Los quistes mamarios son bolsas llenas de líquido que aparecen en las mamas.
(Véase también Introducción a los trastornos de la mama y Bultos en la mama.)
Estos quistes son frecuentes. En algunas mujeres, los quistes se desarrollan con frecuencia, a veces con otros cambios en el tejido fibroglandular (compuesto por tejido conjuntivo fibroso y glándulas) de la mama. Los quistes que van acompañados de estos cambios (incluyendo dolor y abultamientos generales) se denominan cambios fibroquísticos.
La causa de los quistes mamarios se desconoce, aunque puede estar relacionada con traumatismos.
Los quistes mamarios pueden ser diminutos o tener varios centímetros de diámetro.
A veces los quistes provocan dolor mamario. Para aliviar el dolor, el médico puede drenar el líquido que contienen con una aguja fina (lo que se denomina aspiración). Se examina el líquido al microscopio para determinar la presencia de cáncer solo si se produce alguna de las circunstancias siguientes:
El líquido es sanguinolento o turbio.
Se obtiene poco líquido.
El bulto aún está presente después de haber vaciado el líquido.
De lo contrario, la mujer se vuelve a explorar en 4 a 8 semanas. Si el quiste ya no se puede palpar en esta exploración, se considera que es benigno. Si ha vuelto a aparecer, se drena de nuevo, y el líquido se examina al microscopio. Si el quiste reaparece una tercera vez o si todavía está presente después de drenarlo, se realiza una biopsia.
Los quistes se extirpan cuando se sospecha la presencia de un cáncer, lo cual sucede en escasas ocasiones.