Los erizos de mar están revestidos de grandes espinas punzantes, afiladas y a veces, recubiertas de veneno. Tocar o pisar esas espinas afiladas por lo general causa una herida punzante y dolorosa. Las espinas se rompen con frecuencia en la piel y causan dolor crónico e inflamación cuando no se extraen. Puede producirse dolor muscular y articular, además de erupciones.
Las espinas de los erizos de mar deben ser extraídas de inmediato. Dado que el vinagre disuelve la mayoría de las espinas de los erizos de mar, es probable que sea suficiente aplicar varias compresas o baños de vinagre para quitar las espinas que no hayan penetrado a fondo. Para las espinas incrustadas puede ser necesaria la cirugía. (Por lo general, no es necesario obtener radiografías antes de la cirugía, pero puede ser necesario si el médico sospecha la presencia de espinas incrustadas pero no está seguro). Remojar la parte del cuerpo lesionada en agua caliente alivia el dolor.
(Véase también Introducción a las mordeduras y picaduras.)