El hierro es esencial para la vida, por lo que el cuerpo normalmente controla estrechamente su absorción de los alimentos y lo recicla de los glóbulos rojos (eritrocitos). El organismo pierde pequeñas cantidades de hierro todos los días, y una dieta saludable incluye solamente una pequeña cantidad de este elemento, por lo tanto, rara vez se tiene demasiado hierro en el cuerpo. Entre las causas del exceso de hierro en el cuerpo se incluyen las siguientes:
Un trastorno genético que aumenta la absorción de hierro (hemocromatosis)
Transfusiones de sangre repetidas
Tomar demasiadas pastillas que contengan hierro
Degradación excesiva de los glóbulos rojos (eritrocitos)
Cuando se ingiere gradualmente más hierro del que el cuerpo necesita, el exceso se deposita en los tejidos. Pueden producirse síntomas y complicaciones si el hierro se acumula en los órganos endocrinos (especialmente el páncreas, las gónadas y la glándula pituitaria), el hígado o el corazón.
Ingerir una gran cantidad de hierro de una sola vez, como en una sobredosis de pastillas, puede ser muy peligroso. La intoxicación por hierro daña el tracto digestivo, el hígado, el corazón y el cerebro, y puede ser mortal.
La sobrecarga de hierro africana ocurre con mayor frecuencia en el África subsahariana entre las personas que consumen una bebida fermentada rica en hierro. Se cree que un componente genético contribuye al desarrollo de la sobrecarga de hierro africana, pero aún no se ha identificado ningún gen.