Existen muchos tipos de agentes de guerra química que afectan diferentes partes del cuerpo. Los agentes pulmonares afectan los pulmones y las vías respiratorias. Incluyen los tradicionales agentes «asfixiantes», como cloro, fosgeno, difosgeno y cloropicrina (a veces también considerado un agente antidisturbios), y algunos agentes vesicantes, como el gas mostaza, la Lewisita y la oxima de fosgeno (que también afectan a la piel), así como humos militares, productos de combustión y muchos productos químicos industriales tóxicos. La mayoría de estos compuestos son gases o líquidos que se evaporan fácilmente.
Estas sustancias se dividen en dos tipos, dependiendo de qué parte de las vías respiratorias se vean más afectadas:
Agentes de tipo 1: afectan a las vías respiratorias de gran calibre
Agentes de tipo 2: afectan a las vías respiratorias de pequeño calibre y a los pequeños sacos aéreos de los pulmones (alvéolos)
Los agentes de efectos mixtos pueden afectar a las vías respiratorias de gran calibre, las vías respiratorias de pequeño calibre y los alvéolos.
Los agentes de tipo 1 incluyen: amoníaco, cloruro de hidrógeno, fluoruro de hidrógeno, los agentes antidisturbios, la mayoría de humos, el dióxido de azufre y el gas mostaza o mostaza azufrada.
Los agentes de tipo 2 incluyen: cloropicrina, isocianato de metilo, fosgeno y tetracloruro de carbono.
Los agentes de efectos mixtos actúan tanto en las vías respiratorias de gran calibre como en los alvéolos, a dosis bajas o moderadas. Dichos agentes incluyen el cloro, el humo HC (hexacloroetano más óxido de cinc) o granada de humo, y la Lewisita.
Síntomas de las lesiones pulmonares producidas por guerra química
La exposición inicial a los agentes de tipo 1 provoca estornudos, tos y espasmo de la tráquea, lo cual puede bloquear las vías respiratorias También se puede producir irritación de los ojos. Las personas con espasmos traqueales están roncas, tienen sibilancias y jadean al respirar, un sonido denominado estridor. Sin embargo, con dosis elevadas de agentes de tipo 1 también se puede producir opresión en el pecho o dificultad respiratoria de inicio tardío (efectos de tipo 2).
Con agentes de tipo 2, las víctimas generalmente se sienten bien al principio, excepto por una tos e irritación iniciales, que luego se resuelven. Sin embargo, varias horas después desarrollan opresión en el pecho o dificultad respiratoria debido a la acumulación de líquido en los pulmones (edema pulmonar). La dificultad respiratoria o disnea que aparece en las 4 horas siguientes a la exposición es una señal de que la persona puede haber estado expuesta a una dosis potencialmente mortal.
Diagnóstico de las lesiones pulmonares producidas por guerra química
Evaluación médica
Radiografía de tórax
Evaluación frecuente del deterioro
A veces, broncoscopia
Los médicos y los servicios de emergencia basan el diagnóstico de la exposición a un arma química en los síntomas de la persona afectada. Escuchan su respiración las personas que presentan inicialmente ruidos torácicos y síntomas muy patentes probablemente estuvieron expuestos a un agente de tipo 1; las personas sin ruidos respiratorios y cuya dificultad respiratoria se presenta más tarde probablemente fueron expuestos a un agente de tipo 2.
La radiografía de tórax inicialmente puede parecer normal, pero más tarde empiezan a aparecer anomalías características. A veces, los médicos insertan un tubo flexible con una cámara en las vías respiratorias (broncoscopia) para determinar la magnitud del daño en las vías aéreas. La broncoscopia puede confirmar el daño infligido por los agentes de tipo 1, pero puede pasar por alto el daño precoz de los agentes de tipo 2.
Las pruebas de laboratorio no son útiles a los médicos para realizar un diagnóstico inicial; los médicos por lo general controlan el nivel de oxígeno en sangre para ayudar a determinar si el estado de la persona se está deteriorando.
Tratamiento de las lesiones pulmonares producidas por guerra química
Tratamiento de los síntomas específicos
Oxígeno (a través de una mascarilla facial o un tubo de respiración asistida)
A menudo, ingreso en una unidad de cuidados intensivos
Para los efectos de tipo 1: broncodilatadores y, en algunas ocasiones, corticoesteroides inhalados
Para los efectos de tipo 2: corticoesteroides orales, tratamientos para eliminar el líquido de los pulmones
Dado que los efectos mixtos son frecuentes, los médicos basan el tratamiento en los síntomas de la persona, más que en el agente específico. La descontaminación no suele ser necesaria para las personas expuestas al vapor o al gas y no existen antídotos específicos para estos agentes.
Para las personas cuyos síntomas se limitan principalmente a las vías respiratorias de gran calibre (efectos de tipo 1), los médicos administran oxígeno humidificado y templado, al 100% con mascarilla. Es posible que sea necesario eliminar residuos de las vías respiratorias de gran calibre mediante una broncoscopia. Es posible que los médicos deban colocar un tubo de respiración en la tráquea de la persona y pueden administrarle broncodilatadores, un tipo de fármaco inhalado que dilata las vías respiratorias (medicamentos similares a los que se utilizan para el asma). Pueden administrarse corticoesteroides inhalados para ayudar a disminuir la inflamación que suele acompañar a las lesiones pulmonares.
Las personas expuestas a un posible agente de tipo 2 se ingresan en una unidad de cuidados intensivos (UCI) y se les administra oxígeno. A veces, el oxígeno se administra bajo presión a través de una máscara especial ajustada a la cara o por medio de un tubo respirador colocado en la tráquea. El médico administra medicamentos para eliminar el líquido de los pulmones y puede administrar corticoesteroides por vía oral según el tipo de lesión que sospeche.