Las especies de la bacteria gramnegativa cocobacilo Haemophilus causan numerosas infecciones leves y graves, como bacteriemia, meningitis, neumonía, sinusitis, otitis media, celulitis y epiglotitis. El diagnóstico se establece mediante cultivo, pruebas de amplificación de ácidos nucleicos y serotipificación. El tratamiento consiste en la administración de antibióticos.
Muchas especies de Haemophilus son flora normal del tracto respiratorio superior, y rara vez causan enfermedades. Las cepas patógenas penetran en el tracto respiratorio superior a través de la inhalación de gotas aerosolizadas o contacto directo. La diseminación es rápida en poblaciones no inmunizadas.
Los niños, en especial los de sexo masculino, tienen el riesgo más elevado de padecer infecciones graves. Los negros y los nativos americanos también tienen mayor riesgo de infección, pero es probable que gran parte de este aumento del riesgo refleje las disparidades en la atención sanitaria o en los determinantes sociales de la salud. Las condiciones de hacinamiento y la concurrencia a jardines de infancia predisponen a la infección, así como los estados de inmunodeficiencia, la asplenia y la anemia falciforme.
Hay varias especies patógenas de Haemophilus; la más común de ellas es el H. influenzae, que tiene 6 serotipos encapsulados diferentes (de la "a" a la "f") y numerosas cepas no encapsuladas, no tipificables. Antes del uso de la vacuna conjugada contraH. influenzae de tipo b (Hib), la mayoría de los casos graves y agresivos estaban causados por el tipo b.
Enfermedades causadas por Haemophilus spp
H. influenzae causa muchas infecciones pediátricas, entre ellas meningitis, bacteriemia, artritis séptica aguda, neumonía, traqueobronquitis, otitis media, conjuntivitis, sinusitis y epiglotitis aguda. Estas infecciones, al igual que las endocarditis y las infecciones urinarias, pueden aparecer también en adultos, aunque son mucho menos comunes.
Las cepas no tipificables de H. influenzae causan principalmente infecciones de las mucosas (p. ej., otitis media, sinusitis, conjuntivitis, bronquitis). En ocasiones, las cepas no encapsuladas causan infecciones agresivas en niños, pero pueden producir hasta la mitad de las infecciones graves por H. influenzae en los adultos.
El biogrupo aegyptius de H. influenzae (antes denominado H. aegyptius) puede causar conjuntivitis mucopurulenta y fiebre purpúrica brasileña bacteriémica.
H. ducreyi causa chancroide.
El H. parainfluenzae y el H. aphrophilus rara vez son causa de bacteriemia, endocarditis y abscesos cerebrales.
Diagnóstico de las infecciones por Haemophilus
Cultivos
Pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT)
A veces, serotipificación
El diagnóstico de las infecciones por Haemophilus se establece a partir del hemocultivo y el cultivo de los líquidos corporales.
Las pruebas de amplificación de ácidos nucleicos ayudan a identificar los patógenos que causan meningitis.
Las cepas involucradas en un cuadro generalizado deben ser serotipificadas.
Tratamiento de las infecciones por Haemophilus
Diversos antibióticos, según el sitio de la infección y su gravedad
El tratamiento de las infecciones por Haemophilus depende de la naturaleza y la ubicación de la infección, pero para los cuadros invasivos se usan beta-lactámicos/inhibidores de la beta-lactamasa, fluoroquinolonas y cefalosporinas de segunda y tercera generación. La vacuna conjugada contra Hib ha reducido mucho la incidencia de bacteriemia y otras infecciones invasivas.
Los niños con enfermedades graves son hospitalizados con aislamiento de gotitas respiratorias durante 24 horas después de comenzar los antibióticos.
La elección de los antibióticos depende en gran medida del sitio de la infección y exige un antibiograma; muchos de los aislamientos en los Eestados Unidos producen beta-lactamasas (p. ej., > 50% es resistente a ampicilina).
Para los cuadros agresivos, incluso en la meningitis, se recomiendan la cefotaxima o la ceftriaxona. Para las infecciones menos graves, suelen ser eficaces las cefalosporinas por vía oral (excepto las cefalosporinas de primera generación como la cefalexina), la azitromicina u otros macrólidos, la amoxicilina/clavulanato, la omadaciclina y la lefamulina. (Véase en la sección específica sobre cada enfermedad las recomendaciones pertinentes).
La cefotaxima y la ceftriaxona eliminan la portación respiratoria de H. influenzae, pero otros antibióticos utilizados para la infección sistémica no lo hacen de forma fiable. Por lo tanto, a los niños con enfermedad por Hib invasiva que no recibieron tratamiento con cefotaxima o ceftriaxona se les debe administrar rifampicina inmediatamente después de completar el tratamiento si son <2 años de edad o viven con alguien que es susceptible a la enfermedad invasiva por Hib.
Prevención de las infecciones por Haemophilus
Las vacunas conjugadas contra Hib (monovalente y en combinación con otras vacunas infantiles) están disponibles para niños desde ≥ 2 meses de vida y han reducido la incidencia de infecciones agresivas (p. ej., meningitis, epiglotitis o bacteriemia) en un 99%. Se administra una serie primaria a los 2, 4 y 6 meses, o a los 2 y 4 meses, según el producto utilizado. Está indicado un refuerzo entre los 12 y los 15 meses con cualquiera de los dos productos.
Los contactos domiciliarios de pacientes con enfermedad por Hib (H. influenzae de tipo b) invasiva pueden presentar síntomas como portadores de H. influenzae. Los contactos menores de 4 años, no inmunizados o inmunizados de manera incompleta, tienen riesgo de desarrollar la enfermedad y deben recibir una dosis de vacuna. Además, todos los miembros del hogar (excepto mujeres embarazadas) deben recibir profilaxis con rifampicina, en dosis de 600 mg (20 mg/kg para niños ≥ 1 mes; 10 mg/kg para niños < 1 mes) por vía oral, 1 vez al día durante 4 días.
Los contactos en la guardería de niños o jardín de infancia deben recibir profilaxis si se han producido ≥ 2 casos de enfermedad agresiva en 60 días. No se ha establecido el beneficio de la profilaxis para 1 solo caso de enfermedad invasiva.
Conceptos clave
Varias especies de Haemophilus son patógenas; el más común es H. influenzae.
H. influenzae causa muchos tipos de infección en las mucosas y, con menor frecuencia, infecciones invasivas, especialmente en niños.
La elección de los antibióticos depende del sitio de la infección, y requiere un antibiograma.
Las vacunas conjugadas contra H. influenzae tipo b (Hib), administradas como parte de la inmunización infantil de rutina a los niños ≥ 2 meses de edad, han reducido las infecciones invasivas en un 99%.
Los contactos cercanos pueden ser portadores asintomáticos de H. influenzae y normalmente se les da una profilaxis con rifampicina.
Más información
El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable por el contenido de este recurso.
Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Clinical Overview of Haemophilus influenzae Disease