Edad y salud: depresión

La depresión afecta aproximadamente a una de cada seis personas de edad avanzada. Algunos ancianos tuvieron episodios de depresión en etapas anteriores de su vida. Otros los desarrollan por primera vez durante la vejez.

Causas de depresión en personas de edad avanzada

Algunas causas de la depresión pueden ser más frecuentes entre las personas de edad avanzada. Por ejemplo, las personas de edad avanzada son más propensas a experimentar acontecimientos emocionales traumáticos que impliquen pérdidas, como la muerte de un ser querido o la pérdida del entorno familiar (como una mudanza del domicilio habitual). También pueden contribuir otras fuentes de estrés, como los reducidos ingresos económicos, el empeoramiento de una enfermedad crónica, la pérdida gradual de independencia o el aislamiento social.

Los trastornos que pueden conducir a una depresión son frecuentes entre las personas de edad avanzada. Entre estos trastornos se encuentran el cáncer, el infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca, los trastornos tiroideos, los accidentes cerebrovasculares, la demencia y la enfermedad de Parkinson.

Depresión frente a demencia

En los ancianos, la depresión puede causar síntomas similares a los de la demencia, como ralentización del pensamiento, disminución de la concentración, confusión y problemas de memoria, y no tanto la tristeza que la gente suele asociar a la depresión. Sin embargo, los médicos diferencian la depresión de la demencia, ya que al tratar la depresión las personas afectadas recuperan su estado cognitivo previo. Las personas con demencia no. Además, los afectados por depresión se quejan amargamente de su pérdida de memoria y rara vez olvidan los acontecimientos importantes de actualidad o los asuntos personales. Por el contrario, los afectados por demencia suelen negar la pérdida de memoria.

Diagnóstico de la depresión en personas de edad avanzada

La depresión es a menudo difícil de diagnosticar en la población anciana por varias razones:

  • Los síntomas pueden ser menos perceptibles, ya que las personas mayores no suelen trabajar y tienen por lo tanto menos interacciones sociales.

  • Algunas personas creen que la depresión es un signo de debilidad y son reacios a explicar que sienten tristeza u otros síntomas.

  • La ausencia de expresión emocional se interpreta a veces como indiferencia y no como indicio de depresión.

  • Los familiares y amigos pueden considerar los síntomas de una persona con depresión simplemente como algo que se espera a medida que las personas envejecen.

  • Los síntomas pueden ser atribuidos a otras enfermedades, como la demencia.

Dado que la depresión es a veces difícil de identificar, es frecuente que los médicos realicen, de forma periódica, preguntas a la persona de edad avanzada acerca de su estado de ánimo. Los miembros de la familia deben estar atentos a cambios sutiles en la personalidad, en especial falta de entusiasmo y espontaneidad, pérdida del sentido del humor y aparición de despistes.

Tratamiento de la depresión en personas de edad avanzada

Los inhibidores de la recaptación selectiva de serotonina (ISRS) son, actualmente, la clase de antidepresivos de uso más frecuente en las personas mayores deprimidas, ya que suelen tener menos efectos adversos. El citalopram y el escitalopram son particularmente eficaces.

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