La gingivitis es un tipo de enfermedad periodontal caracterizada por la inflamación de las encías que causa sangrado, edema, rubor, exudado o cambios en el contorno normal, y, ocasionalmente, malestar. El diagnóstico se basa en la inspección. El tratamiento implica la limpieza profesional de los dientes y la higiente intensa en el hogar. Los casos avanzados pueden requerir antibióticos o cirugía.
Normalmente, las encías están firmes, bien adaptadas a los dientes, y contorneadas para formar puntas interdentales finas. La encía queratinizada cerca de las coronas tiene un color rosado punteado. Este tejido debe llenar todo el espacio entre las coronas. La encía más allá de las coronas, llamada mucosa alveolar, no está queratinizada, está bien vascularizada, roja, móvil y se continúa con la mucosa yugal. Con un abatelenguas, se comprimen las encías en el área normal, que no debe drenar sangre o pus.
DR ARMEN TARANYAN/SCIENCE PHOTO LIBRARY
La inflamación o la gingivitis es el problema gingival más común, y puede evolucionar a periodontitis.
Etiología de la gingivitis
La gingivitis puede ser
Inducido por placa (típicamente debido a la mala higiene bucal)
No inducida por placa
Gingivitis inducida por placa
Casi todas las gingivitis son inducidas por placa. La placa mineralizada es una concreción de bacterias, residuos de alimentos, saliva y moco con sales de calcio y fosfato. La mala higiene permite que la placa se acumule entre la encía y los dientes; es decir, la gingivitis no aparece en las áreas sin dientes. La irritación debida a la placa profundiza la grieta (surco) entre los dientes y la encía, creando bolsillos gingivales. Estos bolsillos contienen bacterias que provocan gingivitis y caries de la raíz. Otros factores locales, como la mala oclusión, el sarro, la retención de comidas, arreglos dentales mal hechos, y la xerostomía, juegan un papel secundario.
La gingivitis inducida por placa se puede precipitar o exacerbada por los cambios hormonales, trastornos sistémicos, drogas o deficiencias nutricionales.
Los cambios hormonales que se producen en la pubertad, durante los ciclos menstruales y el embarazo, y en la menopausia o que se deben a los anticonceptivos orales (o inyectables) pueden exacerbar la inflamación.
Los trastornos sistémicos (p. ej., diabetes, HIV/sida, deficiencia de vitamina, leucemia, leucopenia) pueden afectar la respuesta a la infección. Algunos pacientes con enfermedad de Crohn tienen un área en empedrado de hipertrofia granulomatosa gingival cuando se producen los episodios intestinales.
Los fármacos como la ciclosporina y la nifedipina y las deficiencias graves (raras en los Estados Unidos) de niacina (que causa pelagra) o vitamina C (que causa escorbuto) pueden provocar gingivitis.
La exposición a metales pesados (p. ej., plomo o bismuto) puede causar gingivitis y una línea oscura en el borde de las encías.
Gingivitis no inducida por placa
La gingivitis no inducida por placa se produce en un pequeño porcentaje de personas. Las causas incluyen infecciones bacterianas, virales, micóticas y, reacciones alérgicas, traumatismos, trastornos mucocutáneos (p. ej., liquen plano, pénfigo), y los trastornos hereditarios (p. ej., fibromatosis gingival hereditaria).
Signos y síntomas de la gingivitis
La gingivitis simple primero causa una profundización del surco entre el diente y la encía, seguido de una banda de encía roja inflamada en uno o más dientes, con edema de las papilas interdentarias y sangrado fácil de inducir. En general no hay dolor. La inflamación puede resolver, mantenerse superficial durante años, o progresar ocasionalmente a una periodontitis.
La pericoronitis es la inflamación aguda y dolorosa del colgajo gingival (opérculo) sobre un diente parcialmente erupcionado, en general alrededor del tercer molar mandibular (muela del juicio). La infección es común, y puede producirse un absceso o celulitis. La pericoronitis a menudo recurre cuando restos de comida quedan atrapados por debajo del colgajo y puede exacerbarse por traumatismos producidos por un tercer molar maxilar opuesto. El colgajo gingival desaparece cuando el diente está completamente erupcionado. Muchos terceros molares no entran en erupción y se denominan retenidos.
Durante la menopausia, puede ocurrir una gingivitis descamativa. Se caracteriza por la presencia de un tejido gingival rojo y doloroso que sangra fácilmente. Antes de la descamación, pueden aparecer vesículas. Las encías son suaves porque faltan las células queratinizadas que resisten la abrasión de las comidas. Una lesión gingival similar puede asociarse con el pénfigo vulgar, el penfigoide ampolloso, el penfigoide de la membrana mucosa o el liquen plano atrófico.
Durante el embarazo, es probable que aparezca un edema, especialmente de las papilas interdentarias. El crecimiento gingival rojizo y blando, pediculado a menudo aparece en las papilas interdentarias durante el primer trimestre, y puede persistir durante todo el embarazo, con reducción después del nacimiento o con persistencia del cuadro. Estas proliferaciones son granulomas piógenos que se refieren a veces como tumores del embarazo. Se desarrollan rápidamente y luego permanecen estáticos. En general hay un irritante subyacente, como un cálculo o una reparación dental con bordes ásperos. También pueden ocurrir en hombres y en mujeres no embarazadas.
La diabetes descontrolada puede exagerar los efectos de los irritantes gingivales, lo que aumenta la frecuencia de sobreinfección secundaria y los abscesos gingivales agudos.
En la leucemia, las encías pueden engrosarse con un infiltrado leucémico y presentar signos clínicos de edema, dolor y sangrado fácil. La gingivitis es a menudo la manifestación de presentación de la leucemia.
En el escorbuto, las encías están inflamadas, hiperplásicas e ingurgitadas, y sangran con facilidad. Pueden aparecer petequias y equimosis en toda la boca.
En la pelagra, las encías están inflamadas, sangran fácilmente, y son susceptibles de sobreinfectarse. Además, los labios están enrojecidos y erosionados, la boca se siente escaldada, la lengua está lisa y rojo brillante, y puede tener ulceraciones.
Diagnóstico de la gingivitis
Evaluación clínica
El hallazgo de un tejido eritematoso y friable en la línea de las encías confirma el diagnóstico de gingivitis. Para detectar una enfermedad gingival temprana, algunos dentistas a menudo miden la profundidad de los bolsillos alrededor de cada diente. La profundidad normal es < 3 mm; los bolsillos más profundos muestran riesgo de gingivitis y periodontitis.
Imagen cortesía de James T. Ubertalli, DMD.
Tratamiento de la gingivitis
Una buena higiene bucal y limpieza profesional regular
La gingivitis simple se controla mediante una apropiada higiene bucal con o sin enjuague antibacteriano. También se requiere cureteado o limpieza profesional a mano o con instrumental ultrasónico. Si es apropiado, debe darse nueva forma a los arreglos mal acabados o remplazarlos por nuevos y eliminar los irritantes locales. Si existe algún exceso de encía, debe eliminarse. Los fármacos que causan hiperplasia gingival deben interrumpirse, si es posible; si no, se debe mejorar el cepillado y la limpieza cotidiana y frecuentar más al dentista para limpieza (al menos cada 3 meses) para reducir la hiperplasia. Los tumores del embarazo deben extirparse.
El tratamiento de la pericoronitis consiste en
La extirpación de los restos debajo de los colgajos gingivales
Enjuagues con solución fisiológica, peróxido de hidrógeno al 1,5%, o clorhexidina al 0,12% 2 veces al día
Extracción, especialmente si los episodios recidivan
Si aparece una infección grave, pueden darse antibióticos el día anterior a la extracción y continuar durante la curación. Un régimen común es amoxicilina, 500 mg por vía oral cada 6 horas por 10 días (o hasta 3 días después de que la inflamación haya cedido). Los abscesos asociados con pericoronitis requieren incisión y drenaje, el desbridamiento del colgajo periodontal y de las raíces, o la extracción.
En la gingivitis causada por trastornos sistémicos, el tratamiento debe dirigirse a la causa. En la gingivitis descamativa durante la menopausia, la administración secuencial de estrógenos y progestágenos puede ser útil, pero los efectos adversos de esta terapia (véase Terapia hormonal) limitan sus indicaciones. También, los dentistas pueden indicar enjuagues con corticoides o pasta dental con corticoides que se aplica directamente sobre las encías. La gingivitis causada por pénfigo vulgar y trastornos mucocutáneos similares pueden requerir tratamiento sistémico (p. ej., corticosteroides).
Prevención de la gingivitis
La eliminación diaria de la placa con hilo dental y un correcto cepillado y la limpieza profesional periódica cada 6 meses o 1 año ayudan a minimizar la gingivitis. Los pacientes con trastornos sistémicos que predisponen a la gingivitis requieren limpieza profesional más frecuente (cada 2 semanas a cada tres meses).
Conceptos clave
La gingivitis es causada principalmente por la falta de higiene oral, pero a veces es debido a los cambios hormonales (p. ej., el embarazo, la menopausia) o ciertos trastornos sistémicos (p. ej., diabetes, HIV/sida).
La limpieza profesional con o sin un enjuague antibacteriano es por lo general un tratamiento adecuado.
Deben tratarse también las causas sistémicas.