Parálisis del sexto nervio craneano (Abducens)

PorMichael Rubin, MDCM, New York Presbyterian Hospital-Cornell Medical Center
Revisado/Modificado nov 2023
Vista para pacientes

La parálisis del sexto nervio craneano afecta el músculo recto lateral y deteriora la abducción ocular. El ojo puede estar ligeramente aducido cuando el paciente mira en línea recta hacia adelante. La parálisis puede ser secundaria a un infarto del nervio, una encefalopatía de Wernicke, un traumatismo, una infección o una hipertensión intracraneana o puede ser idiopática. La determinación de la causa requiere una RM y, a menudo, una punción lumbar y la evaluación para una vasculitis.

(Véase también Generalidades sobre los trastornos neurooftalmológicos y de los pares craneanos).

Etiología de la parálisis del sexto nervio craneal

La parálisis del sexto nervio craneal (abducens) es el resultado de las siguientes causas:

Las lesiones del seno cavernoso pueden deberse a trombosis, infección, un tumor nasofaríngeo o un aneurisma.

Los niños con una infección de las vías aéreas superiores pueden tener parálisis recurrente.

Sin embargo, a menudo no se identifica la causa de una parálisis aislada del VI nervio craneal.

Síntomas y signos de la parálisis del sexto nervio craneal

Los síntomas de la parálisis del sexto nervio craneal incluyen diplopía horizontal binocular al mirar hacia el lado del ojo parético. Como la acción tónica del músculo recto medial no tiene oposición, el ojo está ligeramente aducido cuando el paciente mira en línea recta hacia adelante. El ojo abduce levemente, e incluso cuando la abducción es máxima, se expone la porción lateral de la esclerótica. Con una parálisis completa, el ojo no puede abducir más allá de la línea media.

La parálisis resultante de una lesión del seno cavernoso puede producir una cefalea intensa, quemosis (edema conjuntival), anestesia en la distribución del primero y el segundo ramo del V nervio craneal y parálisis de los nervios craneales III, IV y VI. Ambos lados pueden afectarse, aunque de forma desigual.

Diagnóstico de la parálisis del sexto nervio craneal

  • RM (o TC)

  • Si se sospecha una vasculitis, eritrosedimentación, anticuerpos antinucleares y factor reumatoideo

Una parálisis del VI nervio craneal suele ser obvia, pero no su causa. Si se observan las pulsaciones venosas retinianas durante la oftalmoscopia, es poco probable la presencia de hipertensión intracraneana.

Muchas veces se realiza una TC, porque se encuentra disponible de inmediato. Sin embargo, el estudio de elección es la RM que proporciona mayor resolución de las órbitas, el seno cavernoso, la fosa posterior y los nervios craneales. Si los estudios de diagnóstico por imágenes resultan normales o se sospecha una hipertensión intracraneal benigna, se realiza una punción lumbar.

Si se sospecha clínicamente una vasculitis, la evaluación comienza con la determinación de la eritrosedimentación, los anticuerpos antinucleares y el factor reumatoideo.

Se pueden realizar otras pruebas dependiendo de la causa presuntiva de la parálisis del sexto nervio craneal.

En los niños, si se excluye el aumento de la presión intracraneal, una infección de las vías aéreas superiores puede ser la causa de la parálisis del sexto nervio craneal.

Tratamiento de la parálisis del sexto nervio craneal

  • Tratamiento de la causa

En muchos pacientes, las parálisis del VI nervio craneal se resuelven una vez que el trastorno subyacente es tratado. Si existe una infección, inflamación o tumor, su tratamiento puede mejorar el cuadro.

Por lo general, la parálisis idiopática e isquémica se resuelve dentro de los 2 meses.

La parálisis del sexto nervio craneal suele resolverse cuando la causa no es traumática y puede desaparecer después del trauma.

Conceptos clave

  • La parálisis del sexto nervio craneal (abducens) por lo general es el resultado de una enfermedad de pequeños vasos, en particular en diabéticos, pero la causa no suele identificarse.

  • Esta parálisis causa una abducción deteriorada y diplopía horizontal.

  • Para identificar la causa, se debe obtener una neuroimagen (preferiblemente resonancia magnética), seguida de una punción lumbar si los resultados de las imágenes son normales y se sospecha hipertensión intracraneal benigna; si se sospecha vasculitis, se debe comenzar con la medición de la eritrosedimentación (ERS), los anticuerpos antinucleares y el factor reumatoide.

  • Si se excluye una hipertensión intracraneana en niños, se debe considerarse una infección respiratoria alta.

  • La parálisis del sexto nervio craneal suele resolverse cuando la causa no es traumática y puede hacerlo después de un traumatismo; si existe una infección, inflamación o tumor, su tratamiento puede mejorar el cuadro.

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