Introducción a los trastornos de la personalidad

PorMark Zimmerman, MD, South County Psychiatry
Revisado/Modificado sept 2023
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Datos clave

Los trastornos de la personalidad son afecciones de la salud mental que se caracterizan por patrones de pensamiento, percepción, reacción y relación duraderos y repetitivos que provocan una angustia importante a la persona afectada y/o afectan su capacidad de desenvolverse.

  • Existen 10 tipos de trastornos de la personalidad y cada uno presenta problemas característicos con respecto a la autocomprensión de la persona afectada y a los patrones de respuesta frente a otras personas y frente a eventos estresantes.

  • El médico diagnostica un trastorno de la personalidad cuando el paciente se ve a sí mismo o a otras personas de una manera que difiere de la realidad o cuando continúa actuando de una manera que habitualmente genera consecuencias negativas.

  • La psicoterapia puede ayudar a las personas a tomar conciencia de su papel en la creación de sus problemas personales e interpersonales y ayudarles a cambiar los comportamientos que causan estas dificultades.

  • Los medicamentos no tratan directamente los trastornos de la personalidad, pero pueden ayudar a disminuir los síntomas de angustia.

Los rasgos de personalidad representan patrones de pensamiento, percepción, reacción y relación que son relativamente estables en el tiempo. Por ejemplo, algunas personas tienden a estar de mal humor o retraídas. Otras tienden a ser extrovertidas y sociables.

Los trastornos de la personalidad se diagnostican como afecciones de la salud mental cuando los rasgos de personalidad se vuelven tan pronunciados, rígidos y desadaptativos que la persona afectada tiene problemas en el trabajo, en la escuela y/o en el trato con otras personas. Estos patrones se denominan patrones de mala adaptación, porque la gente no se ajusta (adapta) como las circunstancias lo requieren. Los patrones de mala adaptación varían en su gravedad y en su duración. Estas malas adaptaciones sociales pueden causar una angustia significativa en personas con trastornos de personalidad y en sus familiares, amigos, compañeros de trabajo y otros contactos sociales. Por lo general, las personas con rasgos de personalidad que son ineficaces o producen consecuencias negativas intentan cambiar sus patrones de respuesta. En contraste, los sujetos con un trastorno de la personalidad no modifican sus patrones de respuesta, incluso cuando estos patrones son repetidamente ineficaces y sus consecuencias son negativas.

Existen 10 tipos de trastornos de la personalidad de acuerdo con el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª ed., Texto Revisado) (DSM-5-TR), la referencia estándar para el diagnóstico psiquiátrico de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.

A veces las personas piensan que ellas mismas u otras personas sufren un trastorno de personalidad cuando muestran ciertos rasgos de personalidad en algún momento. La gente puede emplear informalmente términos como "paranoico" o "límite". Sin embargo, un trastorno de la personalidad se diagnostica como una enfermedad mental solo cuando los rasgos son consistentes y cumplen con criterios psiquiátricos específicos.

Alrededor del 9% de la población sufre un trastorno de la personalidad. Estos trastornos suelen afectar en igual medida a hombres y a mujeres, si bien algunos tipos de trastornos de personalidad afectan a un sexo más que al otro. Por ejemplo, el trastorno de personalidad antisocial es 3 veces más frecuente entre los hombres.

En la mayoría de los pacientes con un trastorno de personalidad, dicho trastorno causa problemas moderados y se atenúa con el tiempo. Sin embargo, algunos padecen graves problemas sociales y psicológicos durante toda su vida.

Los trastornos de personalidad suelen hacerse notar al final de la adolescencia o al principio de la edad adulta, pero pueden aparecer antes (durante la infancia). Su duración es muy variable. Algunos tipos de trastornos de la personalidad (como el antisocial o el límite) tienden a disminuir o a resolverse a medida que las personas envejecen. Otros (como el obsesivo-compulsivo o el esquizotípico) tienen menos probabilidades de hacerlo. En algunas personas, los síntomas pueden continuar, pero son menos graves.

Muchas personas con un trastorno de personalidad también sufren otro trastorno de la salud mental, por lo general uno o más de los siguientes:

Si el paciente presenta un trastorno de la personalidad junto con alguno de estos otros trastornos de la salud mental, es más probable que no responda al tratamiento de ninguno de estos trastornos y, por lo tanto, tenga peor pronóstico.

Causas de los trastornos de la personalidad

Los trastornos de la personalidad resultan de una interacción de los genes y el ambiente. Es decir, algunas personas nacen con una tendencia genética a padecer un trastorno de la personalidad y esta tendencia disminuye o aumenta en función de los factores ambientales, como experiencias o fuentes de estrés o bienestar. Generalmente se piensa que los genes y el ambiente contribuyen aproximadamente por igual al desarrollo de los trastornos de la personalidad.

Tipos de trastornos de la personalidad

Los 10 trastornos de la personalidad se pueden agrupar en 3 grupos (A, B y C). Los tipos correspondientes a cada grupo comparten ciertos rasgos básicos de personalidad, pero cada trastorno posee sus propias características distintivas.

Las personas con trastornos del grupo A parecen extrañas o excéntricas. El grupo A comprende los siguientes trastornos de la personalidad, cada uno con sus características distintivas:

Las personas con trastornos del grupo B presentan comportamientos dramáticos, emotivos o erráticos. El grupo B comprende los siguientes trastornos de la personalidad, cada uno con sus características distintivas:

  • Antisocial: irresponsabilidad social, despreocupación por los demás y engaño y manipulación de los demás para beneficio personal

  • Límite: vacío interior, miedo a ser abandonado en las relaciones, relaciones inestables, problemas para controlar las emociones y comportamiento impulsivo

  • Histriónico: busca atención y se comporta de forma dramática

  • Narcisista: necesidad de ser admirado, falta de empatía y una visión exagerada de la propia valía (lo que se denomina grandiosidad)

Las personas con trastornos del grupo C parecen ansiosas o temerosas. El grupo C comprende los siguientes trastornos de la personalidad, cada uno con sus características distintivas:

  • Evitación: evitar el contacto interpersonal por miedo al rechazo

  • Dependiente: sumisión y dependencia (debido a una necesidad de recibir cuidados)

  • Obsesivo compulsivo: perfeccionismo, rigidez y obstinación

Síntomas de los trastornos de la personalidad

Los trastornos de la personalidad se refieren esencialmente a los problemas relacionados con

  • La identidad y el sentido de sí mismo: los pacientes con un trastorno de personalidad no tienen una imagen clara o estable de sí mismos. Es decir, la manera en la qué se ven cambia dependiendo de la situación y de las personas con las que están. Por ejemplo, es posible que el concepto que estos pacientes tengan de sí mismo alterne entre cruel y amable. También pueden ser inconstantes en sus valores y objetivos. Por ejemplo, pueden ser al mismo tiempo profundamente religiosos en la iglesia, pero irreverentes e irrespetuosos en otros lugares. La autoestima puede ser demasiado alta o baja.

  • Relaciones interpersonales: las personas con un trastorno de la personalidad se esfuerzan en establecer relaciones estrechas y estables con los demás. Pueden ser insensibles ante los demás o emocionalmente distantes, o pueden carecer de empatía.

Las personas con un trastorno de personalidad a menudo parecen comportarse de manera inconsistente, y esto puede ser confuso y frustrante para los familiares, amigos, compañeros de trabajo y otras personas a su alrededor, incluidos los profesionales de la salud. Su estilo de crianza puede ser errático, distante, demasiado emocional, abusivo o irresponsable y, algunas veces, causa problemas físicos y/o emocionales en sus hijos.

Las personas con un trastorno de la personalidad pueden tener problemas para comprender cuáles son las formas razonables, seguras y aceptables de tratar y comportarse con los demás.

Los pacientes con un trastorno de la personalidad no suelen ser conscientes de su responsabilidad en la creación de sus problemas y del impacto de su comportamiento en sus relaciones.

¿Sabías que...?

  • Es posible que los individuos con un trastorno de la personalidad no crean que tienen problemas relacionados con su forma de pensar o de comportarse.

Diagnóstico de la personalidad

  • Evaluación médica, basada en los criterios estándar de diagnóstico psiquiátrico

El médico basa el diagnóstico de un trastorno específico de la personalidad en la lista de los rasgos de personalidad (criterios) establecida para cada trastorno según el DSM-5-TR.

Algunas personas con un trastorno de personalidad están angustiadas por su comportamiento y buscan tratamiento de forma activa. Otras, en cambio, no ven ningún problema en su propio comportamiento. Por ello, no tienden a buscar ayuda por sí mismos. En cambio, debido a los problemas y dificultades que genera su comportamiento sobre los demás, pueden ser sus amigos, familiares o incluso los trabajadores sociales los que les impulsan a buscar ayuda profesional.

Cuando las personas con un trastorno de personalidad solicitan ayuda, lo más probable es que el motivo sea aliviar otros trastornos de salud mental, como la ansiedad, la depresión o el abuso de sustancias, u obtener ayuda para los problemas creados por su trastorno de la personalidad tales como el divorcio, el desempleo, o la soledad y no por la enfermedad en sí. Cuando estos pacientes exponen síntomas o problemas, el médico por lo general les hace preguntas para determinar si podría existir un trastorno de la personalidad. Por ejemplo, el médico pregunta al paciente cómo se ve a sí mismo y a los demás, y cómo responde cuando los demás reaccionan de forma negativa a su comportamiento. Los trastornos de la personalidad están infra-diagnosticados porque los síntomas de los trastornos de salud mental más comunes, como la ansiedad o la depresión, pueden eclipsar las características de un trastorno de personalidad subyacente.

Un médico sospecha que el paciente sufre un trastorno de personalidad si este

  • Se ven constantemente a sí mismos o a los demás de maneras que difieren de la realidad

  • Describe un patrón inapropiado de pensamientos o conductas que no modifica a pesar de las consecuencias negativas

  • Está angustiado por su comportamiento y/o sus consecuencias o es incapaz de funcionar adecuadamente a causa de dicho comportamiento.

Los pensamientos y comportamientos inapropiados pueden afectar al modo en que la persona se ve y se interpreta a sí misma y a los demás, a cómo interactúa con los demás y/o hasta qué punto controla sus impulsos. Tales pensamientos y comportamientos se consideran un trastorno solo si son persistentes (no solo ocurren de vez en cuando) y si la persona los sigue teniendo y haciendo aunque le causen angustia o dificultades en la vida diaria. Además, en las personas con trastornos de la personalidad, los pensamientos y los comportamientos comienzan durante la adolescencia o la edad adulta temprana, no en etapas posteriores de la vida.

Para ayudar a confirmar el diagnóstico, el médico puede hablar con los amigos y la familia del paciente con objeto de obtener información adicional. Esto puede ser muy útil, porque a menudo las personas no son conscientes de su propio papel en la creación de los problemas.

Tratamiento de los trastornos de la personalidad

  • Psicoterapia

Los trastornos de personalidad se tratan con psicoterapia, que puede incluir psicoterapia individual o terapia de grupo. Es más probable que la terapia sea eficaz cuando las personas afectadas buscan tratamiento y están motivadas para cambiar.

Los medicamentos no tratan los trastornos de la personalidad directamente, pero pueden ayudar a aliviar los síntomas de angustia, como la depresión y la ansiedad, así como ayudar a controlar ciertos rasgos de la personalidad, como la agresividad.

Los trastornos de la personalidad pueden ser especialmente difíciles de tratar, por lo que es importante elegir un psicoterapeuta con experiencia que no juzgue y que sea capaz de entender la imagen que el paciente tiene de sí mismo, sus áreas de sensibilidad emocional y sus estrategias habituales de afrontamiento de los problemas.

Principios generales del tratamiento

Aunque el tratamiento específico difiere en función del tipo de trastorno de la personalidad de que se trate, en general intenta

  • Reducir la angustia

  • Ayudar al paciente a entender que sus problemas son internos (no causados por otras personas o situaciones)

  • Limitar una conducta de mala adaptación y socialmente indeseable

  • Modificar los rasgos de la personalidad que están generando problemas

El primer objetivo del tratamiento consiste en reducir la angustia inmediata. Reducir el estrés facilita el tratamiento del trastorno de la personalidad. En primer lugar, el terapeuta ayuda al paciente a identificar qué es lo que está causando angustia. Entonces, considera las diferentes formas de aliviarlo. Los terapeutas proporcionan estrategias para ayudar al paciente a salir de situaciones o relaciones altamente angustiosas (lo que se denomina apoyo psicosocial). Estas estrategias pueden consistir en cuidado y apoyo por parte de miembros de la familia, amigos, vecinos, profesionales de la salud y otros. Los medicamentos para la ansiedad o la depresión pueden ayudar a aliviar estos síntomas. Cuando se utilizan fármacos, se emplean bajas dosis y durante un tiempo limitado.

Ayudar a las personas a comprender que sus problemas son internos es crucial porque los afectados por un trastorno de personalidad pueden no darse cuenta de que su propio comportamiento supone un problema. Los médicos intentan ayudar a las personas a comprender cuándo es inapropiado su comportamiento y cuándo tiene consecuencias perjudiciales. Mediante el establecimiento de una relación de cooperación médico-paciente, basada en el respeto mutuo, el médico pueden ayudar a que el paciente sea más consciente de sí mismo y reconozca su comportamiento inapropiado y socialmente indeseable. Los médicos también pueden ayudar a la persona a darse cuenta de que los cambios en su comportamiento y en su visión de sí misma y de los demás llevarán tiempo y esfuerzo.

Los comportamientos mal adaptados e indeseables (como la imprudencia, el aislamiento social, la falta de asertividad y los ataques de ira) deben tratarse rápidamente para minimizar el daño permanente en las relaciones laborales y personales. A veces el médico tienen que poner límites a la conducta del paciente en la consulta. Por ejemplo, los médicos pueden decirle a una persona que gritar y amenazar dificulta la realización de una sesión. Si el paciente adopta comportamientos extremos-por ejemplo, si es imprudente, se aisla socialmente, tiene ataques de ira, o son autodestructivos- puede necesitar tratamiento en un hospital de día o en una institución cerrada.

Los cambios en el comportamiento son más importantes en los pacientes con uno de los siguientes trastornos de la personalidad:

La terapia de grupo y los métodos de modificación del comportamiento habitualmente pueden mejorar el comportamiento en cuestión de meses. Los grupos de autoayuda o de terapia familiar también contribuyen a modificar conductas inadaptadas. La implicación de la familia es útil y a menudo esencial, ya que pueden actuar reforzando o atenuando los comportamientos o los pensamientos inapropiados.

La modificación de rasgos de personalidad problemáticos (como la dependencia, la desconfianza, la arrogancia y la manipulación) lleva mucho tiempo, generalmente más de un año. La clave para modificar estos rasgos es la psicoterapia individual.

La psicoterapia puede ayudar al paciente a entender cómo su trastorno de la personalidad se relaciona con sus problemas actuales. También le puede ayudar a aprender nuevas y mejores formas de afrontar los problemas. Por lo general, el cambio es gradual.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. American Psychiatric Association, Types of Personality Disorders (Asociación Estadounidense de Psiquiatría, Tipos de Trastornos de Personalidad): una breve descripción de todos los trastornos de la personalidad y vínculos a recursos adicionales.

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