescente a pesar de las influencias ubicuas de las redes sociales y las fuentes de información sobre sexualidad en Internet. Las redes sociales pueden ser el origen de la mayor parte de la información y la desinformación sobre la sexualidad a la que acceden los adolescentes (11).

    Los niños expuestos a hostilidad verbal y física, rechazo y crueldad pueden desarrollar problemas con su intimidad sexual y emocional. Por ejemplo, el amor y la excitación sexual pueden disociarse, aunque se formen lazos emocionales con personas que proceden del mismo grupo de pares, solo pueden mantenerse relaciones sexuales con aquellos con los cuales no existe intimidad emocional, típicamente con otros que de alguna forma son despreciados (p. ej., trabjadores sexuales, compañeros anónimos, personas percibidas como de una clase socioeconómica inferior).

    Papel del profesional de la salud

    Los profesionales de la salud con formación adecuada pueden ofrecer asesoramiento sensible y disciplinado sobre la sexualidad y no deben dejar pasar las oportunidades para intervenir. Deben abordarse las conductas que ponen a los pacientes en riesgo de enfermedades de transmisión sexual o violencia sexual. Los médicos deben analizar la sexualidad con sus pacientes de modo que puedan identificar y abordar los aspectos psicosexuales, incluida la disfunción sexual (véase Función y disfunción sexual masculina y Función y disfunción sexual femenina), la disforia de género y las parafilias.

    La sexualidad y la expresión sexual a menudo se ignoran en los adultos mayores (véase Intimidad y adultos mayores), incluidos los que están institucionalizados, a pesar de que las preocupaciones sexuales a menudo son importantes en esta fase de la vida (12). Los médicos deben ser conscientes de las diferencias entre las conductas sexuales basadas en la identidad y las basadas en el comportamiento; no se pueden hacer suposiciones fiables entre la identidad sexual expresada por algunas personas y la de las personas con las que eligen tener interacciones sexuales (13). Por ejemplo, los hombres que se identifican como heterosexuales también pueden tener encuentros sexuales con otros hombres, sin considerar sus comportamientos homosexuales (14). Esto puede tener una importancia crítica, porque los comportamientos considerados de alto riesgo para el HIV y otras infecciones de transmisión sexual no se basan necesariamente en la identidad o la orientación sexual.

    Se debe alentar a los profesionales de la salud a participar en seminarios/seminarios web para estar al día sobre la sexualidad y la disfunción sexual. Si un profesional de la salud no tiene las habilidades para manejar a ciertos pacientes, en lugar de proporcionar un tratamiento incorrecto, debe proporcionar una derivación apropiada.

    Referencias

    1. 1. Dewitte M: On the interpersonal dynamics of sexuality. J Sex Marital Ther 40(3):209-232, 2014. doi:10.1080/0092623X.2012.710181

    2. 2. Witchel SF: Disorders of sex development. Best Pract Res Clin Obstet Gynaecol 48:90-1022018. doi:10.1016/j.bpobgyn.2017.11.005

    3. 3. Zimmer F, Imhoff R: Abstinence from Masturbation and Hypersexuality. Arch Sex Behav 49(4):1333-1343, 2020. doi:10.1007/s10508-019-01623-8

    4. 4. Grubbs JB, Perry SL, Wilt JA, Reid RC: Pornography Problems Due to Moral Incongruence: An Integrative Model with a Systematic Review and Meta-Analysis. Arch Sex Behav 48(2):397-415, 2019. doi:10.1007/s10508-018-1248-x

    5. 5. Coleman E: Masturbation as a Means of Achieving Sexual Health, J of Psychol & Hum Sex, 14:2-3, 5-16, 2003. doi: 10.1300/J056v14n02_02

    6. 6. Ayad BM, Horst GV, Plessis SSD: Revisiting The Relationship between The Ejaculatory Abstinence Period and Semen Characteristics. Int J Fertil Steril 11(4):238-246, 2018. doi:10.22074/ijfs.2018.5192

    7. 7. Roth L, Briken P, Fuss J: Masturbation in the Animal Kingdom [published online ahead of print, 2022 Mar 22]. J Sex Res 1-13, 2022. doi:10.1080/00224499.2022.2044446

    8. 8. Mercer CH, Tanton C, Prah P, et al: Changes in sexual attitudes and lifestyles in Britain through the life course and over time: findings from the National Surveys of Sexual Attitudes and Lifestyles (Natsal). Lancet 382(9907):1781-1794, 2013. doi:10.1016/S0140-6736(13)62035-8

    9. 9. Poštuvan V, Podlogar T, Zadravec Šedivy N, et al: Suicidal behaviour among sexual-minority youth: a review of the role of acceptance and support. Lancet Child Adolesc Health 3(3):190-198 2019. doi:10.1016/S2352-4642(18)30400-0

    10. 10. Taliaferro LA, Muehlenkamp JJ: Nonsuicidal Self-Injury and Suicidality Among Sexual Minority Youth: Risk Factors and Protective Connectedness Factors [published correction appears in Acad Pediatr 17(8):917, 2017]. Acad Pediatr. 17(7):715-722, 2017. doi:10.1016/j.acap.2016.11.002

    11. 11. Eleuteri S, Saladino V, Verrastro V: Identity, relationships, sexuality, and risky behaviors of adolescents in the context of social media, Sexual and Relationship Therapy, 32:3-4, 354-365, 2017. doi: 10.1080/14681994.2017.1397953

    12. 12. Srinivasan S, Glover J, Tampi RR, et al: Sexuality and the Older Adult. Curr Psychiatry Rep 21(10):97, 2019. Publicado el 14 de septiembre de 2019. doi:10.1007/s11920-019-1090-4

    13. 13. Poteat VP, Russell ST, Dewaele A: Sexual Health Risk Behavior Disparities Among Male and Female Adolescents Using Identity and Behavior Indicators of Sexual Orientation. Arch Sex Behav 48(4):1087-1097, 2019. doi:10.1007/s10508-017-1082-6

    14. 14. Silva, T: Bud-Sex: Constructing Normative Masculinity among Rural Straight Men That Have Sex With Men. Gender & Society, 31(1), 51–73, 2017. doi: 10.1177/0891243216679934

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