Los adolescentes son susceptibles a los mismos tipos de enfermedades que afectan a los niños más pequeños, pero en general son un grupo sano. Deben continuar recibiendo las vacunas de acuerdo con el calendario recomendado.
El acné es muy frecuente y su tratamiento se debe dirigir a minimizar su impacto en la autoestima.
Las lesiones son muy comunes entre los adolescentes, y las más frecuentes son las relacionadas con el deporte y los vehículos a motor. Las conmociones cerebrales o lesiones cerebrales consecuencia de un traumatismo craneal son frecuentes, especialmente entre los atletas (véase también Conmoción cerebral relacionada con el deporte). Los adolescentes que sufren un traumatismo craneal deben ser valorados por un profesional experimentado en la valoración y el tratamiento de este tipo de traumatismo. Después de una conmoción cerebral, los adolescentes deben tener tiempo para recuperarse antes de regresar a sus actividades cotidianas, como el uso de dispositivos electrónicos, la realización de tareas escolares y la práctica de deportes. La vuelta a estas actividades debe ser supervisada por un adulto bien informado.
Los accidentes automovilísticos, otras lesiones no intencionales, el homicidio y el suicidio son las cuatro principales causas de muerte entre los adolescentes.
Los trastornos frecuentes en todos los adolescentes incluyen
Mononucleosis infecciosa (una infección que se transmite a través de la saliva)
Trastornos hormonales (en especial los trastornos de la glándula tiroidea)
Los trastornos comunes entre las adolescentes son
Muchas adolescentes no usan rutinariamente métodos anticonceptivos eficaces, y algunas de ellas se quedan embarazadas.
Aproximadamente 1 de cada 4 adolescentes vive con una enfermedad crónica, como asma, diabetes o enfermedad inflamatoria intestinal. Aunque no es frecuente, también se producen cánceres como leucemia, linfoma, cáncer de huesos y tumores cerebrales.
A los niños que presentan muchos síntomas diferentes que no son claramente resultado de un trastorno específico, por lo general se les valora también para la detección de problemas psicosociales.
(Véase también Introducción a los problemas en los adolescentes.)