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Extrasístoles ventriculares

(Extrasístole ventricular)

PorL. Brent Mitchell, MD, Libin Cardiovascular Institute, University of Calgary
Revisado/Modificado sept 2024
Vista para pacientes

Las extrasístoles ventriculares (EV) son impulsos ventriculares aislados producidos por la reentrada del impulso dentro de los ventrículos o por un automatismo anormal de las células ventriculares o de Purkinje. Estas extrasístoles son muy frecuentes tanto en pacientes sanos como con cardiopatías. Las extrasístoles ventriculares podrían ser asintomáticas o causar palpitaciones. El diagnóstico se basa en el ECG. Por lo general, no se requiere tratamiento.

Recursos de temas

(Véase también Generalidades sobre las arritmias).

Las extrasístoles ventriculares, también denominadas contracciones ventriculares prematuras (CVP), pueden manifestarse en forma errática o a intervalos predecibles (p. ej., cada tres latidos [trigeminismo] o 2 latidos [bigeminismo]). Estas extrasístoles podrían presentarse con mayor asiduidad tras la exposición a estimulantes (p. ej., ansiedad, estrés, alcohol, cafeína, fármacos simpaticomiméticos), hipoxia o trastornos electrolíticos. Si bien las extrasístoles ventriculares suelen ser benignas, pueden ser manifestación de una cardiopatía estructural. Un aumento de la frecuencia o de la complejidad de las extrasístoles ventriculares con el ejercicio puede indicar una isquemia miocárdica reversible. Los pacientes con extrasístoles ventriculares muy frecuentes pueden desarrollar miocardiopatía reversible inducida por extrasístoles ventriculares, sobre todo si hay una miocardiopatía subyacente (1).

Algunas personas con un corazón estructuralmente normal tienen extrasístoles ventriculares debidas al retraso mediado por AMP cíclico después de las despolarizaciones. Reconociendo sus sitios de origen habituales, estas extrasístoles ventriculares idiopáticas se denominan extrasístoles ventriculares del tracto de salida del ventrículo derecho o extrasístoles ventriculares del tracto de salida del ventrículo izquierdo (2). Por lo general tienen una morfología similar a la del bloqueo de rama izquierda y un eje vertical descendente (QRS positivo en la derivación V1, QRS negativo en la derivación aVL y QRS casi isoeléctrico en la derivación I) (véase la figura Ritmo sinusal con extrasístoles ventriculares debido a la ectopia del tracto de salida del ventrículo derecho).

Las personas que experimentan extrasístoles ventriculares podrían percibirlas como latidos perdidos o salteados, aunque en realidad no se percibe la extrasístole propiamente dicha sino el latido sinusal acentuado subsiguiente. Cuando las extrasístoles ventriculares son muy frecuentes, en particular cuando aparecen cada 2 latidos, podrían desarrollarse síntomas hemodinámicos leves porque la frecuencia sinusal está reducida a la mitad. Los soplos de eyección preexistentes podrían acentuarse debido al aumento del llenado cardíaco y a la mayor contractilidad posterior a la pausa compensadora.

Referencias generales

  1. 1. Latchamsetty R, Bogun F: Premature Ventricular Complex-Induced Cardiomyopathy. JACC Clin Electrophysiol 5(5):537–550, 2019. doi: 10.1016/j.jacep.2019.03.013

  2. 2. Lerman BB: Mechanism, diagnosis, and treatment of outflow tract tachycardia. Nat Rev Cardiol 12(10):597–608, 2015. doi: 10.1038/nrcardio.2015.121

Diagnóstico de las extrasístoles ventriculares

  • ECG

  • A veces, monitorización ambulatoria de las 24 horas y ecocardiografía

El diagnóstico de las extrasístoles ventriculares se basa en los hallazgos del ECG, que muestra un complejo QRS ancho sin onda P precedente y seguido en forma típica por una pausa compensadora completa. En los pacientes cuyos antecedentes (incluidos los antecedentes familiares), el examen físico o el ECG sugieren una posible cardiopatía estructural subyacente, se debe hacer monitorización ambulatoria de 24 horas y un ecocardiograma (1). Si se sospecha una cardiopatía isquémica, se indica una prueba de esfuerzo con fines diagnósticos y para establecer si requiere más estudios que permitan evaluar la gravedad de la enfermedad coronaria y la necesidad de revascularización coronaria (1).

Referencia del diagnóstico

  1. 1. Pedersen CT, Kay GN, Kalman J, et al: EHRA/HRS/APHRS expert consensus on ventricular arrhythmias. Heart Rhythm 11(10):e166–e196, 2014. doi: 10.1016/j.hrthm.2014.07.024

Tratamiento de los latidos prematuros ventriculares

  • Beta-bloqueantes o antagonistas del calcio no dihidropiridínicos en pacientes con síntomas molestos

  • En raras ocasiones, un medicamento antiarrítmico de clase I o III

  • Con muy poca frecuencia, ablación

En ausencia de un trastorno cardíaco estructural, las extrasístoles ventriculares asintomáticas o levemente sintomáticas tienen un pronóstico benigno y no requieren ningún tratamiento más que tranquilizar al paciente (1). El tratamiento de las extrasístoles ventriculares solo es necesario para el alivio de los síntomas molestos.

El tratamiento comienza con beta-bloqueantes o antagonistas del calcio no dihidropiridínicos (verapamilo o diltiazem). Estos medicamentos son particularmente eficaces en pacientes con extrasístoles ventriculares del tracto de salida del ventrículo derecho o izquierdo (1). Los fármacos antiarrítmicos de clase I o III pueden aumentar el riesgo de mortalidad y no se utilizan con frecuencia en pacientes con cardiopatía estructural. Para ayudar a prevenir o revertir la miocardiopatía inducida por extrasístoles ventriculares, los pacientes con extrasístoles ventriculares resistentes a la medicación y disfunción sistólica ventricular progresiva se tratan con ablación transcatéter (2). La ablación también se puede ofrecer si los síntomas son intolerables (1). La ablación es particularmente eficaz en pacientes con extrasístoles ventriculares del tracto de salida del ventrículo derecho o izquierdo (1).

En pacientes con un trastorno cardíaco estructural, las extrasístoles ventriculares frecuentes (> 10/minuto) se correlacionan con un aumento de la mortalidad. Sin embargo, ningún estudio ha demostrado que la supresión farmacológica reduzca la mortalidad.

La tasa de mortalidad de los pacientes que se encuentran en el período posinfarto de miocardio es más elevada cuando se tratan con antiarrítmicos de clase I que cuando se tratan con placebo (3). Este hallazgo podría reflejar los efectos adversos de los antiarrítmicos. Los beta-bloqueantes (antiarrítmicos de clase II) deben indicarse si están indicados como parte del tratamiento dirigido por la guía para la cardiopatía estructural subyacente. Son beneficiosos en la insuficiencia cardíaca sintomática o si es necesario para el alivio de los síntomas resultantes de las extrasístoles ventriculares. Los antagonistas del calcio no dihidropiridínicos (verapamilo, diltiazem) no deben utilizarse en pacientes con reducción significativa de la función sistólica del ventrículo izquierdo. Si las extrasístoles ventriculares aumentan durante el ejercicio en un paciente con enfermedad coronaria, debe considerarse la realización de una angioplastia coronaria transluminal percutánea o una cirugía de revascularización miocárdica (con derivación de la arteria coronaria) (1).

Referencias del tratamiento

  1. 1. Pedersen CT, Kay GN, Kalman J, et al: EHRA/HRS/APHRS expert consensus on ventricular arrhythmias. Heart Rhythm 11(10):e166–e196, 2014. doi: 10.1016/j.hrthm.2014.07.024

  2. 2. Latchamsetty R, Bogun F: Premature Ventricular Complex-Induced Cardiomyopathy. JACC Clin Electrophysiol 5(5):537–550, 2019. doi: 10.1016/j.jacep.2019.03.013

  3. 3. Echt DS, Liebson PR, Mitchell LB, et al: Mortality and morbidity in patients receiving encainideflecainide, or placebo. The Cardiac Arrhythmia Suppression Trial. N Engl J Med 324(12):781–788, 1991. doi: 10.1056/NEJM199103213241201

Pronóstico de los latidas prematuras ventriculares

Las extrasístoles ventriculares no son significativas en los pacientes sin cardiopatías y no requieren tratamiento, salvo evitar los factores desencadenantes evidentes. La terapia solo se ofrece si los síntomas son intolerables o si las extrasístoles ventriculares son muy frecuentes y, al inducir una asincronía interventricular, provocan miocardiopatía con insuficiencia cardíaca. Otros antiarrítmicos que suprimen las extrasístoles ventriculares aumentan el riesgo de desarrollar arritmias más graves.

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