La tomografía por emisión de positrones (positron emission tomography, PET) es un tipo de gammagrafía. La tomografía PET detecta la radiación después de administrar un material radiactivo y crea imágenes que pueden proporcionar información sobre la funcionalidad del músculo cardíaco.
Para realizar una tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés), se marca una sustancia necesaria para el funcionamiento de las células del corazón (como oxígeno o glucosa) con una sustancia radiactiva (radioisótopo), la cual emite positrones (electrones con una carga positiva). La sustancia marcada se inyecta en una vena y llega hasta el corazón en pocos minutos. Un sensor detecta los positrones y los usa para crear una imagen de la parte del cuerpo que se estudia.
La tomografía PET, por lo general combinada con una tomografía computarizada (PET-TC), se utiliza para determinar la cantidad de sangre que llega a diferentes zonas del músculo cardíaco y cómo procesan (metabolizan) dichas zonas las diversas sustancias. Por ejemplo, cuando se inyecta glucosa marcada, los médicos pueden determinar qué partes del músculo cardíaco tienen un aporte inadecuado de sangre porque consumen una cantidad de glucosa mayor de lo normal. La TC genera cortes transversales de estas áreas y luego los combina para producir imágenes tridimensionales detalladas.
Las tomografías por emisión de positrones (PET-TC, por sus siglas en inglés) producen imágenes más nítidas que las obtenidas mediante otros procedimientos con radionúclidos y se pueden utilizar para pruebas de esfuerzo. Sin embargo, el procedimiento es caro y no está tan ampliamente disponible como la tomografía computarizada por emisión de fotón único. Se utilizan en el terreno de la investigación y también cuando las pruebas más simples y menos costosas no son concluyentes.