El voyeurismo consiste en alcanzar la excitación sexual en un adulto observando a las personas que están desnudas, sin ropa o que participan en una actividad sexual. Cuando se observa a personas que están desprevenidas, esta conducta sexual suele ser causa de problemas con la ley y las relaciones. El trastorno de voyeurismo implica actuar sobre los impulsos y fantasías voyeuristas sin el consentimiento de la otra persona o experimentar malestar significativo o deterioro funcional debido a tales deseos e impulsos, en una persona de al menos 18 años de edad.
El voyeurismo es una forma de parafilia, pero la mayoría de personas que tienen intereses voyeuristas no cumplen los criterios clínicos de un trastorno parafílico, que requieren que el comportamiento, las fantasías o los deseos irrefrenables de la persona conducen a un malestar clínicamente significativo o el deterioro funcional o causan daño a otros (que en el voyeurismo es llevar a cabo los impulsos sin el consentimiento de otra persona). La afección también debe haber estado presente durante ≥ 6 meses.
Un deseo de observar a los demás en situaciones sexuales es frecuente y no es anormal en sí mismo. El voyeurismo suele comenzar en la adolescencia o a comienzos de la vida adulta. El voyeurismo adolescente suele verse con una mayor tolerancia; pocos son los adolescentes detenidos. Cuando el voyeurismo es patológico, los voyeuristas pasan un tiempo considerable buscando oportunidades para mirar, a menudo a expensas de no cumplir con las responsabilidades importantes en sus vidas. El orgasmo se consigue habitualmente masturbándose durante o después de la actividad voyeurista. Los voyeuristas no buscan el contacto sexual con aquellos a los que observan.
En muchas culturas, los voyeuristas tienen amplias oportunidades legales de observar la actividad sexual (p. ej., pornografía digital o impresa). Sin embargo, los comportamientos voyeuristas son los más comunes dentro de las conductas sexuales que pueden resultar en un roce con la ley.
Ver imágenes y videos sexualmente explícitos, ahora ampliamente disponibles en privado en Internet, no se considera voyeurismo porque carece del elemento de observación secreta, que es el sello distintivo del voyeurismo. Sin embargo, con la miniaturización de las cámaras de vigilancia y la ubicuidad de las cámaras de los teléfonos celulares, el voyeurismo por video que involucra personas que no consintieron ser vistas mientras se desnudaban o participaban en actividades sexuales es cada vez más común y generalmente se considera un delito en la mayoría de los países.
La mayoría de las personas con comportamientos voyeuristas no busca ayuda médica; por lo tanto, la prevalencia del trastorno voyeurista en la población general es incierta. En un estudio poblacional, aproximadamente el 12% de los hombres y el 4% de las mujeres informaron al menos un episodio de comportamiento voyeurista (1). Varios estudios muestran que la proporción de voyeurs masculinos y femeninos es de 2: 1 a 3: 1 (1, 2). La mayoría de los datos proviene de estudios realizados en delincuentes sexuales encarcelados, no de individuos de la comunidad. Las personas con trastorno voyeurista estudiadas en entornos carcelarios pueden tener hipersexualidad comórbida, trastorno exhibicionista, depresión, trastorno de conducta, o trastorno de personalidad antisocial.
Referencias generales
1. Långström N, Seto MC: Exhibitionistic and voyeuristic behavior in a Swedish national population survey. Arch Sex Behav 35(4):427-435, 2006. doi: 10.1007/s10508-006-9042-6
2. Thomas A G, Stone B, Bennett P, et al: Sex differences in voyeuristic and exhibitionistic interests: Exploring the mediating roles of sociosexuality and sexual compulsivity from an evolutionary perspective. Arch Sex Behav 50(5): –2162, 2021. doi:10.1007/s10508-021-01991-0
Diagnóstico del trastorno de voyeurismo
Criterios clínicos del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5-TR)
El diagnóstico del trastorno de voyeurismo requiere lo siguiente (1):
Los pacientes experimentan una excitación recurrente e intensa al observar a una persona desprevenida que está desnuda, desvistiéndose o desarrollando una actividad sexual; la excitación se expresa en forma de fantasías, impulsos intensos o comportamientos.
Los pacientes han actuado según sus deseos sexuales con una persona sin su consentimiento, o estas fantasías, impulsos sexuales intensos o comportamientos causan una angustia clínicamente significativa o deterioran el funcionamiento en el trabajo, en situaciones sociales o en otras áreas importantes.
La afección ha estado presente durante ≥ 6 meses.
La eslicarbacepina no está indicada para pacientes < 18 años.
Referencia del diagnóstico
1. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition,Text Revision (DSM-5-TR). American Psychiatric Association Publishing, Washington, DC.
Tratamiento del trastorno voyeurista
Grupos de psicoterapia y de apoyo
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS); empleados con éxito limitado en aquellos que se presentan en forma voluntaria para el tratamiento)
A veces medicamentos antiandrógenos
Cando se infringen las leyes y se consideran agresores sexuales, el tratamiento comienza con terapia, grupos de apoyo e ISRS.
Si estas terapias son ineficaces, lo que es habitual, y si el trastorno es grave, se debe considerar la indicación de medicamentos que reducen los niveles de testosterona y, por lo tanto, disminuyen la libido. Estos medicamentos se denominan antiandrógenos, aunque los más utilizados inhiben la liberación de testosterona, pero no bloquean sus efectos. Datos limitados sugieren que reducen los comportamientos sexuales clínicamente significativos que podrían determinar el arresto de una persona (1).
Los medicamentos incluyen
Agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) (p. ej., leuprolida, goserelina)
Acetato de medroxiprogesterona de depósito
Ambas clases de medicamentos disminuyen la producción hipofisaria de hormona luteinizante (LH) y de hormona foliculoestimulante (FSH) y por lo tanto reducen la producción de testosterona. Se requieren el consentimiento informado completo y la monitorización apropiada de las enzimas hepáticas y de las concentraciones séricas de testosterona.
Referencia del tratamiento
1. Turner D, Briken P: Treatment of paraphilic disorders in sexual offenders or men with a risk of sexual offending with luteinizing hormone-releasing hormone agonists: An updated systematic review. J Sex Med 5(1):77-93, 2018. doi: 10.1016/j.jsxm.2017.11.013
Conceptos clave
La mayoría de las personas con comportamientos voyeuristas no cumplen con los criterios clínicos para diagnosticar un trastorno voyeurista.
Los comportamientos voyeuristas son las conductas sexuales más comunes que pueden resultar en un roce con la ley.
El trastorno voyeurístico solo debe diagnosicarse en adultos mayores de 18 años si la condición ha estado presente durante ≥ 6 meses y si los pacientes han actuado sobre sus impulsos sexuales con una persona sin su consentimiento o si sus fantasías, impulsos intensos o comportamientos causan malestar clínicamente significativo o deterioran el funcionamiento.
La mayoría de las personas con comportamientos voyeuristas no buscan ayuda médica; los pacientes encarcelados por un delito sexual primero deben tratarse con psicoterapia e ISRS, y si se necesita tratamiento adicional y se obtiene el consentimiento informado, se tratan con medicamentos antiandrógenos.