Testículos no descendidos y testículos retráctiles

PorRonald Rabinowitz, MD, University of Rochester Medical Center;
Jimena Cubillos, MD, University of Rochester School of Medicine and Dentistry
Revisado/Modificado ago 2022 | Modificado sept 2022
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    Los testículos no descendidos (criptorquidia) son testículos que permanecen en el abdomen o en la región inguinal en lugar de descender al escroto. Los testículos retráctiles o en ascensor han descendido al escroto, pero pueden moverse fácilmente hacia atrás (retraerse) en el canal inguinal como una respuesta refleja a la estimulación.

    En el feto, los testículos (testículos) se desarrollan en el interior del abdomen. Los testículos, una vez desarrollados (normalmente en el último tercio del embarazo, el tercer trimestre, pero por lo general antes del nacimiento), descienden desde el abdomen a la ingle a través de un túnel (el canal inguinal) y luego descienden hasta el escroto.

    Después del descenso de los testículos, el túnel se suele cerrar. Si el túnel no se cierra por completo, se puede desarrollar una hernia inguinal. La hernia inguinal rara vez causa síntomas, pero los médicos a menudo pueden palparla.

    A veces se acumula líquido procedente del abdomen alrededor de los testículos y queda atrapado en el escroto después del cierre del túnel. Este líquido atrapado forma un bulto blando llamado hidrocele, que suele desaparecer durante el primer año de vida. (Véase también Hinchazón escrotal.)

    Hidrocele
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    Esta foto muestra la hinchazón del escroto causada por un hidrocele. Un hidrocele es líquido procedente del abdomen que se acumula alrededor de los testículos y queda atrapado en el escroto.
    © Springer Science + Business Media

    Testículos no descendidos

    Cerca de 3 de cada 100 niños nacidos a término (9 meses) presentan testículos no descendidos al nacer. Sin embargo, alrededor de 30 de cada 100 niños varones nacidos prematuramente tienen un testículo no descendido. Los niños cuyos familiares tenían testículos no descendidos también presentan más probabilidades de tener la enfermedad. Por lo general, sólo uno de los testículos no consigue descender, pero aproximadamente en el 10% de los casos, se ven afectados ambos testículos.

    Por lo general, el testículo no descendido se encuentra en el canal inguinal, pero a veces está dentro del abdomen. Alrededor de dos tercios de los testículos no descendidos descienden por su cuenta a los 4 meses de edad en los lactantes a término o, en los prematuros, a los 4 meses de la fecha en que hubieran nacido si no fueran prematuros. Los testículos que permanecen en el abdomen al nacer tienen muchas menos probabilidades de descender por su cuenta.

    Testículos no descendidos

    Los testículos no descendidos rara vez causan síntomas. Sin embargo, pueden ocasionar una disminución en la producción de espermatozoides en la vida adulta y aumentar el riesgo de cáncer testicular. Los testículos no descendidos en el abdomen pueden retorcerse (torsión testicular), causando dolor intenso. La mayoría de los recién nacidos que tienen un testículo no descendido también tienen una hernia inguinal.

    Testículo no descendido (criptorquidia)
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    Esta foto muestra un testículo izquierdo no descendido.
    © Springer Science + Business Media

    Los médicos realizan una exploración clínica del escroto para detectar los testículos al nacer y cada año durante la visita del niño sano. Si no pueden palpar uno o ambos testículos, se aseguran de que no estén simplemente retraídos hacia el canal inguinal (véase Testículos retráctiles). Si los médicos no pueden palpar ambos testículos en un recién nacido, solicitan análisis de sangre y otras pruebas para determinar si el bebé sufre un trastorno que afecta el desarrollo normal de los genitales. La mayoría de los niños reciben el diagnóstico de testículos no descendidos durante la primera infancia, pero algunos pueden recibirlo en etapas posteriores de la infancia, generalmente después de un estirón. Si los testículos no están en el escroto, el niño debe acudir a un urólogo (un médico especializado en las vías urinarias y el sistema reproductor masculino). Con muy poca frecuencia, los médicos solicitan ecografía o resonancia magnética nuclear (RMN).

    Si el testículo no ha descendido hacia los 6 meses de edad en lactantes a término y al año de edad en lactantes prematuros, se requiere cirugía. Dependiendo de la ubicación, el testículo puede ser introducido en el escroto mediante un procedimiento quirúrgico a través de una incisión abierta o mediante laparoscopia (en la que el médico visualiza la cavidad abdominal con un endoscopio). Si el bebé tiene una hernia inguinal, esta también se repara.

    Los niños con testículos no descendidos presentan un riesgo elevado de desarrollar cáncer testicular, por tanto, después de la pubertad, deben realizar autoexploraciones testiculares mensuales con el objeto de detectar bultos.

    Testículos retráctiles

    Los testículos retráctiles (hipermóviles) son testículos descendidos que se mueven fácilmente hacia arriba y abajo entre el escroto y el canal inguinal. Los testículos se retraen como una respuesta refleja al tacto, la temperatura, el miedo o la risa. Esta respuesta es frecuente, especialmente en lactantes y niños. Estos testículos no degeneran en cáncer ni ocasionan complicaciones de otro tipo.

    El médico examina los testículos durante las revisiones pediátricas de rutina para confirmar que estén situados de forma adecuada en el escroto a medida que el niño crece. Por lo general, la retracción de los testículos hacia la ingle cesa en la pubertad porque ya han aumentado de tamaño. Estos testículos no requieren cirugía u otro tratamiento.

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