El espasmo hemifacial se manifiesta con contracciones unilaterales indoloras y sincrónicas de los músculos faciales debido a impulsos eléctricos involuntarios repetitivos del séptimo nervio craneal (facial) y/o su núcleo motor.
(Véase también Generalidades sobre los trastornos neurooftalmológicos y de los pares craneanos).
El espasmo hemifacial suele ser el resultado de la compresión del nervio por un vaso sanguíneo pulsátil que causa la generación de impulsos ectópicos (impulsos nerviosos efapticos), en forma similar a lo que ocurre en la neuralgia del trigémino.
Las contracciones indoloras, involuntarias y unilaterales de los músculos faciales por lo general comienzan en el párpado, luego se extienden a la mejilla y la boca. Las contracciones pueden ser intermitentes al principio, pero pueden llegar a ser casi continuas.
El vaso sanguíneo pulsátil a menudo es visible en la RM, pero el diagnóstico del espasmo hemifacial es en última instancia clínico. Las crisis focales, el blefaroespasmo y los tics producen síntomas similares y deben ser considerados en el diagnóstico.
El tratamiento más eficaz para el espasmo hemifacial es
Inyección de toxina botulínica (toxina botulínica de tipo A o de tipo B) en los músculos afectados
Se pueden utilizar también los tratamientos para la neuralgia del trigémino (p. ej., anticonvulsivos, baclofeno, amitriptilina, descompresión microvascular, cirugía).