Las enfermedades respiratorias vuelven a acecharnos cada invierno y, naturalmente, esta temporada no ha sido una excepción. Además de la COVID-19 y la gripe, las noticias sobre el aumento de los casos de virus respiratorio sincitial (VRS) han generado preocupación sobre una “tripledemia”, tanto en el caso de los expertos en salud pública como de los pacientes y los padres. De hecho, en una encuesta de la Fundación Keiser Family, se descubrió que casi el 40 % de las personas afirmaron que sus hogares se vieron afectados por la triple amenaza viral de este invierno, ya que alguien contrajo gripe, COVID-19 o el VRS.
Toda la atención generada ha dejado a muchas personas preguntándose qué es el VRS. ¿En qué se diferencia de otras afecciones respiratorias?
El VRS es una causa frecuente de infecciones de las vías respiratorias, especialmente en niños. No es nuevo y, de hecho, es bastante común. La mayoría de las personas contraen el VRS antes de cumplir 4 años. Este año, ha recibido mucha atención y se ha mencionado su nombre porque los médicos y hospitales trataron de sortear posibles aumentos del VRS junto con la gripe y la COVID-19. Con el VRS en el centro de atención, estos son algunos detalles clave que los pacientes y los padres deben conocer.
El mayor peligro del VRS es para las personas de poca edad o mucha edad.
Los padres de niños pequeños, junto con las personas mayores y sus cuidadores, son quienes más deben preocuparse por el VRS. Puede ser extremadamente peligroso para los recién nacidos y lactantes, así como para adultos mayores. Los casos pueden ser más graves en los niños durante sus primeros años de vida, porque aún no han estado expuestos al virus.
En bebés y niños pequeños, los padres y cuidadores deben estar muy atentos a los signos que indiquen una respiración rápida o a los que indiquen que los bebés “se esfuerzan” para respirar (por ejemplo: músculos que sobresalen entre las costillas o usar más partes del cuerpo para inhalar). Si los niños tienen dificultad para respirar, se los debe llevar al hospital de inmediato.
En la mayoría de los adultos, el VRS suele ser parecido a un resfriado, aunque puede ser más grave. En los adultos mayores, los médicos a veces describen el VRS como una “gripe sin fiebre”. Puede provocar neumonía en adultos mayores.
El VRS y la COVID-19 son parecidos… con algunas diferencias clave
En el caso de la “tripledemia”, definitivamente hay cierta superposición entre el VRS, la COVID-19 y la gripe. Pero también hay algunas distinciones importantes. ¿Recuerda, durante los primeros días de la pandemia de COVID-19, cuando la recomendación era limpiar las superficies compartidas e incluso los productos alimenticios que compraba? Puede darle las gracias al VRS por eso. El VRS casi siempre se transmite a través del contacto con niños enfermos y el virus que pueden dejar en las superficies. Los niños y otras personas se tocan la cara, donde está presente el virus, y luego tocan otras cosas, que, a su vez, toca luego otra persona.
En la actualidad, sabemos que la COVID-19 se transmite principalmente de una persona a otra a través de gotículas respiratorias que se producen cuando una persona infectada tose, estornuda, canta, hace ejercicio o habla. Esa es una diferencia clave entre el VRS y la COVID-19. También señala por qué las guarderías son tan susceptibles a los brotes de VRS. Los niños comparten sus gérmenes tanto como comparten su cariño y sus juguetes, y los padres y cuidadores deben tomar medidas para minimizar la propagación del VRS en los entornos de cuidado infantil y en el hogar. Esto significa limpiar las superficies con regularidad, evitar compartir utensilios y que los niños, y adultos se queden en casa si se sienten enfermos.
Hay una prueba para el VRS, pero es posible que no la necesite
La mayoría de las enfermedades respiratorias tienen tratamientos similares centrados principalmente en el manejo de los síntomas. Esto significa que no siempre es necesario realizar pruebas para determinar qué virus específico está causando esos síntomas. Desde una perspectiva de salud pública, es importante que los médicos sepan qué enfermedades están afectando a una comunidad o población en particular. Pero para los pacientes individuales, las pruebas para asegurarse de que una enfermedad respiratoria sea (o no sea) VRS no son necesarias o especialmente reveladoras. Por lo tanto, incluso si consulta a un médico por síntomas similares a los del VRS, no dé por sentado que obtendrá una respuesta definitiva sobre si el VRS es o no la causa de sus síntomas.
No siempre es necesario ir al médico por el VRS
Con toda la cobertura que se le ha dado al VRS y sus peligros, algunos pacientes y padres suponen que deben consultar a un profesional médico para recibir tratamiento. Después de una larga visita, a menudo se van sintiéndose insatisfechos. Al igual que las pruebas de detección del VRS no siempre son necesarias, los síntomas no siempre justifican un viaje al médico o al hospital. La realidad es que no se utilizan antibióticos para tratar virus como el VRS, y se siguen estudiando otros medicamentos y opciones de tratamiento. De hecho, no acudir a centros de atención médica tiene algunas ventajas bien identificadas. No se expone a otros al virus, y se evita la exposición a otras afecciones potencialmente contagiosas.
No obstante, cabe reiterar que: si nota que su hijo pequeño tiene dificultad para respirar, debe ir inmediatamente a la sala de emergencias. De lo contrario, una llamada a su médico de cabecera o pediatra es un buen primer paso para determinar el tratamiento y si es necesaria una consulta.
Para obtener más información sobre el VRS y las infecciones virales en lactantes y niños, visite la página de los Manuales sobre el tema.