El embarazo postérmino es una gestación que dura ≥ 42 (> 41 6/7) semanas. El embarazo postérmino se define entre las semanas 41 0/7 y 41 6/7. La vigilancia prenatal se debe considerar a los 41 semanas. La inducción del trabajo de parto debe considerarse después de las 41 semanas y se recomienda después de las 42 semanas.
La precisión de la estimación de la edad gestacional es esencial para el diagnóstico de embarazo postérmino. En mujeres con ciclos menstruales normales, la edad gestacional puede estimarse basándose en el primer día del último período menstrual normal. Si la edad gestacional es incierta o inconsistente con la fecha de la última menstruación, la ecografía en la primera mitad del embarazo (hasta las 20 semanas) es el método más exacto, con una variación aceptada de +/− 7 días. Más adelante en la gestación, la variación aumenta +/− 14 días para las 20 o 30 semanas y +/− 21 días después de las 30 semanas.
El embarazo postérmino aumenta los riesgos para la mujer y el feto. Los riesgos incluyen
Crecimiento fetal anormal (macrosomía y síndrome de posmadurez fetal)
Líquido amniótico meconial
Resultados preocupantes en las pruebas fetales
Muerte fetal y neonatal
Necesidad de cuidados intensivos neonatales
Dyistocia (trabajo de parto difícil o anormal)
Laceraciones perineales
La posmadurez se refiere a la condición del feto que se produce cuando la placenta ya no puede mantener un medio ambiente saludable para el crecimiento y el desarrollo, por lo general debido a que el embarazo ha durado demasiado. El feto puede tener piel seca con descamación, uñas demasiado largas, una gran cantidad de pelo en el cuero cabelludo, pliegues marcados en palmas y plantas, falta de depósito de grasa y la piel teñida de color verde o amarillo por la presencia de meconio. Existe riesgo de síndrome de aspiración meconial.
El control prenatal se debe considerar a los 41 sem; abarca uno de los siguientes:
Prueba sin estrés
Perfil biofísico modificado (monitorización sin estrés y evaluación del volumen de líquido amniótico)
Perfil biofísico completo (evaluación del volumen de líquido amniótico y los movimientos fetales, el tono, la respiración y la frecuencia cardíaca)
Tratamiento
Inducción del trabajo de parto
A veces, cesárea
Si hay evidencia de compromiso fetal o de oligohidramnios, hay que extraer al feto. La inducción del trabajo de parto se puede considerar a las 41 a 42 semanas, sobre todo si el cuello uterino es favorable, y se recomienda después de las 42 semanas.
A veces se requiere un parto por cesárea.
Conceptos clave
La precisión de la estimación de la edad gestacional es esencial para el diagnóstico de embarazo postérmino; la ecografía en una etapa temprana del embarazo (hasta 20 semanas) es el método más preciso.
Se recomienda el control prenatal (p. ej., pruebas sin estrés, perfil biofísico) a las 41 semanas.
Si hay evidencia de compromiso fetal o de oligohidramnios, hay que extraer al feto.
Considere la posibilidad de inducir el parto entre las 41 y las 42 semanas; se recomienda después de las 42 semanas.