Los trastornos de la conducta alimentaria implican una alteración persistente de la ingesta de alimentos o de comportamientos relacionados con la alimentación que
Altera la ingesta o absorción de los alimentos
Deteriora significativamente la salud física y/o el funcionamiento psicosocial
Los trastornos de la conducta alimentaria específicos incluyen
La anorexia nerviosa se caracteriza por una búsqueda incesante de la delgadez, un miedo patológico a la obesidad, una imagen corporal distorsionada y la ingesta restringida conforme a las exigencias, lo cual provoca una pérdida de peso significativa hasta el punto de afectar la salud. Este trastorno puede o no incluir purgas (p. ej., vómitos autoinducidos).
El trastorno de evitación/restricción de la ingesta de alimentos se caracteriza por la negación a consumir alimentos o la restricción de la ingesta de alimentos que induce una pérdida de peso significativa, deficiencia nutricional, dependencia del soporte nutricional y/o alteración notable del funcionamiento psicosocial. Sin embargo, a diferencia de la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, este trastorno no incluye la preocupación por la forma del cuerpo o el peso.
El trastorno por atracones se caracteriza por episodios recurrentes en los cuales las personas consumen grandes cantidades de alimentos y sienten que han perdido el control. Tras los episodios no se produce una conducta compensatoria inapropiada (p. ej., vómito autoinducido).
La bulimia nerviosa se caracteriza por episodios recurrentes de atracones de comida seguidos por alguna forma de conducta compensatoria inapropiada como purgas (vómitos autoinducidos, y abuso de laxantes y diuréticos), ayuno o ejercicio intenso.
Pica es el consumo persistente de material no nutritivo y no alimenticio que no es apropiado para el desarrollo (es decir, la pica no se diagnostica en niños < 2 años) y que no forma parte de una tradición cultural.
El trastorno por rumiación es la regurgitación repetida de alimentos después de ingerirlos.
Los trastornos alimentarios son más frecuentes en las mujeres, especialmente las más jóvenes, que en los hombres.
Véase también the American Psychiatric Association’s Practice Guidelines: Treatment of Patients With Eating Disorders, 3rd Edition and guidelines from the National Institute for Clinical Excellence [NICE], December, 2020.