Los alucinógenos son una clase de fármacos que causan profundas distorsiones en las percepciones de la gente.
Los alucinógenos distorsionan e intensifican las sensaciones, aunque los efectos reales son variables y impredecibles.
Los efectos psicológicos y la alteración de la capacidad de juicio son sus peligros principales. La mayoría de las personas son conscientes de que están sufriendo alucinaciones y se puede razonar con ellas.
El diagnóstico se establece basándose en la valoración médica.
A las personas intoxicadas les puede resultar beneficiosa una charla tranquilizadora en un ambiente tranquilo, silencioso y oscuro.
En ocasiones se requieren ansiolíticos y asistencia psiquiátrica.
Los alucinógenos pueden obtenerse a partir de plantas o bien pueden ser sustancias químicas artificiales (sintéticas). Algunos ejemplos típicos incluyen
LSD, o dietilamida del ácido lisérgico (procedente de un hongo)
Psilocibina (de varios tipos de hongos)
Mescalina (del cactus peyote)
N,N-dimetiltriptamina (DMT)
5-metoxi-N,N-diisopropiltriptamina (5-MeO-DIPT)
Se están sintetizando muchos compuestos nuevos, y la lista de alucinógenos va creciendo.
Estas drogas pueden consumirse de varias maneras. El LSD se puede ingerir por vía oral en forma de cápsulas o agregado a papel absorbente. La psilocibina y la mescalina se toman por vía oral. La DMT se puede fumar.
Se puede desarrollar dependencia psicológica a los alucinógenos, pero no es frecuente la dependencia física.
(Véase también Uso y abuso de drogas y otras sustancias.)
Síntomas del uso de alucinógenos
Los alucinógenos causan síntomas inmediatos y a veces a largo plazo.
Efectos inmediatos
Los efectos físicos del consumo de alucinógenos suelen consistir en náuseas y vómitos. El LSD también puede provocar pupilas dilatadas, visión borrosa, sudoración, palpitaciones y alteración de la coordinación.
Los alucinógenos distorsionan e intensifican las sensaciones auditivas y visuales. Por ejemplo, se tiene la sensación de ver y oír colores (llamada sinestesia). Las personas se sienten como si no fueran reales (lo que se denomina despersonalización) o como si se encontraran separadas del entorno (disociación). Experimentan cambios en los estados de ánimo (la mayoría de las veces euforia pero a veces depresión) y su juicio se ve afectado. Los usuarios se refieren a la combinación de estos efectos como "un viaje".
El efecto en sí puede depender del estado de ánimo del consumidor y sus expectativas sobre el "viaje", su capacidad para lidiar con alucinaciones y el entorno en el que consume la droga. Las alucinaciones visuales son más frecuentes con el consumo de psilocibina y mescalina que con LSD. Por ejemplo, los consumidores que están deprimidos antes de consumir la droga es probable que estén más tristes cuando esta surta efecto. Los peligros principales que presentan el uso de estas drogas son los efectos psicológicos y la alteración del juicio que producen, pues pueden llevar a tomar decisiones peligrosas o a provocar accidentes. Por ejemplo, un consumidor puede pensar que es capaz de volar y hasta puede saltar desde una ventana para probarlo.
La capacidad del consumidor para hacer frente a las distorsiones visuales y auditivas también afecta a la experiencia, que a menudo se conoce como un «viaje». Un consumidor inexperto y asustado está menos capacitado para hacerles frente en comparación con otro más experimentado y que no teme el viaje. Un consumidor bajo la influencia de un alucinógeno, por lo general LSD, puede sentir ansiedad extrema y entrar en pánico, lo que produce un mal viaje. Puede querer que se detenga el viaje, pero eso no es posible.
Sobredosis
Las dosis elevadas (sobredosis, mayor que 0,5 mg de LSD) aumentan la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Algunas personas pueden desarrollar una temperatura corporal extremadamente elevada (hipertermia) porque el fármaco afecta la capacidad de controlar la temperatura corporal. La hipertermia puede causar fiebre alta, náuseas y vómitos.
La sobredosis es muy poco frecuente, pero a veces puede causar la muerte. Se estima que las dosis mortales de LSD son de 10 mg o, aproximadamente, 200 papelinas. La mayoría de los casos de muerte por consumo de alucinógenos se atribuyen a los alucinógenos sintéticos 25I-NBOMe y 25C-NBOMe.
Efectos a largo plazo
Algunos consumidores permanecen fuera de la realidad (psicóticos) durante muchos días después de que hayan pasado los efectos de la droga. No está claro si el consumo de drogas causa psicosis o simplemente pone de manifiesto un trastorno de salud mental subyacente.
Abstinencia
Algunas personas, sobre todo los consumidores de larga duración o los consumidores habituales de alucinógenos, en especial de LSD, pueden experimentar recuerdos fugaces (flashbacks) después de haber interrumpido el consumo de las drogas. Los flashbacks son similares a la experiencia original, pero por lo general menos intensos. Habitualmente estos síntomas desaparecen en un periodo de 6 a 12 meses, pero pueden reaparecer durante años después del último consumo de LSD, especialmente si el usuario sufre un trastorno por ansiedad u otro trastorno de la salud mental o después del consumo de marihuana, alcohol o barbitúricos.
Diagnóstico del uso de alucinógenos
Evaluación médica
Cuando se sabe que la persona afectada ha consumido un alucinógeno, los médicos suelen basar el diagnóstico en los síntomas. No se dispone de análisis para confirmar el consumo de muchas de estas drogas.
Tratamiento del uso de alucinógenos
Entorno tranquilo
Observación y control hasta que la persona esté sobria
A veces, ansiolíticos, como las benzodiazepinas
A veces, tratamiento de la salud mental
La mayoría de los usuarios no buscan tratamiento para los efectos de los alucinógenos. Una habitación tranquila y oscura y hablarle de forma serena y tranquilizadora puede ayudar a un adicto que está teniendo un mal viaje. Necesita que le aseguren que los efectos están causados por la droga y que acabarán. Si la ansiedad es muy grave, las benzodiazepinas (sedantes), como el lorazepam, pueden aliviarlo. Una persona que experimenta una psicosis prolongada puede necesitar tratamiento de salud mental.
Más información
Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.
Dual Diagnosis.org: recurso para quienes padecen trastornos mentales y trastornos por consumo de sustancias concominantes, incluido el acceso a los programas de la Red de Recuperación de Fundaciones, que brindan tratamiento integrado.
Inpatient.org: acceso a programas de rehabilitación para pacientes hospitalizados por adicción a las drogas y/o al alcohol.
National Alliance on Mental Illness (NAMI): (Alianza nacional para la enfermedad mental, NAMI por sus siglas en inglés): una organización nacional de salud mental que proporciona defensa, formación, apoyo y programas y servicios de concienciación pública.
National Institute on Drug Abuse (NIDA): Agencia federal que ofrece información específica sobre los alucinógenos, apoya la investigación científica sobre el consumo de drogas y sus consecuencias, y proporciona información sobre las drogas de uso común, las prioridades y el progreso de la investigación, los recursos clínicos y las oportunidades de subvención y financiación.
Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA): Agencia del Departamento de Salud de Estados Unidos que dirige los esfuerzos de salud pública para mejorar la salud del comportamiento y proporcionar recursos que incluyen localizadores de tratamiento, líneas telefónicas de ayuda gratuitas, herramientas de capacitación de profesionales, estadísticas y publicaciones sobre una variedad de temas relacionados con el consumo de sustancias.