La triquiasis es una mala alineación anatómica de las pestañas por la que éstas rozan contra el globo ocular en un paciente sin entropión.
La triquiasis es casi siempre idiopática, aunque puede deberse a causas conocidas como blefaritis, cambios postraumáticos y posoperatorios, cicatrización conjuntival (p. ej., secundaria a penfigoide de la membrana mucosa ocular, queratoconjuntivitis atópica, síndrome de Stevens-Johnson o lesiones químicas), epibléfaron (pliegue cutáneo extra en el párpado inferior que orienta verticalmente las pestañas) y distiquiasis (fila extra de pestañas de origen congénito).
Fotografías cortesía de James Garrity, MD.
En los casos crónicos pueden ocurrir úlcera y fibrosis de la córnea. Los síntomas son sensación de cuerpo extraño, lagrimeo y enrojecimiento ocular.
El diagnóstico suele ser clínico. La triquiasis difiere del entropión en que la posición del párpado es normal. La evaluación incluye la tinción con fluoresceína para excluir la abrasión o la úlcera corneal.
El tratamiento consiste en la extirpación de las pestañas con una pinza. Si las pestañas vuelven a crecer, lo cual ocurre con frecuencia, la electrólisis o la criocirugía es más eficaz para la prevención de la recurrencia durante toda la vida. En presencia de entropión, este debe tratarse.