El molusco contagioso se caracteriza por un grupo de pápulas de color rosado, en forma de cúpula, de 2 a 5 mm de diámetro, lisas, de aspecto cerúleo o nacarado, umbilicadas, causadas por el virus del molusco contagioso, un poxvirus. El diagnóstico se basa en la apariencia clínica. El tratamiento tiene como objetivo prevenir la propagación o eliminar lesiones cosméticamente inaceptables. Incluye métodos mecánicos (p. ej., curetaje, criocirugía) e irritantes tópicos (p. ej., cantaridina, tretinoína).
El virus del molusco contagioso suele causar una infección crónica localizada. La transmisión es por contacto directo; la diseminación ocurre por autoinoculación y por fomites (p. ej., toallas y esponjas de baño) y el agua de baño. Los adultos adquieren la infección a través de un estrecho contacto de piel a piel con una persona infectada (p. ej., el contacto sexual, lucha libre).
Los pacientes con compromiso inmunológico (p. ej., debido al HIV/sida, el uso de corticosteroides o quimioterapia) pueden desarrollar una infección más generalizada (1, 2).
El molusco contagioso es frecuente en niños.
Referencias generales
1. Meza-Romero R, Navarrete-Dechent C, Downey C: Molluscum contagiosum: An update and review of new perspectives in etiology, diagnosis, and treatment. Clin Cosmet Investig Dermatol 12:373–381, 2019. doi: 10.2147/CCID.S187224
2. Edwards S, Boffa MJ, Janier M, et al: 2020 European guideline on the management of genital molluscum contagiosum. J Eur Acad Dermatol Venereol 35(1):17–26, 2021. doi: 10.1111/jdv.16856
Signos y síntomas del molusco contagioso
El molusco contagioso puede aparecer en cualquier lugar de la piel, excepto en palmas y plantas. Las lesiones se agrupan en racimos de pápulas rosadas, en forma de cúpula, cerúleas o nacaradas y umbilicadas, de unos 2 a 5 mm de diámetro. Aparecen con mayor frecuencia en la cara, el tronco y las extremidades en los niños, y en el pubis, pene o vulva en los adultos. Las lesiones pueden crecer hasta 10 a 15 mm de diámetro, sobre todo en pacientes con infección por HIV y otras inmunodeficiencias.
Las lesiones no suelen ser pruriginosas ni dolorosas y pueden descubrirse de manera incidental durante un examen físico. No obstante, las lesiones pueden inflamarse y causar prurito como señal de la lucha del cuerpo contra el virus.
La fotografía muestra lesiones de molusco contagioso. Las lesiones miden típicamente de 1 a 5 mm y son pápulas solitarias o en grupo, firmes e indoloras. Son de color nacarado a rosado, en forma de cúpula, y pueden ser umbilicadas.
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Esta imagen muestra lesiones dispersas de molusco contagioso en el costado del torso de un niño pequeño.
Image courtesy of James G.H. Dinulos, MD.
Esta fotograía muestra lesiones muy graves en la cara de un niño infectado por HIV. El molusco gigante indica inmunodeficiencia avanzada.
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Diagnóstico del molusco contagioso
Evaluación clínica
El diagnóstico del molusco contagioso se basa en la apariencia clínica; la biopsia cutánea o la observación del material exudado muestra cuerpos de inclusión característicos, aunque solo es necesaria cuando el diagnóstico es incierto.
Los diagnósticos diferenciales incluyen foliculitis, acné miliar y las verrugas (para las lesiones < 2 mm) y xantogranuloma juvenil y nevo de Spitz en las lesiones > 2 mm.
Tratamiento del molusco contagioso
Extracción física: curetaje, criocirugía, terapia con láser o electrocauterio
Irritantes tópicos (p. ej., ácido tricloroacético, cantaridina, tretinoína, tazaroteno, podofilotoxina [podofilox])
A veces, inyección intralesional o terapia fotodinámica
En ocasiones, terapias combinadas
La mayoría de las lesiones involucionan espontáneamente en 1 a 2 años, aunque pueden persistir durante 2 a 3 años.
El tratamiento del molusco contagioso está indicado por razones estéticas o para prevenir el contagio. Las opciones incluyen curetajes, criocirugía, terapia con láser, electrocauterio, ácido tricloroacético (solución de 25 a 40%), cantaridina, podofilotoxina (podofilox) en adultos, tretinoína y tazaroteno. Algunos médicos usan el ácido salicílico, pero otros consideran que es demasiado irritante para muchas áreas del cuerpo donde se produce el molusco. Existen preocupaciones similares con el uso de hidróxido de potasio (KOH). Los estudios de pequeña envergadura sugieren que el gel de mebutato de ingenol, un agente citotóxico utilizado para tratar las queratosis actínicas, puede ser eficaz (1). Las lesiones de molusco contagioso localizadas en el reborde orbitario deben ser eliminadas cuidadosamente por un médico experto. Las lesiones pueden drenarse con delicadeza con una pinza para extraer el núcleo central. Se utilizan en primer lugar los tratamientos que producen mínimo dolor (p. ej., tretinoína, tazaroteno, y cantaridina), en especial en niños. Por lo general no se recomienda el imiquimod.
El curetaje o el nitrógeno líquido pueden utilizarse 40 a 60 min después de la aplicación de un anestésico tópico como mezcla eutéctica de anestésicos locales (EMLA) (lidocaina/prilocaina) o crema de lidocaína al 4% bajo vendaje oclusivo. La crema de EMLA debe aplicarse con precaución debido a que puede causar toxicidad sistémica, sobre todo en niños. En los adultos, el curetaje es muy eficaz, aunque doloroso si se realiza sin anestesia.
La cantaridina es segura y eficaz, aunque puede causar formación de ampollas. Se aplica una pequeña gota directamente sobre la lesión de molusco contagioso. Deben cubrirse las áreas en las que el paciente puede rascarse (en especial en los niños) para evitar el contacto con los dedos. La cantaridina no debe aplicarse en la cara o cerca de los ojos, ya que es imprevisible la formación de ampollas. En caso de que la cantaridina entre en contacto con la córnea, puede causar cicatrices. La cantaridina, una vez aplicada, debe lavarse con agua y jabón después de 6 h. Menos de 15 lesiones se deben tratar en una sesión porque después de la aplicación de cantaridina puede desarrollarse una infección. Los padres deben ser advertidos sobre la formación de ampollas si a sus hijos se les receta este irritante.
Otros tratamientos incluyen la inyección intralesional (p. ej., con antígeno de Candida o, en ocasiones, interferón alfa; 2) y terapia fotodinámica. Los medicamentos antivirales e inmunomoduladores han tenido más éxito en pacientes infectados por HIV (3).
Los dermatólogos usan terapias combinadas como nitrógeno líquido o cantaridina en la consulta y una crema con retinoides en el hogar. Esta forma de tratamiento suele ser eficaz, aunque la resolución del cuadro puede demorar de 1 a 2 meses en algunos pacientes.
Los niños no deben ser excluidos de la escuela o guardería. Sin embargo, se deben cubrir las lesiones para reducir el riesgo de propagación.
Referencias del tratamiento
1. Shin K, Bae KN, Kim HS, et al: Ingenol mebutate gel for the treatment of molluscum contagiosum: An open-label comparative pilot study. J Am Acad Dermatol pii:S0190-9622(19)32689-1, 2019. doi: 10.1016/j.jaad.2019.08.081
2. Wells A, Saikaly SK, Schoch JJ: Intralesional immunotherapy for molluscum contagiosum: A review. Dermatol Ther 33(6):e14386, 2020. doi: 10.1111/dth.14386
3. Vora RV, Pilani AP, Kota RK: Extensive giant molluscum contagiosum in a HIV positive patient. J Clin Diagn Res 9(11):WD01-2, 2015. doi: 10.7860/JCDR/2015/15107.6797
Conceptos clave
El molusco contagioso, causado por un poxvirus, comúnmente se propaga por contacto directo (p. ej., el contacto sexual, lucha libre), fomites, y el agua del baño.
Las lesiones suelen ser pápulas asintomáticas en grupos, de color rosado, de 2 a 5 mm de diámetro, en forma de cúpula, lisas, cerúleas o nacaradas y umbilicadas.
Diagnóstico basado en la apariencia clínica.
Tratamiento por razones estéticas o para prevenir el contagio.
El tratamiento puede incluir métodos destructivos (p. ej., curetaje, criocirugía, terapia con láser, electrocauterio), irritantes tópicos (p. ej., ácido tricloroacético, cantaridina, tretinoína, tazaroteno y podofilotoxina).