Tiroiditis linfocítica silente

PorLaura Boucai, MD, Weill Cornell Medical College
Revisado/Modificado feb 2024
Vista para pacientes

La tiroiditis linfocítica silente es un trastorno subagudo autolimitado que se desarrolla con mayor frecuencia en mujeres durante el período posparto. Los síntomas iniciales son hipertiroidismo, que luego se convierte en hipotiroidismo, y que en general se recupera con retorno de la paciente al eutiroidismo. El tratamiento de la fase hipertiroidea se realiza con un beta-bloqueante. Si el hipotiroidismo es permanente, debe indicarse suplemento con tiroxina durante toda la vida de la paciente.

(Véase también Generalidades sobre la función tiroidea).

El término "silente" indica la ausencia de dolor en la tiroides para distinguir el cuadro del producido por la tiroiditis subaguda, que suele causar dolor.

La tiroiditis linfocítica silenciosa causa la mayoría de los casos de disfunción tiroidea posparto. Ocurre en alrededor del 5 al 10% de las mujeres después del parto.

La biopsia tiroidea revela un infiltrado linfocítico como en la tiroiditis de Hashimoto, pero sin folículos linfoides ni cicatrices. Durante el embarazo y el período posparto, casi siempre se obtienen títulos positivos de autoanticuerpos antiperoxidasa tiroidea y, con menor frecuencia, de anticuerpos antitiroglobulina en estos pacientes. Por ende, este trastorno parece ser una variedad de la tiroiditis de Hashimoto.

Signos y síntomas de la tiroiditis linfocítica silente

El trastorno suele comenzar entre las 12 y las 16 semanas después del parto. La tiroiditis linfocítica silente se caracteriza por tiroideomegalia indolora de tamaño variable con una fase hipertiroidea que dura varias semanas y en general se continúa con un hipotiroidismo transitorio generado por la depleción de los depósitos de hormonas tiroideas. Habitualmente la paciente recupera el estado eutiroideo (como se señaló para la tiroiditis subaguda dolorosa). La fase hipertiroidea es autolimitada y puede ser breve o pasar inadvertida. En muchas mujeres con esta enfermedad, el diagnóstico se realiza cuando experimentan la fase hipotiroidea, que en ocasiones se perpetúa.

La paciente no desarrolla signos oculares ni mixedema pretibial.

Diagnóstico de la tiroiditis linfocítica silente

  • Anamnesis y examen físico

  • Concentraciones séricas de tiroxina (T4), triyodotironina (T3) y hormona tiroideoestimulante (TSH)

La tiroiditis linfocítica silente suele pasar inadvertida. La sospecha del diagnóstico en general depende de los hallazgos en la evaluación clínica, típicamente una vez que la paciente desarrolla hipotiroidismo.

Los resultados de las pruebas de la función tiroidea varían de acuerdo con la fase de la enfermedad. En un principio, las concentraciones séricas de T4 y T3 son elevadas y la TSH está inhibida. En la fase hipotiroidea, estos hallazgos se invierten.

El recuento de leucocitos y la velocidad de eritrosedimentación son normales.

La biopsia con aguja confirma el diagnóstico, pero no suele ser necesaria.

Perlas y errores

  • Detección de tiroiditis linfocítica asintomática en pacientes posparto que no tienen síntomas si han tenido tiroiditis linfocítica asintomática en embarazos previos.

Tratamiento de la tiroiditis linfocítica silenciosa

  • En general, un beta-bloqueante

  • A veces, reposición de la hormona tiroidea

Como la tiroiditis linfocítica silente solo dura algunos meses, el tratamiento es conservador y únicamente suele requerir un beta-bloqueante (p. ej., propranolol) durante la fase hipertiroidea. Los fármacos antitiroideos, la cirugía y la terapia con yodo radiactivo están contraindicados.

Pueden ser necesarias hormonas tiroideas durante la fase hipotiroidea. La mayoría de las pacientes recuperan la función tiroidea normal, aunque algunas permanecen hipotiroideas. En consecuencia, la función tiroidea debe reevaluarse entre 9 y 12 meses después del tratamiento con tiroxina; la reposición debe suspenderse durante 5 semanas y debe volver a medirse la concentración de TSH.

La enfermedad suele recidivar después de los siguientes embarazos.

Conceptos clave

  • La tiroiditis linfocítica asintomática afecta principalmente a las mujeres en el período puerperal.

  • La mayoría de las pacientes pasan por una fase de hipertiroidismo transitoria, seguida de una fase más larga de hipotiroidismo; la mayoría, pero no todas, se recuperan espontáneamente.

  • El trastorno a menudo no se diagnostica.

  • En la fase de hipertiroidismo a menudo es necesario un beta-bloqueante, y en la fase de hipotiroidismo habitualmente es necesario el reemplazo de la hormona tiroidea.

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