El cáncer anal representa aproximadamente 9760 casos y alrededor de 1870 muertes en los Estados Unidos anualmente (1). El síntoma principal es la hematoquecia. El diagnóstico se realiza por endoscopia. Las opciones de tratamiento incluyen exéresis, quimioterapia y radioterapia.
El carcinoma epidermoide (no queratinizante o basaloide) es la causa más frecuente de cáncer de ano-recto. El carcinoma basocelular, la enfermedad de Bowen (carcinoma epidermoide intradérmico), la enfermedad de Paget extramamaria, el carcinoma cloacógeno y el melanoma maligno son menos frecuentes. Otros tumores son el linfoma y los diversos sarcomas. Las metástasis siguen los linfáticos del recto hacia los ganglios linfáticos inguinales.
Los factores de riesgo para el cáncer de ano incluyen los siguientes:
Fístulas crónicas
Piel anal irradiada
Infección del linfogranuloma venéreo
Infección por Condyloma acuminatum
Tabaquismo
Las personas que practican coito anal pasivo tienen mayor riesgo. Los pacientes con infección por HPV pueden presentar displasia de epitelio anal ligeramente anormal o de aspecto normal (neoplasia intraepitelial anal, que se clasifica histológicamente en grado I, II o III). Estos cambios son más comunes en pacientes infectados por HIV (véase Cáncer epidermoide de ano y vulva). Los grados más altos pueden progresar a carcinoma invasor. No se ha esclarecido si el reconocimiento y la erradicación tempranos mejoran el pronóstico a largo plazo; por consiguiente, no hay recomendaciones claras para la deteccción sistemática.
Referencia general
1. Siegel RL, Miller KD, Wagle NS, Jemal A: Cancer statistics, 2023. CA Cancer J Clin 73(1):17–48, 2023. doi: 10.3322/caac.21763
Síntomas y signos del cáncer anal
El síntoma inicial más frecuente del cáncer anal es el sangrado con la defecación. Algunos pacientes refieren dolor, tenesmo o sensación de evacuación incompleta. Se puede palpar una masa en el tacto rectal.
Diagnóstico del cáncer anal
Sigmoidoscopia o colonoscopia
Biopsia
Se realiza una sigmoidoscopia flexible o una anoscopia rígida o sigmoidoscopia para evaluar el área. Puede ser necesaria una biopsia de piel por un dermatólogo o un cirujano para las lesiones cercanas a la unión escamocilíndrica (línea Z). Siempre que se produce rectorragia, aun en pacientes con hemorroides evidentes o diagnóstico de enfermedad diverticular, se debe descartar cáncer coexistente.
Una vez diagnosticado el cáncer anal, se requiere la estadificación con TC de tórax, abdomen y pelvis; RM; o tomografía por emisión de positrones (PET) para descartar enfermedad metastásica.
Tratamiento del cáncer anal
Quimioterapia y radioterapia combinadas (quimiorradioterapia)
A veces, resección quirúrgica para el tratamiento de la enfermedad refractaria o recurrente
La quimiorradioterapia constituye la terapia inicial en la mayoría de los casos y logra una alta tasa de curación cuando se usa en tumores epidermoides anales y cloacogénicos.
La regresión tumoral continúa hasta 6 meses después de finalizada la quimiorradiación (1). La observación de una respuesta completa durante este período es aceptable antes de considerar la cirugía.
Está indicada la resección abdominoperineal cuando la radioterapia y la quimioterapia no inducen la regresión completa del tumor o existe enfermedad recurrente.
Referencia del tratamiento
1. James RD, Glynne-Jones R, Meadows HM, et al: Mitomycin or cisplatin chemoradiation with or without maintenance chemotherapy for treatment of squamous-cell carcinoma of the anus (ACT II): A randomised, phase 3, open-label, 2 × 2 factorial trial. Lancet Oncol 14(6):516–524, 2013. doi: 10.1016/S1470-2045(13)70086-X