Los pólipos nasales son excrecencias carnosas de la membrana mucosa nasal.
Las personas con alergias o asma son más propensas a desarrollar pólipos nasales.
Algunos de los síntomas causados por los pólipos son obstrucción y congestión nasal.
Los médicos suelen diagnosticar los pólipos nasales basándose en su aspecto característico.
Los corticoesteroides pueden reducir o eliminar los pólipos, pero a veces estos requieren su extirpación quirúrgica.
Los pólipos son excrecencias, con frecuencia en forma de lágrima, que se forman alrededor de las entradas a las cavidades de los senos paranasales. Un pólipo maduro se parece a una uva pelada y sin semillas. A diferencia de los pólipos en el colon o la vejiga, los de la nariz no son tumores y no implican mayor riesgo de cáncer. Son simplemente un reflejo de la inflamación, aunque puede haber antecedentes familiares del problema.
Imagen proporcionada por Bechara Ghorayeb, MD.
Los pólipos nasales pueden desarrollarse durante una infección nasal o de los senos paranasales y desaparecer con la remisión de esta, o pueden empezar lentamente y persistir; también pueden formarse si hay un cuerpo extraño alojado en la nariz. Algunas personas alérgicas a la aspirina (ácido acetilsalicílico) y a otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE) sufren una combinación de asma, congestión crónica nasal y de los senos paranasales, y pólipos nasales. No se sabe con certeza cómo se relacionan los pólipos nasales con la alergia y otros síntomas de las vías respiratorias. Las personas con pólipos nasales pueden desarrollar infecciones de los senos paranasales si los pólipos obstruyen la evacuación de estos. En muy pocos casos, las personas afectadas desarrollan rinosporidiosis (una infección en la nariz caracterizada por pólipos sangrantes), que puede causar rinitis crónica.
Síntomas de los pólipos nasales
Muchas personas no saben que tienen pólipos nasales, aunque pueden tener
Estornudos
Congestión nasal
Obstrucción
Drenaje de líquido por la garganta (goteo postnasal)
Dolor facial
Secreción nasal excesiva
Pérdida del olfato (anosmia)
Disminución de la capacidad olfactiva (hiposmia)
Prurito alrededor de los ojos
Infecciones crónicas de los senos paranasales
Diagnóstico de los pólipos nasales
Exploración médica
En ocasiones, biopsia
Los médicos suelen diagnosticar los pólipos nasales basándose en su aspecto característico.
El médico puede realizar una biopsia del pólipo para descartar que se trate de un cáncer.
Tratamiento de los pólipos nasales
Corticoesteroides
En ciertas ocasiones, intervención quirúrgica
Los corticoesteroides en aerosol nasal o comprimidos orales pueden reducir o eliminar los pólipos. Se requiere la eliminación quirúrgica de los pólipos si estos obstruyen las vías respiratorias o causan infecciones frecuentes en los senos paranasales.
Los pólipos vuelven a crecer nuevamente a no ser que se controle la subyacente irritación, alergia o infección. Utilizando un aerosol con corticoesteroides pueden retardarse las recidivas. Puede ser necesario que el médico lleve a cabo de forma periódica una endoscopia nasal (explorando el interior de la nariz con ayuda de un pequeño tubo visualizador rígido o flexible) para evaluar y tratar a las personas con problemas persistentes o repetitivos. Las personas que presentan síntomas graves causados por pólipos recurrentes pueden necesitar extirpación o corrección de fragmentos de los senos nasales. La mayoría de los procedimientos quirúrgicos se llevan a cabo con un endoscopio (un tubo de visualización flexible).
Si los pólipos causan episodios repetidos de sinusitis, estos episodios pueden reducirse con dupilumab, un anticuerpo monoclonal (un anticuerpo que se produce en un laboratorio a partir de células vivas). Dupilumab puede ayudar al reducir los pólipos.