El íleo es la falta temporal de las contracciones musculares normales de los intestinos.
Son causas frecuentes la cirugía abdominal y los fármacos que interfieren con los movimientos intestinales.
Aparece hinchazón, vómitos, estreñimiento, retortijones y pérdida de apetito.
El diagnóstico se establece mediante una radiografía.
La mayoría de las personas mejoran con la administración de líquidos por vía intravenosa y sin comer ni beber nada.
Algunas personas necesitan un tubo de succión delgado que se pasa a través de la nariz hasta el estómago para aliviar la acumulación de gas y líquido.
(Véase también Introducción a las emergencias gastrointestinales.)
Como la obstrucción intestinal (bloqueo), el íleo impide el paso de alimentos, líquidos, secreciones digestivas y gases a través de los intestinos. Sin embargo, a diferencia de la obstrucción intestinal, el íleo no está causado por una obstrucción física (como un tumor o tejido cicatricial) y rara vez conduce a una rotura.
La causa más frecuente del íleo es
Cirugía abdominal
El íleo ocurre con frecuencia en las 24 a 72 horas posteriores a una cirugía abdominal, especialmente cuando los intestinos han sido manipulados.
Otras causas son los medicamentos, especialmente los analgésicos opiáceos y los anticolinérgicos (véase la barra lateral Anticolinérgico: ¿qué significa?). El íleo también puede ser causado por una infección en el abdomen, como la apendicitis o la diverticulitis. Algunos trastornos extraintestinales, como la insuficiencia renal, la hipofunción de la glándula tiroidea, el infarto de miocardio o las concentraciones anómalas de electrólitos en sangre (por ejemplo, una concentración baja de potasio o una concentración elevada de calcio) pueden provocar íleo.
Síntomas del íleo
Los síntomas del íleo son hinchazón abdominal y dolor causados por el acúmulo de gas y líquidos. También se producen náuseas, vómitos, estreñimiento grave, pérdida de apetito y cólicos. Las persona afectada puede tener deposiciones acuosas.
Diagnóstico del íleo
Exploración por un médico
Radiografías
Al escuchar con el estetoscopio, el médico detecta muy pocos de los ruidos realizados normalmente por un intestino funcional (ruidos intestinales), o incluso ninguno.
La radiografía del abdomen muestra las asas intestinales dilatadas.
Tratamiento del íleo
Restricción temporal de ingesta de alimentos y líquidos por vía oral
Líquidos de administración intravenosa
Succión a través de sonda nasogástrica
Con la restricción de alimentos y líquidos por vía oral, el íleo suele resolverse por sí solo después de 1 a 3 días. Durante este tiempo, se administran, por vía intravenosa, líquidos y electrólitos (como sodio, cloruro y potasio). Siempre que sea posible, se interrumpe o disminuye la dosis de analgésicos potentes, los denominados analgésicos opioides.
La aparición de vómitos intensos es poco frecuente, pero si se produce, debe aliviarse la acumulación de gases y líquido ocasionada por el íleo. Habitualmente, se introduce por la nariz una sonda hasta el estómago o el intestino delgado (sonda nasogástrica), que se conecta a un sistema de aspiración para aliviar la presión y la dilatación (distensión). A la persona afectada no se le permite comer ni beber nada hasta que se haya restablecido la funcionalidad intestinal normal. A veces, si el problema afecta principalmente el intestino grueso, se introduce una sonda a través del ano hasta el interior del intestino grueso para aliviar la presión.