Introducción a las reacciones adversas a los fármacos

No debe sorprender que las reacciones adversas a los fármacos sean frecuentes. La mayoría de ellas son relativamente leves y muchas desaparecen cuando se suspende el fármaco o se modifica la dosis. Algunas remiten paulatinamente cuando el cuerpo se va adaptando al fármaco.

Otros efectos adversos son más graves y de mayor duración. En Estados Unidos, un sistema nacional de notificación de los efectos adversos de los medicamentos, el Sistema electrónico de vigilancia de daños - Proyecto cooperativo de vigilancia de eventos adversos de fármacos y sustancias (NEISS-CADES por sus siglas en inglés), estimó que entre 2017 y 2019 hubo 6 visitas anuales al departamento de emergencias por daños debidos a los medicamentos por cada 1000 personas. Alrededor del 39% de estas visitas requirieron hospitalización. Aproximadamente entre el 3 y el 6% de los ingresos hospitalarios en Estados Unidos y del 2,5 al 10,6% de los ingresos en Europa se deben a reacciones adversas a los medicamentos. Además, se estima que anualmente se producen 134 millones de eventos adversos causados por fármacos en países de ingresos bajos y medianos debido a acciones inseguras en los hospitales, lo que da lugar a 2,6 millones de muertes.

En un 10 a un 20% de las personas hospitalizadas se producen reacciones adversas, y entre un 10 y un 20% de estas reacciones son graves. Estas estadísticas no incluyen el número de reacciones adversas a los medicamentos correspondientes a personas que viven en residencias para personas de edad avanzada y otros centros de atención.

Aunque no se sabe con certeza el número exacto de reacciones adversas a los medicamentos, representan claramente un problema de salud pública importante que a menudo se puede prevenir.

Según la Organización Mundial de la Salud, las reacciones adversas mortales a los fármacos se producen principalmente en personas mayores de 75 años. Los errores de prescripción y la incapacidad o el hecho de no tomar correctamente los medicamentos prescritos contribuyen a la incidencia de reacciones adversas.

Las molestias digestivas (pérdida del apetito, náuseas, sensación de distensión abdominal, estreñimiento y diarrea) son reacciones adversas particularmente frecuentes, ya que la mayoría de los fármacos y de las drogas se administran por vía oral y pasan a través del tracto digestivo. No obstante, cualquier órgano o sistema puede resultar afectado. En las personas mayores (véase Fármacos y envejecimiento), es bastante frecuente la afectación cerebral, que a menudo da como resultado la aparición de somnolencia y confusión.

Muchas de las reacciones adversas a los medicamentos se identifican cuando un fármaco está siendo probado antes de someterlo para su aprobación a la U.S. Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos o a otras agencias reguladoras. Algunas reacciones adversas a los fármacos, por lo general las que son poco habituales, no se detectan hasta que el medicamento ha estado en el mercado el tiempo suficiente y ha sido utilizado por un gran número de personas. Por lo tanto, los proveedores de atención médica están obligados a informar de la sospecha de reacciones adversas a las agencias reguladoras.