Los bezoares son acúmulos de material parcialmente digerido o no digerido que se pueden quedar atrapados en el estómago o en los intestinos.
Las masas de materiales indigeribles pueden quedarse atascadas en el estómago.
La mayoría de los bezoares no causan síntomas.
El diagnóstico se basa en la exploración con rayos X, otras pruebas de diagnóstico por la imagen y en una exploración visual del tubo digestivo mediante endoscopia.
La mayoría de los bezoares deben fragmentarse con instrumentos o con agentes ingeridos, o bien extraerse mediante un endoscopio o mediante cirugía.
El estómago es un sitio frecuente de acúmulo de concreciones duras de materiales no digeridos o digeridos parcialmente denominados bezoares. Bezoares no pueden pasar por los orificios o espacios estrechos y se quedan atascadas en el tubo digestivo. Los bezoares suelen acumularse en el estómago, pero a veces lo hacen en otras zonas del tracto digestivo. Los bezoares cuyo diámetro supera aproximadamente 2 centímetros (¾ de pulgada) prácticamente no pueden salir del estómago debido a la estrechez de su abertura (esfínter pilórico), a través de la cual han de pasar los contenidos del estómago para acceder a la primera porción del intestino delgado (duodeno).
Existen varios tipos de bezoares. Los bezoares se clasifican en función de su composición:
Los fitobezoares son los más comunes y están compuestos por materiales procedentes de frutas y vegetales no digeribles, como fibra, cáscaras y semillas.
El bezoar del caqui, una especie de fitobezoar, está formado por dicha fruta.
Los tricobezoares están hechos de cabello parcialmente digerido.
Los farmacobezoares están compuestos de bloques endurecidos de fármacos (tales como antiácidos).
Los lactobezoares están compuestos por proteínas de la leche y pueden ocurrir en bebés alimentados con leche.
Los bezoares también pueden estar formados por otras sustancias, incluyendo papel de seda y productos hechos de espuma de poliestireno (como por ejemplo tazas).
Factores de riesgo de bezoares
La comida y otros materiales pueden quedarse retenidos en cualquier persona, incluidos los niños, pero es más probable que esto suceda en personas que presentan determinados factores de riesgo.
Los factores de riesgo generales son
Haberse sometido a cirugía en el tracto digestivo, en especial a procedimientos que impliquen la extracción de parte del estómago o de los intestinos (por ejemplo, cirugía para la úlcera gastroduodenal y cirugía para la obesidad)
Trastornos que evitan que el estómago vacíe los alimentos de forma apropiada (por ejemplo, diabetes, ciertos trastornos autoinmunitarios y enfermedad mixta del tejido conjuntivo)
Tomar ciertos medicamentos que frenan las contracciones del estómago
Los factores de riesgo más comunes en las personas mayores incluyen
Falta de dientes
Prótesis dentales mal ajustadas
No masticar la comida por completo
Tener un bajo nivel de ácido estomacal (hipoclorhidria)
Los tricobezoares se dan con mayor frecuencia en mujeres jóvenes con trastornos de la salud mental, que mastican y tragan su propio pelo.
Síntomas de los bezoares
La mayoría de los bezoares no bloquean completamente el tubo digestivo y por lo tanto no causan síntomas. Sin embargo, la persona se puede sentir muy llena después de una comida normal y puede tener náuseas, vómitos y dolor. También puede perder el apetito y bajar de peso.
Complicaciones de los bezoares
A veces, los bezoares alteran el revestimiento del tubo digestivo y provocan una hemorragia, que puede detectarse en las heces (véase Hemorragia gastrointestinal).
Si un cuerpo extraño obstruye parcial o completamente el estómago, el intestino delgado o, en raras ocasiones, el intestino grueso, puede provocar retortijones, hinchazón, pérdida del apetito, náuseas y vómitos (véase Obstrucción intestinal). A veces, los bezoares causan intususcepción (en la que un segmento del intestino se desliza dentro de otro, como las partes de un tubo telescópico) y pueden obstruir los intestinos. Si no se trata, la intususcepción a veces provoca que parte del tejido intestinal muera.
Con muy poca frecuencia, los bezoares también pueden provocar una perforación del tubo digestivo. La perforación permite que los alimentos, los jugos digestivos o el contenido intestinal se viertan en el interior del abdomen. Esta fuga es una urgencia médica, ya que puede causar peritonitis (inflamación de la cavidad peritoneal [abdominal]).
Diagnóstico de los bezoares
Pruebas de diagnóstico por la imagen
Endoscopia
Con frecuencia, un bezoar puede detectarse mediante pruebas de diagnóstico por la imagen, como radiografías, tomografía computarizada (TC), y ecografía del abdomen.
Con frecuencia se realiza una endoscopia (un examen visual del tubo digestivo mediante un tubo flexible de visualización llamado endoscopio) para confirmar el diagnóstico de bezoar y descartar que la causa sea un tumor. Durante la endoscopia, el médico puede tomar una muestra del bezoar y examinarla al microscopio para averiguar de qué está compuesto, como por ejemplo de pelo o de plantas. Los médicos pueden intentar disgregar el bezoar y extraerlo durante la endoscopia.
Tratamiento de los bezoares
Medidas para disolver el bezoar
Endoscopia
En ciertas ocasiones, intervención quirúrgica
Para ayudar a romper y disolver un bezoar, un médico puede prescribir un refresco de cola o celulasa a las personas que tienen síntomas leves. La celulasa se disuelve en agua y se toma por vía oral entre 2 y 5 días. Los médicos también pueden administrar otro medicamento tomado por vía oral, llamado metoclopramida. Estos fármacos estimulan la movilidad de los contenidos a través del esófago, el estómago y los intestinos.
Si el bezoar no se disuelve o si las personas tienen síntomas entre moderados y graves, los médicos pueden intentar eliminar el bezoar mediante una endoscopia.
Durante la endoscopia, a veces el médico utiliza fórceps, láser u otros instrumentos para fragmentar los bezoares, de modo que puedan avanzar o ser extraídos con mayor facilidad.
Por lo general, los bezoares que son tan duros como una piedra (como los que están compuestos por caqui) deben eliminarse mediante una intervención quirúrgica.