Síndrome de fatiga crónica

(Enfermedad de intolerancia sistémica al esfuerzo; EISE; encefalomielitis miálgica, EM/SFC)

PorStephen Gluckman, MD, Perelman School of Medicine at The University of Pennsylvania
Revisado/Modificado jul 2023
Vista para pacientes

El síndrome de fatiga crónica (SFC, también conocido como encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica [EM/SFC) es un síndrome de cansancio que altera la vida, dura > 6 meses, es inexplicable y está acompañado de una serie de síntomas asociados. El tratamiento incluye la validación de la discapacidad del paciente, el tratamiento de síntomas específicos, y en algunos pacientes terapia cognitivo-conductual y un programa de ejercicio graduado.

Aunque hasta el 25% de las personas en los Estados Unidos informan sentirse crónicamente cansadas (1), solo el 0,5% de ellas cumplen con los criterios para tener síndrome de fatiga crónica (2). Aunque el término síndrome de fatiga crónica se utilizó por primera vez en 1988, la enfermedad ha sido bien descrita por lo menos desde mediados del siglo XVIII, pero ha tenido diferentes denominaciones (p. ej., febrícula, neurastenia, brucelosis crónica, síndrome de esfuerzo). El síndrome de fatiga crónica se describe con mayor frecuencia entre las mujeres jóvenes y de mediana edad, pero se ha observado en todas las edades, incluso en niños, y en ambos sexos.

El síndrome de fatiga crónica no es simulación (fingir síntomas intencionalmente). El síndrome de fatiga crónica comparte muchas características con la fibromialgia, tales como trastornos del sueño, confusión mental, fatiga, dolor y la exacerbación de los síntomas con la actividad.

Referencias

  1. 1. Galland-Decker C, Marques-Vidal P, Vollenweider P: Prevalence and factors associated with fatigue in the Lausanne middle-aged population: a population-based, cross-sectional survey. BMJ Open 9(8):e027070, 2019. Publicado el 24 de agosto de 2019 doi:10.1136/bmjopen-2018-027070

  2. 2. Valdez AR, Hancock EE, Adebayo S, et al: Estimating prevalence, demographics, and costs of ME/CFS using large scale medical claims data and machine learning. Front Pediatr 6:412, 2019. doi:10.3389/fped.2018.00412

Etiología del síndrome de fatiga crónica

La etiología del síndrome de fatiga crónica es desconocida. No se ha establecido una causa infecciosa, hormonal, inmunológica o psicológica. Entre las muchas causas infecciosas propuestas, el virus de Epstein-Barr, la enfermedad de Lyme, la candidiasis y el citomegalovirus, se ha demostrado que no causan el síndrome de fatiga crónica. Tampoco hay marcadores alérgicos ni inmunosupresión. Las personas con SFC no tienen mayor riesgo de infecciones oportunistas.

Algunas personas que se han recuperado de la infección por COVID-19 se han convertido en "portadores prolongados" con síntomas persistentes. Algunos de estos síntomas son el resultado del daño de los órganos por la infección y/o el tratamiento, y otros pueden deberse al trastorno de estrés postraumático (TEPT). Además, en algunos pacientes, COVID-19 parece desencadenar un síndrome de fatiga crónico típico. Esta asociación está siendo estudiada activamente.

Se han informado varias anormalidades inmunológicas menores. Estas anormalidades incluyen bajos niveles de IgG, IgG anormal, disminución de la proliferación linfocítica, bajos niveles de interferón gamma en respuesta a mitógenos, escasa citotoxicidad de las células natural killer, autoanticuerpos y complejos inmunes circulantes, y muchos otros hallazgos inmunológicos. Sin embargo, ninguno proporciona sensibilidad y especificidad adecuadas para definir el síndrome de fatiga crónica. Sin embargo, subrayan la legitimidad fisiológica del líquido cefalorraquídeo.

Los familiares de los pacientes con síndrome de fatiga crónica tienen un riesgo mayor de desarrollar el síndrome, lo que sugiere un componente genético o una exposición ambiental en común. Estudios recientes han identificado algunos marcadores genéticos que pueden predisponer al síndrome de fatiga crónica. Algunos investigadores consideran que finalmente se mostrará que la etiología es multifactorial, que incluyen una predisposición genética, exposición a microbios, toxinas y otros traumatismos físicos y/o traumas emocionales.

Síntomas y signos del síndrome de fatiga crónica

Antes de la aparición del síndrome de fatiga crónica, la mayoría de los pacientes tienen un alto funcionamiento y rendimiento.

El inicio suele ser abrupto, a menudo después de un evento estresante en términos psicológicos o médicos. Muchos pacientes refieren una enfermedad similar a las virales con adenopatía, fatiga extrema, fiebre y síntomas respiratorios superiores. El síndrome inicial se resuelve, pero parece desencadenar una fatiga grave prolongada, que afecta las actividades diarias y que habitualmente empeora con el ejercicio pero se alivia algo o nada en absoluto con el reposo. Los pacientes a menudo también tienen trastornos del sueño y cognitivos, como problemas de memoria, "pensamiento confuso", hipersomnolencia y una sensación de no haber tenido un sueño reparador. El dolor generalizado también es una molestia común.

El examen físico es normal, sin signos objetivos de debilidad muscular, artritis, neuropatía ni organomegalia. Sin embargo, algunos pacientes tienen fiebre de baja intensidad, faringitis no exudativa y/o ganglios linfáticos palpables o dolorosos a la palpación (pero no inflamados).

Debido a que los pacientes suelen parecer sanos, los amigos, la familia e incluso los profesionales de la salud a veces expresan escepticismo sobre su condición, lo que puede empeorar la frustración y/o la depresión que los pacientes a menudo sienten acerca de su trastorno poco comprendido.

Diagnóstico del síndrome de fatiga crónica

  • Criterios clínicos

  • Estudios de laboratorio para excluir trastornos diferentes del síndrome de fatiga crónica

El diagnóstico de síndrome de fatiga crónica se basa en la anamnesis característica combinada con un examen físico normal y resultados de pruebas de laboratorio normales. Antes de establecer el diagnóstico de síndrome de fatiga crónica se debe evaluar cualquier hallazgo físico o prueba de laboratorio anormal y se deben descartar diagnósticos alternativos que causen dichos hallazgos y/o los síntomas del paciente. La definición de caso suele ser útil, pero debe considerarse una herramienta epidemiológica y de investigación y, en algunas circunstancias, no debe aplicarse estrictamente a los pacientes individuales.

Las pruebas se dirigen a la sospecha de causas no relacionadas con el síndrome de fatiga crónica sobre la base de los hallazgos clínicos. Si no hay una causa evidente o sospechada, un análisis de laboratorio razonable incluye hemograma completo y medición de electrolitos, urea, creatinina, eritrosedimentación y TSH (thyroid-stimulating hormone). Si está indicado por los hallazgos clínicos, las pruebas adicionales en pacientes seleccionados pueden incluir radiografía de tórax, estudios del sueño y pruebas de insuficiencia suprarrenal. Pruebas serológicas para infecciones, anticuerpos antinucleares y neuroimágenes no están indicadas sin evidencia objetiva de enfermedad en el examen (es decir, no sólo las quejas subjetivas) o en las pruebas básicas; en tales casos, la probabilidad previa a la prueba es baja y por tanto el riesgo de resultados falsos positivos es alto. Esto puede dar lugar a diagnósticos incorrectos, pruebas adicionales innecesarias y tratamientos inapropiados.

En febrero de 2015, el Institute of Medicine (ahora la División de Salud y Medicina de la National Academies of Science, Engineering, and Medicine ["the National Academies"]) publicó una revisión extensa de esta enfermedad llamada Beyond Myalgic Encephalomyelitis/Chronic Fatigue Syndrome: Redefining an Illness. En esta revisión se propuso un nuevo nombre, enfermedad sistémica por intolerancia al esfuerzo (ESIE) y los nuevos criterios de diagnóstico que simplifican la detección y enfatizan las características más constantes (véase tabla Criterios diagnósticos para el síndrome de fatiga crónica). Además, la revisión destacó claramente la relevancia de esta enfermedad debilitante. La derivación del paciente y los miembros de la familia para que consulten este documento puede ayudar a mejorar su comprensión y enfatizar la validez de su enfermedad a menudo incapacitante.

Tabla

Tratamiento del síndrome de fatiga crónica

  • Reconocimiento de los síntomas del paciente

  • A veces terapia cognitivo-conductual

  • Ejercicio a veces graduado, limitado para evitar un retroceso

  • Medicamentos para la depresión, el sueño o dolor si está indicado

Para proporcionar una atención eficaz a los pacientes con SFC, los médicos deben reconocer y aceptar la validez de sus síntomas. Cualquiera que sea la causa subyacente, estos pacientes no tienen una enfermedad real pero sufren y desean fervientemente el retorno a su estado de salud previo. Para conseguir un tratamiento exitoso, tienen que aceptar su discapacidad y adaptarse a la misma, centrándose en lo que todavía pueden hacer en lugar de lamentar lo que no pueden hacer.

La terapia cognitivo-conductual y programas de ejercicios graduados han sido útiles en algunos estudios pero no en otros (1, 2). Deben ser considerados para los pacientes que están dispuestos a probarlos y tienen acceso a los servicios apropiados. La depresión es común y esperada en cualquier paciente con una discapacidad. Esto debe ser tratado con antidepresivos y/o derivación psiquiátrica. Los trastornos del sueño se deben tratar de manera agresiva con técnicas de relajación y mejores hábitos del sueño (véase tabla Acercamiento al paciente, higiene del sueño).

Si estas medidas no son eficaces, drogas hipnóticas y/o la derivación a un especialista del sueño puede ser necesario. Los pacientes con dolor (por lo general debido a un componente de fibromialgia) pueden ser tratados con ciertos fármacos tales como pregabalina, duloxetina, amitriptilina o gabapentina. La fisioterapia también suele ser útil. El tratamiento de la hipotensión ortostática también puede ser útil.

Los tratamientos no probados o refutados, como antivirales, inmunosupresores, dietas de eliminación y extracciones de amalgama, deben evitarse.

Referencias del tratamiento

  1. 1. Vink M, Vink-Niese A: Graded exercise therapy for myalgic encephalomyelitis/chronic fatigue syndrome is not effective and unsafe. Re-analysis of a Cochrane review. Health Psychol Open 5(2):2055102918805187, 2018. doi:10.1177/2055102918805187

  2. 2. Larun  L, Brurberg  KG, et al: Exercise therapy for chronic fatigue syndrome. Cochrane Database of Systematic Reviews Issue 10. Art. No.: CD003200, 2019. doi: 10.1002/14651858.CD003200.pub8

Pronóstico del síndrome de fatiga crónica

La mayoría de los pacientes con síndrome de fatiga crónica mejoran con el tiempo, aunque a menudo no recuperan su estado previo a la enfermedad. Ese tiempo abarca típicamente años y la mejora suele ser solo parcial. Cierta evidencia indica que el diagnóstico y la intervención temprana mejora el pronóstico.

Conceptos clave

  • El síndrome de fatiga crónica es la fatiga que altera la vida, dura > 6 meses y normalmente afecta a personas previamente sanas y activas; no es simulación.

  • La etiología es incierta pero probablemente implica múltiples factores, que incluyen la susceptibilidad genética, la exposición microbiana y factores ambientales y psicológicos.

  • Diagnosticar síndrome de fatiga crónica sobre la base de los síntomas característicos en pacientes con un examen normal y resultados normales de las pruebas de laboratorio básicas; los criterios del Institute of Medicine (en la actualidad de la Health and Medicine Division de las National Academies of Science, Engineering, and Medicine) pueden ser útiles, pero no se aplican estrictamente a los pacientes individuales.

  • Validar los síntomas de los pacientes, alentarlos a aceptar y acomodarse a sus discapacidades, y tal vez probar con terapia cognitivo-conductual y/o programa de ejercicios gradual.

  • Utilizar medicamentos según sea necesario para tratar los síntomas específicos (p. ej., dolor, depresión, insomnio).

Más información

Los siguientes recursos en inglés pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable por el contenido de estos recursos.

  1. Centers for Disease Control and Prevention: Myalgic Encephalomyelitis/Chronic Fatigue Syndrome: General information about CFS symptoms and treatment and ongoing CFS research

  2. Committee on the Diagnostic Criteria for Myalgic Encephalomyelitis/Chronic Fatigue Syndrome; Board on the Health of Select Populations; Institute of Medicine. Beyond Myalgic Encephalomyelitis/Chronic Fatigue Syndrome: Redefining an Illness. Washington (DC): National Academies Press (US); 2015 Feb 10.

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