Los principales objetivos de desarrollo de fármacos están demostrando la efectividad y la inocuidad del fármaco. El concepto de seguridad es relativo, porque todo fármaco puede ser tan perjudicial como beneficioso. Se conoce como margen de seguridad la diferencia entre la dosis eficaz habitual y la dosis que causa reacciones adversas graves o de riesgo mortal. Es deseable un margen amplio de seguridad, pero cuando se trata de una enfermedad grave o peligrosa, o cuando no hay otras opciones, debe aceptarse un margen de seguridad más estrecho. En caso de que la dosis eficaz habitual sea también tóxica, los médicos no utilizarán el fármaco a menos que la situación sea grave y no haya una alternativa más segura.
Los fármacos más útiles son eficaces y en general seguros. La penicilina es un medicamento de este tipo. Está prácticamente exenta de toxicidad incluso en dosis altas, excepto en las personas con alergia a ella. En cambio, los barbitúricos, que en otros tiempos fueron utilizados a menudo como somníferos, pueden interferir en la respiración, disminuir peligrosamente la presión arterial e incluso causar la muerte si se toman en exceso. Los somníferos más recientes, como el temazepam y el zolpidem, tienen un margen de seguridad mayor que el de los barbitúricos.
Pero no siempre es posible lograr que los fármacos eficaces tengan un amplio margen de seguridad y pocos efectos secundarios. Por lo tanto, algunos fármacos deben ser utilizados aun teniendo un margen de seguridad muy estrecho. Por ejemplo, warfarina, uno de los medicamentos que se administran para prevenir la coagulación sanguínea, puede causar hemorragia, pero se utiliza en casos en que es tan necesario su uso que hay que asumir el riesgo. Las personas que toman warfarina deben someterse a controles frecuentes para determinar si el fármaco está dando lugar a una coagulación sanguínea excesiva, baja o adecuada.
Otro ejemplo es la clozapina. Este fármaco suele ser beneficioso en las personas con esquizofrenia cuando todos los demás fármacos administrados han sido ineficaces. Pero la clozapina tiene un efecto secundario grave: puede disminuir la producción de glóbulos blancos (leucocitos), necesarios para la protección frente a las infecciones. Debido a este riesgo, las personas que toman clozapina tienen que someterse a frecuentes análisis de sangre.
Para que el plan terapéutico sea lo más seguro y eficaz posible, las personas deben informar bien a los profesionales de la salud acerca de su historial clínico, la medicación que estén tomando (incluidos los fármacos de venta sin receta) y los complementos dietéticos que utilicen (incluidas las hierbas medicinales), así como cualquier otra información médica relevante. Además, no deben dudar en pedir al médico, al enfermero o al farmacéutico que les explique los objetivos del tratamiento, las reacciones adversas u otros problemas posibles, y en qué medida ellos pueden participar en el tratamiento para obtener el mejor resultado.
Aprovechar al máximo el tratamiento farmacológico
Es posible contribuir a una mayor eficacia y seguridad de un plan terapéutico comunicando al personal médico, de enfermería o farmacéutico:
Los problemas médicos que se padecen
Los fármacos (con y sin prescripción médica) y los suplementos dietéticos (incluso hierbas medicinales) que se han tomado en las últimas semanas
Si se ha tenido o se tiene algún tipo de alergia o reacción poco común al tomar algunos fármacos, alimentos u otras sustancias
Si se está sometido a dietas especiales o restricciones alimentarias
Si se está embarazada o se planea estarlo, o bien si se está en periodo de lactancia
Además, las personas involucradas pueden ayudar mediante el hecho de
Conocer la marca, el nombre genérico o ambos de un medicamento y saber para qué se toma
Leer atentamente el prospecto o la información del envase antes de tomar un fármaco, tanto si ha sido prescrito como si se ha adquirido sin receta
Conocer la razón por la que se toma el medicamento, saber cuándo el medicamento está produciendo el efecto deseado y cuáles son sus posibles efectos secundarios
Saber cuánto tiempo debe tomarse el medicamento
No beber alcohol si así se lo han indicando
No masticar, romper ni aplastar una cápsula o una pastilla salvo si lo indican las instrucciones
No usar cucharas domésticas para medir la dosis de medicamentos líquidos
Saber qué hay que hacer en caso de saltarse una dosis
Usar recursos simples, como calendarios u organizadores semanales, para seguir el tratamiento según lo indicado
Conservar los medicamentos en el lugar correcto (un lugar fresco y seco, resguardados de la luz solar y siempre fuera del alcance de los niños y de los animales domésticos)
Deshacerse adecuadamente de los fármacos caducados
No tomar nunca la medicación que se ha prescrito a otra persona
Seguir las medidas preventivas recomendadas y participar en los programas de salud que le hayan recomendado
Tener a mano una lista de los fármacos que se están tomando
Cumplir con las citas
Buscar atención médica de inmediato si aparece algún problema
Contactar con su proveedor o farmacéutico para responder a cualquier pregunta que pueda surgir
Más información
Los siguientes son algunos recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.
The Center for Information and Study on Clinical Research Participation (CISCRP): (Centro para la Información y los Estudios sobre la Participación en la Investigación Clínica, CISCRP por sus siglas en inglés): una organización sin ánimo de lucro que educa e informa a los pacientes, a los investigadores médicos, a los medios de comunicación y a los responsables de la formulación de políticas sobre el papel que desempeñan todos ellos en la investigación clínica
ClinicalTrials.gov: una base de datos de estudios clínicos financiados con fondos públicos y privados y realizados en todo el mundo