Varios microorganismos patógenos, entre ellos bacterias (shigelosis, infección por Campylobacter o infección por Salmonella), virus (virus de hepatitis A, B y C) y parásitos (giardiasis o amebiasis), se transmiten a través de prácticas sexuales, en especial aquellas asociadas con contaminación fecal-oral. Con el fin de disminuir el riesgo, estas prácticas son
Oral-rectal
Anogenital
Orogenital
Coito genitogenital
Si bien algunos de los patógenos bacterianos o parasitarios mencionados pueden causar proctitis, en general producen una infección más alta en el intestino, que provoca síntomas como diarrea, fiebre, distensión abdominal, náuseas y dolor abdominal. Las infecciones múltiples son frecuentes, sobre todo en personas que tienen muchas parejas sexuales y que se involucran en prácticas sexuales que llevan al contacto oral-rectal directo o indirecto.
La mayoría de estos patógenos pueden causar infecciones sin síntomas; la infección asintomática es la regla con Entamoeba dispar (antes denominada Entamoeba histolytica no patógena), que suele afectar a hombres que tienen sexo con hombres.
(Véase también Generalidades sobre las infecciones de transmisión sexual.)