Episiotomía

Durante el embarazo, el útero de la mujer alberga y protege al feto en desarrollo. Al cabo de unas 40 semanas, el feto está a término y preparado para nacer.

En el momento del parto, la abertura hacia el útero, denominada cuello uterino, se dilata para permitir que el bebé pase del útero a la vagina. La vagina es un tubo muscular que se ensancha para acomodar la cabeza y los hombros del bebé mientras las contracciones uterinas continúan empujando al bebé hacia afuera.

En ocasiones, la abertura vaginal es demasiado estrecha para permitir que el bebé nazca sin desgarrar la vagina. Cuando existe este riesgo, se puede realizar un procedimiento llamado episiotomía.

Durante una episiotomía, el médico practica una incisión en la parte inferior de la vagina. Esta incisión agranda la abertura vaginal para evitar desgarros vaginales cuando se libera la cabeza del bebé. Después del parto, la incisión se sutura para que cicatrice. Sin embargo, este procedimiento alarga el tiempo de recuperación de la madre.

Existen varias complicaciones potenciales asociadas a este procedimiento que deben discutirse con el médico antes del mismo.