La atención médica preventiva para las mujeres consiste en una visita médica cada año o cada pocos años con una exploración ginecológica y pruebas de cribado. Aunque estas visitas se suelen denominar visitas de "mujer sana" (o visitas de rutina), la atención ginecológica preventiva también puede ser relevante para las personas con diversidad de género.
Para la atención ginecológica, la mujer debe escoger un profesional con quien pueda hablar con confianza de ciertos temas delicados, como los problemas relacionados con el sexo, el control de la natalidad, el embarazo y la menopausia. El profesional sanitario puede ser un ginecólogo, un médico de atención primaria, una comadrona, una enfermera o un asistente médico. Si es necesaria, la evaluación ginecológica de niñas y adolescentes generalmente la puede realizar el propio pediatra.
Las recomendaciones varían según la frecuencia de las visitas de la mujer sana (visitas rutinarias) o las visitas de atención primaria. The American College of Obstetricians and Gynecologists (Colegio estadounidense de obstetras y ginecólogos, ACOG por sus siglas en inglés) recomienda realizar visitas anuales de rutina a las mujeres sexualmente activas o mayores de 18 años. El ACOG (Colegio estadounidense de obstetras y ginecólogos) recomienda que estas visitas incluyan pruebas de detección, evaluación, asesoramiento e inmunizaciones basadas en la edad y los factores de riesgo.
Durante una visita de rutina, los médicos formulan preguntas (historia cínica) y practican una exploración clínica, que suele incluir una exploración pélvica. Se pueden ofrecer vacunas, como la vacuna contra el virus del papiloma humano.
La atención médica general durante una visita de la mujer sana (visita de rutina) puede incluir asesoramiento sobre salud general, dieta y actividad física, además de pruebas de detección sistemática para lo siguiente:
Concentraciones elevadas de colesterol y de otras grasas (dislipidemia)
Violencia doméstica (violencia de pareja)
Además, durante una visita de rutina, las pacientes pueden ser examinadas o aconsejadas sobre lo siguiente:
Sexo más seguro y problemas de salud sexual
Cuidados durante la preconcepción
Perimenopausia y menopausia
Densidad ósea
La decisión de practicar una exploración pélvica debe consensuarse entre la mujer y su médico. Se pueden recomendar exploraciones pélvicas si la mujer presenta síntomas de un trastorno ginecológico, como parte de un cribado preventivo de rutina o si la mujer expresa su preferencia por la exploración después de discutir los riesgos y beneficios con el médico. No se requiere una exploración pélvica antes de usar anticonceptivos, excepto en el caso de la colocación de un dispositivo intrauterino.
Al igual que sucede en el caso de la exploración pélvica, la decisión sobre la realización de una exploración mamaria debe ser consensuada entre la mujer y su médico. Se pueden recomendar exploraciones mamarias si una mujer presenta síntomas de un trastorno mamario, como parte de un cribado preventivo de rutina o si la mujer expresa su preferencia por la exploración. En posición sentada, se exploran las mamas en busca de irregularidades, retracciones, adherencias de la piel, bultos y secreción. Luego, en posición sentada o tumbada, con los brazos por encima de la cabeza, se palpa cada mama con la palma de la mano y se examina cada axila en busca de ganglios linfáticos aumentados de tamaño, protuberancias y anomalías.
Además de una exploración mamaria o pélvica, una visita de rutina puede incluir una exploración clínica general. El médico puede palpar el cuello y la glándula tiroidea para detectar masas y anomalías. Una glándula tiroidea aumentada de tamaño e hiperactiva (hipertiroidismo) puede causar anomalías menstruales. El médico comprueba si existen otros problemas hormonales mediante un examen de la piel para detectar signos de acné, patrones anormales de vello corporal o del cuero cabelludo (hirsutismo), manchas y crecimientos.
El médico puede practicar una exploración abdominal y emplear un estetoscopio para escuchar la actividad del intestino y detectar ruidos anormales producidos por la circulación de la sangre a través de los vasos sanguíneos estrechados. También se percute con los dedos en algunas áreas del abdomen. El médico palpa suavemente todo el abdomen para detectar masas anormales (como una hernia umbilical o un tumor) u órganos agrandados, especialmente el hígado y el bazo. Aunque se pueden sentir algunas molestias cuando se realiza una palpación profunda, la exploración no debe ser dolorosa.
El médico también puede examinar la ingle para detectar ganglios linfáticos agrandados o hernia.
La visita ginecológica constituye el momento adecuado para formular al médico cualquier duda que se tenga sobre la función y la anatomía reproductora y sexual, incluso las dudas referidas a prácticas sexuales seguras, tales como el uso de preservativos para minimizar los riesgos de infecciones de transmisión sexual.
Más información
Los siguientes recursos en inglés del American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.