Nefritis tubulointersticial

PorFrank O'Brien, MD, Washington University in St. Louis
Revisado/Modificado ago 2023
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La nefritis tubulointersticial es la inflamación que afecta a los túbulos de los riñones y a los tejidos circundantes (tejido intersticial).

  • Este trastorno puede ser causado por enfermedades, fármacos y toxinas que dañan a los riñones.

  • Las personas afectadas pueden experimentar micción excesiva, necesidad de orinar por la noche, fiebre y/o erupción cutánea.

  • Se realizan análisis de sangre y orina de modo habitual; con frecuencia se llevan a cabo también pruebas de diagnóstico por la imagen y en ocasiones una biopsia del riñón.

  • Detener la exposición a los medicamentos o sustancias nocivas y toxinas y tratar los trastornos subyacentes mejora la función renal.

(Véase también Introducción a los trastornos del filtrado renal.)

La nefritis tubulointersticial puede ser

  • Aguda (de aparición repentina)

  • Crónica (de aparición gradual)

La nefritis tubulointersticial a menudo acaba provocando insuficiencia renal (pérdida de la mayoría de las funciones renales). Puede ser causada por diversas enfermedades, medicamentos, toxinas o radiación que daña los riñones. El daño a los túbulos se traduce en cambios en la cantidad de electrólitos (por ejemplo, sodio y potasio) en la sangre, o en alteraciones de la capacidad del riñón para concentrar la orina, lo que hace que esta esté demasiado diluida. Lo que a su vez provoca un aumento en el volumen de orina diario (poliuria) y dificultad para mantener el equilibrio adecuado de agua y electrólitos en la sangre.

Causas secundarias de nefritis tubulointersticial

  1. Enfermedades

  2. Medicamentos

    • Alopurinol

    • Medicamentos antirrechazo para receptores de trasplante (como ciclosporina y tacrolimús)

    • Ciertos antibióticos (como penicilinas, cefalosporinas, rifampicina, ciprofloxacino y sulfamidas, como la asociación trimetoprim-sulfametoxazol/trimetoprima)

    • Antineoplásicos (quimioterápicos)

    • Ciertos diuréticos (como la furosemida y la bumetanida)

    • Litio

    • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)

    • Inhibidores de la bomba de protones (tales como el omeprazol o el lansoprazol)

  3. Toxinas

    • Ácido aristolóquico

    • Cadmio

    • Plomo

Causas de nefritis tubulointersticial

La causa más frecuente de nefritis tubulointersticial aguda es una reacción alérgica a un fármaco. Los antibióticos, como la penicilina y las sulfonamidas, los diuréticos y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), incluyendo la aspirina (ácido acetilsalicílico), pueden desencadenar una reacción alérgica. El intervalo transcurrido entre la exposición al alérgeno causante de la reacción y el desarrollo de la nefritis tubulointersticial aguda suele oscilar entre 3 días y 5 semanas.

Los fármacos también pueden causar nefritis tubulointersticial a través de mecanismos no alérgicos. Por ejemplo, los AINE pueden dañar directamente a los riñones y en un plazo de 18 meses pueden causar nefritis tubulointersticial crónica.

La infección bacteriana de los riñones (pielonefritis) puede también causar nefritis tubulointersticial aguda o crónica. La insuficiencia renal es poco probable a menos que la inflamación cause una obstrucción de las vías urinarias o que la pielonefritis se desarrolle en ambos riñones.

La nefritis tubulointersticial puede tener su origen en trastornos inmunitarios que afectan principalmente al riñón, como la nefritis intersticial asociada a anticuerpos contra la membrana basal antitubular (anti-TBM).

Síntomas de la nefritis tubulointersticial

Algunas personas pueden presentar pocos síntomas o ninguno. Cuando aparecen los síntomas, varían considerablemente y pueden desarrollarse de forma gradual o repentina.

Nefritis tubulointersticial aguda

Cuando la nefritis tubulointersticial aparece súbitamente, el volumen de orina producido puede ser normal o inferior al habitual. A veces, la cantidad de orina producida es excesiva, la persona orina con más frecuencia y se despierta durante la noche para orinar (nicturia). Si la causa es la pielonefritis, los síntomas pueden incluir fiebre, dolor al orinar y dolor en la parte baja o lateral (costado) de la espalda. Si la causa es una reacción alérgica, los síntomas pueden ser fiebre y erupción cutánea.

Nefritis tubulointersticial crónica

Cuando la nefritis tubulointersticial evoluciona gradualmente y empeora progresivamente, los primeros síntomas que aparecen son los de una insuficiencia renal, como prurito, cansancio, disminución del apetito, náuseas, vómitos y dificultad respiratoria. En las primeras etapas de la enfermedad, la presión arterial es normal o solo ligeramente superior a la normal. La cantidad de orina producida puede ser mayor de lo normal.

Diagnóstico de la nefritis tubulointersticial

  • Pruebas de laboratorio

  • A veces, pruebas de diagnóstico por la imagen

Las pruebas de laboratorio (pruebas de función renal) por lo general permiten detectar señales de insuficiencia renal, como un aumento de la concentración de productos de desecho en sangre u otras anomalías características, como acidosis metabólica y baja concentración de potasio o de fosfatos. La biopsia renal es el único medio concluyente para diagnosticar la nefritis tubulointersticial, aunque la biopsia se realiza en raras ocasiones, por lo general cuando no puede encontrarse la causa o cuando se considera el tratamiento con corticoesteroides.

La orina puede ser casi normal, con solo indicios de proteínas o unos pocos glóbulos blancos, pero con frecuencia las anomalías son muy llamativas. La orina puede mostrar un gran número de glóbulos blancos, incluso eosinófilos. Los eosinófilos no suelen aparecer en la orina, pero por lo general cuando lo hacen significa que la persona puede padecer nefritis tubulointersticial aguda causada por una reacción alérgica. En tales casos, los análisis de sangre pueden revelar un incremento del número de eosinófilos en sangre.

El médico puede solicitar una ecografía, una gammagrafía o ambas pruebas. Cuando la causa es una reacción alérgica, los riñones suelen agrandarse a causa de la inflamación provocada por la alergia. Este aumento de tamaño puede constatarse mediante ecografía o gammagrafía, que son las pruebas de diagnóstico por la imagen que se realizan para diferenciar una nefritis tubulointersticial aguda de otros trastornos renales de aparición súbita.

Prueba analítica
Prueba analítica

Tratamiento de la nefritis tubulointersticial

  • Tratamiento de la causa

  • Corticoesteroides

  • Diálisis o trasplante renal

Nefritis tubulointersticial aguda

El primer paso en el tratamiento de la nefritis tubulointersticial aguda es detener la exposición a cualquier medicamento o toxina que esté causando el daño renal y tratar el trastorno subyacente. El tratamiento con un corticoesteroide puede acelerar la recuperación de la funcionalidad renal cuando la nefritis tubulointersticial es causada por ciertos trastornos (como el lupus eritematoso sistémico o el síndrome de Sjögren) o por una reacción alérgica. Si la función renal empeora y sobreviene insuficiencia renal, es necesaria la diálisis. En algunos casos, la lesión producida es irreversible y la insuficiencia renal se vuelve crónica.

Nefritis tubulointersticial crónica

La nefritis tubulointersticial crónica se trata suspendiendo el medicamento o la toxina causal o tratando el trastorno subyacente. Se utiliza a menudo la atención de apoyo, tales como el control de la presión arterial. Pueden utilizarse medicamentos para tratar de frenar la progresión de la enfermedad renal. El daño renal grave irreversible, cualquiera que sea su causa, se traduce en necesidad de diálisis o trasplante renal.

Pronóstico de la nefritis tubulointersticial

La función renal suele mejorar cuando se suspende la administración de un fármaco agresivo o cuando el tratamiento del trastorno subyacente obtiene resultados positivos, aunque es frecuente que se desarrollen algunas cicatrices en el riñón. El pronóstico tiende a ser peor cuando el fármaco responsable es un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE).

Cuando la inflamación ocurre de forma gradual, el daño renal se puede desarrollar a ritmos diferentes en las distintas partes del riñón. En algunos casos, el daño renal progresa hasta afectar a la mayor parte o a ambos riñones y se convierte en irreversible.

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