Broncoscopia

PorRebecca Dezube, MD, MHS, Johns Hopkins University
Revisado/Modificado nov 2023
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Datos clave

La broncoscopia es un examen visual directo de la cavidad del órgano de la fonación (laringe) y de las vías respiratorias, mediante un tubo de visualización (broncoscopio).

El broncoscopio, un tubo delgado con una luz, está dotado de una cámara en el extremo que permite al médico observar el interior de las vías respiratorias mayores (bronquios) hasta el interior de los pulmones. Los médicos también pueden pasar pequeños dispositivos a través del broncoscopio para poder tomar muestras de tejido pulmonar o de las vías respiratorias con el objeto de ayudar a diagnosticar trastornos pulmonares y tratar algunos de los mismos. Los médicos introducen el broncoscopio por la nariz o la boca de la persona y lo pasan por la tráquea hasta las vías respiratorias.

Los broncoscopios pueden ser

  • Flexibles

  • Rígidos

La mayoría de los procedimientos de broncoscopia, en particular los utilizados para el diagnóstico, se realizan mediante un broncoscopio flexible.

Algunos procedimientos diagnósticos y terapéuticos requieren el uso de un broncoscopio rígido y se realizan bajo anestesia general en un hospital. Por ejemplo, retirar un cuerpo extraño, controlar el sangrado o ensanchar una vía aérea puede hacerse mejor con un broncoscopio de metal rígido en un quirófano.

La mayoría de los procedimientos que se practican con un broncoscopio flexible se pueden realizar de forma ambulatoria, lo que significa que la persona no ingresa en el hospital. Algunas veces la persona es sedada antes del procedimiento y se emplea un anestésico tópico (nasal y/o inhalado).

(Véase también Historia clínica y exploración física en las enfermedades pulmonares y Introducción al aparato respiratorio.)

Qué es la broncoscopia flexible

Para observar las vías respiratorias de un modo directo, el médico introduce un broncoscopio flexible de fibra óptica por una de las fosas nasales o por la boca hacia el interior de las vías respiratorias. El círculo muestra lo que ve el médico.

Se puede usar un broncoscopio para

  • Evaluar las vías respiratorias y la laringe en busca de lesiones en personas que han sufrido quemaduras o pueden haber inhalado humo

  • Determinar la causa de infecciones pulmonares (como la neumonía) si existe la preocupación de que se trate de una bacteria inusual o de que pueda ser difícil de tratar (por ejemplo, en personas que tienen sida u otra deficiencia del sistema inmunitario)

  • Examinar las vías respiratorias y tomar muestras de tejido de zonas que pueden ser cancerosas

  • Investigar el origen de una hemorragia pulmonar

La broncoscopia puede ayudar a los médicos a tratar ciertas enfermedades. Por ejemplo, el broncoscopio se puede utilizar para

  • Funcionar como una guía sobre la cual se pueda insertar un tubo para ayudar a respirar (intubación traqueal)

  • Colocar medicamentos o sustancias en áreas específicas del pulmón

  • Eliminar secreciones, sangre, pus y cuerpos extraños

No se debe comer ni beber al menos durante las 6 horas previas a la broncoscopia. La sedación se suele administrar a las personas que se someten a una broncoscopia flexible y la anestesia general se suele administrar a quienes se someten a una broncoscopia rígida. En la broncoscopia flexible se anestesian la garganta y el conducto nasal con un vaporizador anestésico y a continuación se introduce el broncoscopio por los orificios nasales, por la boca o por una sonda respiratoria hasta las vías respiratorias pulmonares.

Tras la broncoscopia, la persona permanece en observación entre 2 y 4 horas. Si se ha tomado una muestra de tejido, se pueden obtener radiografías de tórax para detectar complicaciones como, por ejemplo, una hemorragia o un neumotórax (presencia de aire en el tórax pero fuera de los pulmones).

Procedimientos realizados con broncoscopia

A veces, como parte de un exploración con broncoscopio, los médicos realizan procedimientos adicionales para recoger muestras y analizarlas en un laboratorio.

El lavado broncoalveolar es un procedimiento que puede utilizarse para obtener muestras de las vías respiratorias de pequeño calibre y de los sacos de aire (alvéolos), que no pueden ser visualizados mediante un broncoscopio. Cuando el broncoscopio alcanza la vía respiratoria menor, el médico infunde una solución salina a través de este instrumento. A continuación, se aspira el líquido, que arrastra con él células y algunas bacterias hacia el interior del broncoscopio. El examen de esos materiales al microscopio ayuda a establecer el diagnóstico de infecciones y cáncer. El líquido puede depositarse en contenedores con nutrientes especiales durante un periodo de tiempo para ver si aparece proliferación bacteriana (cultivo), que es el mejor método de diagnóstico de infecciones.

La biopsia pulmonar transbronquial consiste en la obtención de una muestra de tejido pulmonar con la ayuda de fórceps introducidos a través de un canal en el broncoscopio. El broncoscopio se dirige hacia el interior de vías respiratorias cada vez más finas hasta alcanzar la zona interesada. Puede utilizarse un radioscopio (un dispositivo de obtención de imágenes a través de rayos X que muestra las estructuras orgánicas internas en una pantalla) como método de guía en la identificación del área interesada. Esta exploración guiada puede disminuir el riesgo de una perforación accidental del pulmón y el consiguiente escape de aire hacia la cavidad pleural (neumotórax). Si bien la biopsia transbronquial pulmonar aumenta el riesgo de complicaciones durante la broncoscopia, aporta información complementaria para el diagnóstico y puede evitar una intervención quirúrgica mayor innecesaria.

En ocasiones se realiza una punción transbronquial con aguja. En este procedimiento se pasa a través del broncoscopio una aguja que penetra en la pared bronquial. La aguja puede atravesar la pared de una vía respiratoria mayor guiada por visualización directa o a través de una vía respiratoria menor utilizando un aparato de rayos X para la visualización. Así se pueden aspirar células de ganglios linfáticos sospechosos para su posterior examen microscópico. Se puede utilizar una ecografía endobronquial para ayudar a guiar la aguja con la cual se obtiene la muestra para biopsia.

En el lavado bronquial se inyecta una solución de agua salada a través del broncoscopio y posteriormente se aspira de las vías respiratorias. Las células y otros materiales recogidos se pueden examinar para ayudar a identificar la enfermedad pulmonar. El lavado bronquial es similar al lavado broncoalveolar, pero utiliza mucha menos agua.

En el cepillado bronquial, se pasa un cepillo a través del broncoscopio y se utiliza para desprender las células de las áreas de interés para que puedan ser examinadas.

La broncoscopia por navegación utiliza un programa informático para combinar imágenes obtenidas con la tomografía computarizada (TC) a fin de construir un mapa "virtual" (en 3 dimensiones) del pulmón. El mapa se utiliza para identificar una ruta a un área específica para la biopsia que se encuentra en una zona profunda (situada en la periferia) del pulmón. Estas zonas son más difíciles de acceder mediante broncoscopia que las áreas que no están tan lejos de la periferia pulmonar. Durante la broncoscopia por navegación, las imágenes del broncoscopio se pueden combinar con el mapa virtual en tiempo real para ayudar a guiar el broncoscopio por la mejor ruta. La broncoscopia electromagnética por navegación es una forma de broncoscopia por navegación en la que también se utilizan imágenes derivadas de un campo electromagnético.

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