El cáncer de uretra (el conducto que lleva la orina desde la vejiga hacia el exterior del cuerpo) es raro y se presenta con mayor frecuencia después de los 50 años de edad. Puede aparecer en hombres y mujeres y es el único cáncer de las vías urinarias que es más frecuente en mujeres. Se sospecha que ciertos tipos de virus del papiloma humano pueden tener relación con la causa del cáncer de uretra en algunas personas. En caso contrario, la causa es desconocida.
Por lo general, en mujeres el primer síntoma es la presencia de sangre en la orina. La cantidad de sangre es a menudo tan pequeña que solo puede detectarse al microscopio. Sin embargo, cuando la cantidad de sangre es mayor, la orina puede ser visiblemente roja. Tanto en hombres como en mujeres, el flujo urinario puede obstruirse, lo que dificulta la micción o vuelve el chorro de orina lento y fino. Las neoplasias frágiles y hemorrágicas en la abertura externa de la uretra femenina pueden ser cancerosas.
Los médicos usan un endoscopio (tubo de visualización) para examinar el interior de la uretra (un procedimiento llamado cistouretroscopia). Es necesario efectuar una biopsia para identificar un cáncer con total seguridad.
El tratamiento utilizado consiste en radioterapia, la extirpación quirúrgica de la uretra, pero por lo general, también de la vejiga, o una combinación de radioterapia y extirpación quirúrgica. El pronóstico del cáncer de uretra depende de su localización precisa y de su extensión.