La ashwagandha es un pequeño arbusto de hoja perenne que crece en Asia y África.
Su nombre botánico es Withania somnifera y también se conoce como ginseng indio o cereza de invierno. Los ingredientes químicos activos se conocen como withanólidos.
Las raíces y las bayas del arbusto se utilizan en la medicina ayurvédica (el sistema médico tradicional de India).
La ashwagandha está disponible en cápsulas y polvos que se pueden mezclar con alimentos blandos (como yogur o avena).
La raíz, el polvo de raíz y los extractos estandarizados de withanólidos se utilizan en una amplia gama de dosis. (A diferencia de lo que sucede con los medicamentos recetados, a menudo se dispone de pocos datos e incluso datos contradictorios sobre la dosis óptima de suplementos, incluyendo la ashwagandha).
Algunos suplementos dietéticos utilizados para mejorar el sueño o tratar el estrés contienen ashwagandha, entre otros ingredientes.
(Véase también Introducción a los complementos dietéticos.)
Beneficios atribuidos a la ashwagandha
Sus defensores creen que la ashwagandha es un adaptogeno. Este término utilizado en la fitoterapia significa que se atribuye a esta sustancia la propiedad de ayudar al cuerpo a responder al estrés mental y físico y restaurar la funcionalidad orgánica y emocional normales.
En 2020 y 2021, algunas personas comenzaron a consumir ashwagandha para disminuir los efectos nocivos del COVID-19, aunque no hay datos científicos que respalden su uso.
La larga lista de beneficios que se le atribuyen a la ashwagandha incluye
Reducción de los síntomas de estrés que pueden conducir a la ansiedad y la depresión
Aumento de la fertilidad en los hombres
Ayudar a las personas con insomnio a dormir
Aumento de la masa muscular, la fuerza, la resistencia y la energía
Reducción de la inflamación (por ejemplo, para ayudar a prevenir el daño del cartílago causado por la artrosis)
Reducción de las concentraciones de colesterol y triglicéridos
Bajada de la presión arterial
Mejora de la función cerebral (incluida la memoria)
Reducción de las concentraciones de azúcar en sangre en personas con diabetes
Destrucción de las células cancerosas
Reducción del aumento de peso asociado al cortisol (una hormona liberada en respuesta al estrés)
Pruebas científicas para la ashwagandha
Es muy poco probable que a un solo compuesto, incluida la ashwagandha, le corresponda una gama tan amplia de beneficios para la salud. No existen pruebas científicas suficientes de que la ashwagandha reduzca el estrés, mejore el sueño o sea eficaz para tratar cualquier enfermedad
La ashwagandha contenida en un producto de combinación de suplementos demostró el potencial para aliviar los síntomas de la artrosis, pero no está claro si el beneficio se debió a la ashwagandha o a uno de los otros componentes de la combinación.
Un estudio informó que las personas que tomaron ashwagandha obtuvieron una mejora significativa en la fuerza muscular, el levantamiento de pesas en banco, las sentadillas y las puntuaciones de recuperación.
Se necesitan estudios más exhaustivos realizados con personas para confirmar los beneficios de la ashwagandha.
Efectos secundarios de la ashwagandha
Los efectos adversos de la ashwagandha pueden incluir diarrea, dolor de cabeza, sedación o náuseas. Pueden aparecer problemas hepáticos.
La ashwagandha puede aumentar las concentraciones de testosterona.
La ashwagandha no debe utilizarse durante el embarazo o la lactancia.
Interacciones farmacológicas con la ashwagandha
La ashwagandha puede reducir las concentraciones de azúcar en sangre y, por lo tanto, hacer que su uso en combinación con medicamentos antihiperglucemiantes (reductores de glucosa) no sea inocuo (por el hecho de reducir en exceso el azúcar en sangre).
Debido a su potencial para reducir la presión arterial, la ashwagandha puede no ser inocua en personas que toman medicamentos para tratar la hipertensión arterial.
Parece ser que la ashwagandha provoca un aumento de la actividad del sistema inmunitario, por lo que su uso también podría interferir con los fármacos que lo inhiben. Entre estos fármacos se encuentran ciclosporina, micofenolato, tacrolimus, prednisona y los corticoesteroides.
La ashwagandha puede provocar somnolencia. Por lo tanto, la combinación de fármacos sedantes-hipnóticos (utilizados para ayudar a conciliar el sueño) con ashwagandha podría provocar una somnolencia excesiva. Entre estos sedantes se encuentran zoldipem, eszoplicona, clonazepam, quetiapina y lorazepam.
La ashwagandha puede aumentar las concentraciones de hormona tiroidea, por lo que los médicos controlan cuidadosamente la función tiroidea solicitando análisis de sangre a cualquier persona que tome hormonas tiroideas y ashwagandha al mismo tiempo.
Recomendaciones para el ashwagandha
No se han confirmado efectos beneficiosos de la ashwagandha para la salud mediante estudios de alta calidad realizados con seres humanos.
No se recomienda el uso de ashwagandha porque no hay beneficios confirmados que compensen la posibilidad de efectos secundarios negativos.
La ashwagandha es probablemente inocua para la mayoría de las personas; sin embargo,
Las mujeres embarazadas, las personas con úlceras estomacales y las que tienen enfermedad hepática deben evitar la ashwagandha.
Las mujeres que están amamantando y las que toman ciertos medicamentos (como medicamentos para deprimir el sistema inmunitario, reducir el azúcar en sangre, disminuir la presión arterial y algunos sedantes) deben hablar con su médico antes de tomar ashwagandha.
Las personas que toman hormonas tiroideas también deben hablar con su médico acerca de tomar ashwagandha porque las concentraciones sanguíneas de hormonas tiroideas pueden verse afectadas.