Trastorno somatomorfo

PorJoel E. Dimsdale, MD, University of California, San Diego
Revisado/Modificado jul 2024
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El trastorno somatomorfo se caracteriza por la presencia de uno o más síntomas orgánicos crónicos acompañados de niveles significativos y desproporcionados de angustia, preocupaciones y dificultades en el funcionamiento diario relacionadas con dichos síntomas.

  • Las personas con trastorno somatomorfo están preocupadas por sus síntomas e invierten una cantidad excesiva de tiempo y energía en estos síntomas y en problemas de salud.

  • El diagnóstico del trastorno se establece cuando la persona continúa preocupada e inquieta por sus síntomas a pesar de que se hayan descartado los trastornos físicos reales o bien cuando la respuesta al trastono físico es anormalmente intensa.

  • La psicoterapia, en particular la terapia cognitivo-conductual, puede ser beneficiosa, al igual que puede serlo mantener una relación de apoyo y confianza con un médico.

(Véase también Introducción a los trastornos somáticos y trastornos relacionados.)

El trastorno somatomorfo reemplaza varios diagnósticos utilizados anteriormente: el trastorno de somatización, el trastorno somatoforme indiferenciado y el trastorno por dolor. Todos estos trastornos implican somatización: la expresión de factores mentales como síntomas físicos. En este trastorno, la principal preocupación de la persona afectada se refiere a los síntomas físicos, como dolor, debilidad, fatiga, náuseas u otras sensaciones corporales. La persona puede sufrir o no un trastorno físico que causa los síntomas o que contribuye a su aparición. Sin embargo, en presencia de un trastorno físico, una persona con trastorno somático responde a este en exceso.

Los médicos acostumbraban a diagnosticar este tipo de trastorno de la salud mental (denominado a veces trastorno psicosomático o somatomorfo) cuando la persona refería síntomas físicos que no se explicaban mediante un trastorno físico. Sin embargo, la definición se ha modificado para centrarse en cómo responden las personas a sus síntomas o problemas de salud. Una persona con esta afección mental tiene pensamientos, sentimientos o preocupaciones excesivas sobre los síntomas físicos. Esto puede ocurrir con independencia de si la persona sufre un trastorno físico. Por ejemplo, después de un infarto de miocardio, las personas con trastorno somatomorfo pueden recuperarse por completo físicamente, pero pueden seguir sintiendo que no pueden volver a sus actividades normales o pueden preocuparse tanto por sufrir otro infarto de miocardio que estén angustiadas o no puedan controlar sus actividades cotidianas.

El principal criterio de diagnóstico psiquiátrico para el diagnóstico del trastorno somatomorfo es el siguiente:

  • Las personas afectadas gastan mucho tiempo y energía y con frecuencia experimentan pensamientos o ansiedad acerca de sus síntomas físicos, lo que les causa un malestar significativo y altera su funcionamiento diario.

La intensidad y la persistencia de los síntomas pueden reflejar un fuerte deseo de ser cuidado. Los síntomas pueden ayudar a las personas a evitar responsabilidades, pero también pueden impedir que disfruten de actividades, actuando como un castigo, lo que sugiere que pueden existir sentimientos subyacentes de falta de valía y culpa.

Muchas personas con el trastorno no se dan cuenta de que sufren un trastorno de la salud mental, y están convencidas de que sus síntomas tienen una causa física que requiere atención médica. En consecuencia, suelen acudir repetidamente al médico y solicitan pruebas y tratamientos adicionales o repetidos incluso después de que una evaluación exhaustiva no haya encontrado la causa de los síntomas.

Síntomas del trastorno somatomorfo

Las personas con trastorno somatomorfo están preocupadas por sus síntomas físicos, sobre todo por lo graves que puedan ser. Para estas personas, los problemas de salud ocupan el centro de su vida y en ocasiones llegan a absorberla.

Los síntomas físicos comienzan generalmente antes de los 30 años de edad, a veces durante la infancia. La mayoría de las personas presenta muchos síntomas, pero algunas presentan un único síntoma grave, por lo general el dolor. Los síntomas pueden ser específicos (como dolor abdominal) o vagos (como la fatiga). En el trastorno de somatización la preocupación puede centrarse en cualquier parte del cuerpo.

La persona con trastorno de somatización se preocupa en exceso por los síntomas y sus posibles consecuencias catastróficas. Su preocupación es desproporcionada en relación con los síntomas. La gente puede atribuir sensaciones o molestias normales, como los ruidos estomacales, a un trastorno físico. Tienden a pensar lo peor de los síntomas que experimentan. Los propios síntomas o la excesiva preocupación por ellos es angustiosa o perturba todos los aspectos de la vida cotidiana. Algunas personas se deprimen.

Las personas afectadas pueden llegar a desarrollar dependencia de los demás, exigir ayuda y apoyo emocional y enfadarse si tienen la sensación de que no se presta atención suficiente a sus necesidades. También pueden amenazar con suicidarse, o intentarlo. Cuando su médico trata de tranquilizarles, a menudo piensan que no se está tomando en serio sus síntomas. A menudo, están descontentas con la atención médica que reciben y suelen cambiar de un médico a otro o someterse a tratamientos por parte de varios médicos al mismo tiempo. Muchas personas con trastorno somatomorfo no responden cuando se les administra tratamiento médico en un intento de tratar los síntomas, que incluso pueden empeorar. Algunos parecen extremadamente sensibles a los efectos secundarios de los fármacos.

Los síntomas pueden remitir o empeorar, pero suelen persistir y es infrecuente que desaparezcan por completo durante periodos prolongados.

Diagnóstico de trastorno somatomorfo

  • Evaluación médica, basada en los criterios estándar de diagnóstico psiquiátrico

  • Una exploración física y, a veces, pruebas médicas para evaluar los trastornos físicos

Los médicos diagnostican el trastorno somatomorfo cuando aparecen las características siguientes:

  • La persona tiene pensamientos constantes y desproporcionados sobre la gravedad de sus síntomas

  • Se siente extremadamente preocupada por su salud o por sus síntomas

  • Invierte una cantidad excesiva de tiempo y energía en los síntomas o en problemas de salud

Para determinar si los síntomas se deben a un trastorno físico, los médicos elaboran un historial médico exhaustivo (que puede incluir entrevistar a otros miembros de la familia), realizan una exploración física completa y pueden solicitar pruebas de laboratorio o pruebas de diagnóstico por la imagen. Si la evaluación no muestra un trastorno físico, el médico a veces realiza más pruebas en un momento posterior. Si los síntomas persisten o aparecen síntomas nuevos, puede ser conveniente comprobar si una persona con un trastorno somatomorfo sufre un trastorno físico que no se había diagnosticado previamente o que no estaba presente en el momento de la evaluación inicial.

¿Sabías que...?

  • Las personas con trastorno somatomorfo tienen pensamientos, sentimientos o preocupaciones excesivas sobre los síntomas físicos. Esto puede ocurrir con independencia de si la persona sufre un trastorno físico.

El trastorno somatomorfo puede distinguirse de otros trastornos mentales similares, ya que la persona presenta síntomas persistentes y pensamientos y preocupaciones excesivos que acompañan a los síntomas.

Este trastorno se puede pasar por alto en las personas mayores debido a que ciertos síntomas, como la fatiga o el dolor, se consideran parte del envejecimiento o debido a que la preocupación acerca de los síntomas se considera comprensible en adultos mayores, especialmente aquellos que tienen varios problemas médicos graves y toman muchos medicamentos.

Tratamiento del trastorno somatomorfo

  • Terapia cognitivo-conductual

Incluso cuando la persona con trastorno somatomorfo mantiene una buena relación con su médico de atención primaria, a menudo se la suele derivar a un psiquiatra. La psicoterapia, en particular la terapia cognitivo-conductual, es un tratamiento eficaz.

A las personas con trastorno somatomorfo les beneficia mantener una relación de apoyo y confianza con un médico. El médico puede coordinar su atención médica, ofrecer tratamientos para aliviar los síntomas, visitarla con regularidad y evitarle pruebas y tratamientos innecesarios. Sin embargo, el médico también debe permanecer alerta ante la posibilidad de que la persona, en algún momento de su vida, pueda desarrollar un trastorno orgánico nuevo y distinto que requiera una adecuada valoración y tratamiento. No se debe suponer automáticamente que los síntomas nuevos y diferentes estén causados por el trastorno somatomorfo de la persona.

Si existe depresión, es preciso tratarla.

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