El bejel (también conocido como sífilis endémica o dichuchwa), el pian (frambesia o buba) y la pinta son infecciones causadas por especies de Treponema, unas bacterias con forma de espiral llamadas espiroquetas.
Estas infecciones se transmiten por contacto cercano con la piel de una persona infectada, por regla general entre niños que viven en condiciones higiénicas deficientes.
El bejel produce úlceras bucales y bultos destructivos en los huesos.
El pian causa úlceras en la piel y tumores desfigurantes en las piernas y alrededor de la nariz y la boca.
La pinta produce ronchas (placas en la piel) pruriginosas, gruesas y con alteraciones de la coloración.
Los médicos diagnostican estas infecciones en personas que sufren síntomas característicos y que han pasado tiempo en áreas donde las infecciones son frecuentes.
Una sola dosis del antibiótico azitromicina mata las bacterias.
(Véase también Introducción a las bacterias.)
Los trastornos causados por Treponema, como el bejel, el pian y la pinta, se conocen como treponematosis. La sífilis es otra treponematosis causada por la bacteria Treponema pallidum, estrechamente relacionada. Sin embargo, la sífilis y el bejel, el pian y la pinta se transmiten de diferentes maneras. La sífilis se contagia por contacto sexual, mientras que el bejel, el pian y la pinta se contagian por contacto cercano (sea sexual o no) con la piel de una persona infectada, principalmente entre niños que viven en condiciones higiénicas deficientes. El bejel también puede contagiarse por contacto boca a boca o cuando se comparten los utensilios que se usan para comer. También, a diferencia de la sífilis, el bejel, el pian y la pinta, no se contagian a través del contacto con sangre contaminada ni de la madre al feto durante el embarazo.
El bejel se presenta principalmente en los países secos y cálidos de la región del Mediterráneo oriental y el África occidental sahariana.
El pian ocurre en países cálidos y húmedos que están muy cerca del ecuador en África, América Latina, Asia y las islas del Pacífico.
La pinta es frecuente entre la población nativa de México, Centroamérica y América del Sur. La pinta no es muy contagiosa.
El bejel, el pian y la pinta raramente ocurren en Estados Unidos, excepto entre inmigrantes procedentes de áreas donde estas enfermedades son frecuentes.
Síntomas del bejel, pian y pinta
El pian y la pinta, como la sífilis, comienzan con síntomas cutáneos; el bejel comienza con úlceras en la boca. Dichos síntomas desaparecen y, después de un periodo prácticamente asintomático, se desarrollan nuevos síntomas.
Bejel
El bejel comienza habitualmente en la infancia. Afecta en primer lugar la membrana mucosa de la boca, y posteriormente la piel y los huesos. La úlcera bucal inicial puede pasar desapercibida. Después se desarrollan parches húmedos en la boca. Se resuelven en un periodo de meses a años. Durante este tiempo, las personas no tienen síntomas, o tienen muy pocos. Después se pueden desarrollar llagas en el tronco y en las extremidades.
Aparecen nódulos en los huesos largos, principalmente en los huesos de las piernas, y en los tejidos alrededor de la boca, la nariz y el paladar. Estas protuberancias destruyen el tejido, provocando que los huesos se deformen y desfiguren la cara.
Pian
El pian afecta la piel y los huesos. Varias semanas después de la exposición al Treponema, el pian comienza como una úlcera ligeramente abultada en el lugar de la infección, casi siempre en una pierna. La úlcera se cura, pero después aparecen nódulos blandos (granulomas) que se abren en el rostro, los brazos, las piernas y las nalgas. Estos granulomas desaparecen lentamente y suelen tener recidivas. La piel de las palmas de las manos y las plantas de los pies se puede engrosar y romper formando úlceras dolorosas. Las úlceras en los pies dificultan la marcha y obligan a las personas afectadas a caminar sobre los lados de los pies, por lo que a veces se habla de "caminar de lado como los cangrejos".
Posteriormente, se destruyen ciertas zonas de las tibias y aparecen otras formaciones desfigurantes, en especial alrededor de la nariz, la boca y el paladar (una ulceración denominada gangosa).
El pian comienza como una llaga ligeramente elevada en el lugar de la infección. La llaga puede ser una protuberancia amarillenta (parte superior). Se puede formar una costra en la superficie de la llaga (parte inferior).
Imagen arriba cortesía del Dr. Peter Perine via the Public Health Image Library of the Centers for Disease Control and Prevention. Imagen abajo cortesía de K McLennon, Tulane University Medical School, via the Public Health Image Library of the Centers for Disease Control and Prevention.
Después de la primera cicatrización de las úlceras, pueden formarse nódulos blandos (granulomas) en la cara, las piernas (parte superior) o las nalgas. La piel de las plantas de los pies puede engrosarse (abajo) y abrirse formándose llagas dolorosas, lo que dificulta la marcha.
Imagen arriba cortesía del Dr. Peter Perine via the Public Health Image Library of the Centers for Disease Control and Prevention. Imagen abajo cortesía del Dr. Susan Lindsley via the Public Health Image Library of the Centers for Disease Control and Prevention.
Si el pian no se trata, pueden aparecer crecimientos desfigurantes y destructivos, especialmente alrededor de la nariz, la boca y el paladar.
Imagen cortesía del Dr. Peter Perine via the Public Health Image Library of the Centers for Disease Control and Prevention.
Pinta
La pinta solo produce lesiones cutáneas; comienza con zonas planas pruriginosas y enrojecidas en las manos, los pies, las piernas, los brazos, la cara y el cuello. Estas áreas pueden aumentar de tamaño y de espesor. Después de varios meses, aparecen manchas gruesas y planas por todo el cuerpo. Suelen desarrollarse donde los huesos están cerca de la piel, por ejemplo, en el codo.
Posteriormente las placas pierden su pigmentación o se vuelven de color gris-azulado. Sin tratamiento, estas placas por lo general no desaparecen.
Diagnóstico de bejel, pian y pinta
Evaluación médica
Los médicos establecen el diagnóstico de bejel, pian o pinta cuando aparecen los síntomas característicos en personas que viven o han estado en un área donde dichas infecciones son frecuentes. A veces, los médicos examinan una muestra de las úlceras de la piel al microscopio.
Las bacterias causantes de dichas infecciones y las que causan la sífilis son tan similares que los médicos, a veces, indican análisis de sangre para la sífilis. Las personas que sufren una de estas infecciones dan positivo en las pruebas para detectar la sífilis.
Tratamiento del Bejel, pian y pinta
Una sola dosis de azitromicina por vía oral
Se administran antibióticos. Una sola dosis de azitromicina administrada por vía oral mata las bacterias. Este tratamiento permite la curación de la piel. Sin embargo, pueden quedar algunas cicatrices, sobre todo si se ha destruido una gran cantidad de tejido.
Se puede administrar una inyección de penicilina en aquellas personas que no pueden tener azitromicina. Otra alternativa es la doxiciclina administrada por vía oral durante 14 días.
Los responsables de salud pública deben localizar y tratar a las personas infectadas y a sus allegados.