Algunos fármacos utilizados para tratar arritmias

Ejemplos

Algunos efectos secundarios

Comentarios

Betabloqueantes

Acebutolol

Atenolol

Betaxolol

Bisoprolol

Carvedilol

Esmolol

Metoprolol

Nadolol

Propranolol

Timolol

Frecuencia cardíaca demasiado lenta (bradicardia)

Fatiga

Depresión

Posible enmascaramiento de concentraciones bajas de azúcar en sangre

Insuficiencia circulatoria en el tronco, en los brazos y en las piernas

Insomnio

Síndrome de Raynaud

Disfunción sexual

Dificultad respiratoria

Espasmo de las vías respiratorias (broncoespasmo)

Con algunos betabloqueantes, aumento en la concentración de triglicéridos (grasas)

En personas con glaucoma, hipertensión ocular

Se usan para tratar extrasístoles ventriculares, taquicardia ventricular, fibrilación ventricular y taquicardia supraventricular paroxística. También permiten retrasar la frecuencia ventricular (la velocidad con que las cavidades cardíacas, los ventrículos, laten) en presencia de fibrilación auricular o de aleteo auricular.

Si se padece asma, debe consultarse con el médico antes de tomar dichos fármacos.

Bloqueantes de los canales del calcio

Diltiazem

Verapamilo

Estreñimiento

Diarrea

Hipotensión arterial

Pies hinchados

Solo son eficaces para las arritmias ciertos bloqueantes de los canales del calcio, como el diltiazem y el verapamilo. Se utilizan para ralentizar la frecuencia ventricular en presencia de fibrilación auricular o de aleteo auricular y para tratar la taquicardia supraventricular paroxística.

El diltiazem y el verapamilo retrasan la conducción de los impulsos eléctricos por el nódulo auriculoventricular.

Algunas personas con el síndrome de Wolff-Parkinson-White no deben tomar verapamilo ni diltiazem.

Digoxina

Digoxina

Náuseas

Vómitos

Arritmias graves

Si la dosis es demasiado alta, distorsión de la visión cromática consistente en percibir los objetos de color amarillo verdoso

La digoxina retrasa la conducción de los impulsos eléctricos por el nódulo auriculoventricular. La digoxina permite disminuir la frecuencia ventricular en presencia de fibrilación auricular o de aleteo auricular y tratar la taquicardia supraventricular paroxística.

Bloqueantes de los canales del calcio

Amiodarona

Azimilida

Bretilio

Dofetilida

Dronedarona

Ibutilida

Sotalol

Vernakalant

Con todo los bloqueantes de los canales de potasio: arritmias e hipotensión

Con la amiodarona: cicatrices en los pulmones (fibrosis pulmonar) y anomalías en las tiroides, el hígado y los ojos.

Con el sotalol (otro betabloqueante): los mismos efectos secundarios que con los betabloqueantes

Se usan para tratar las extrasístoles ventriculares, la taquicardia ventricular, la fibrilación ventricular, la fibrilación y el aleteo auricular.

Dado que la amiodarona puede ser tóxica, se administra en tratamientos a largo plazo solo cuando las arritmias son graves o muy molestas.

El bretilio se usa únicamente en tratamientos a corto plazo de taquicardias ventriculares que ponen en riesgo la vida.

Azimilida, y vernakalant no se comercializan en Estados Unidos.

Nucleósido de purina

Adenosina

Espasmo de las vías respiratorias

Rubor (de corta duración)

La adenosina etrasa la conducción de los impulsos eléctricos por el nódulo auriculoventricular.

Se utiliza la adenosina para acabar con los episodios de taquicardia supraventricular paroxística.

En presencia de asma está contraindicada.

Bloqueantes de los canales de sodio

Disopiramida

Flecainida

Lidocaína

Mexiletina

Procainamida

Propafenona

Quinidina

Arritmias (que pueden ser mortales, sobre todo, en presencia de cardiopatías)

Con algunos medicamentos:

Malestar digestivo

Mareos

Sequedad de boca

Mareo leve

Retención de orina

Temblores

En presencia de glaucoma, hipertensión ocular

Retrasan la conducción de los impulsos eléctricos por el corazón.

Se emplean en el tratamiento de la extrasístole ventricular (contracción ventricular prematura), la taquicardia ventricular y la fibrilación ventricular, así como para recuperar el ritmo normal (cardioversión) en la fibrilación auricular o en el aleteo auricular.

A excepción de la lidocaína y la mexiletina, estos fármacos también pueden utilizarse para prevenir episodios de fibrilación auricular o de aleteo auricular, y con menor frecuencia de taquicardia supraventricular paroxística.