Desgarros del tendón de Aquiles

PorDanielle Campagne, MD, University of California, San Francisco
Revisado/Modificado jul 2023
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Datos clave

Los desgarros (roturas) del tendón de Aquiles tienen lugar cuando se desgarra el tendón que une los músculos de la pantorrilla con el calcáneo.

  • El tendón de Aquiles sufre un desgarro cuando un movimiento empuja con mucha fuerza los dedos de los pies hacia arriba (hacia la espinilla) o cuando una persona corre o salta con mucha fuerza.

  • La pantorrilla es muy dolorosa y es difícil caminar, sobre todo cuando la rotura es completa.

  • El médico suele diagnosticar los desgarros del tendón de aquiles basándose en los resultados de la exploración clínica.

  • El tratamiento consiste por lo general en la derivación a un traumatólogo y la aplicación de una férula para el tobillo o, para algunos desgarros completos, cirugía.

(Véase también Introducción a los esguinces y otras lesiones de las partes blandas.)

Los desgarros del tendón de Aquiles son frecuentes.

El tendón puede desgarrarse de forma parcial o completa.

Causas de los desgarros del tendón de Aquiles

Los desgarros del tendón de Aquiles se producen con mayor frecuencia en los deportistas y en varones sedentarios de mediana edad, especialmente aquellos con mala forma física que comienzan a realizar una intensa actividad o deporte sin adquirir previamente una forma física adecuada. El tendón es más probable que esté completamente roto en los varones de mediana edad que en los deportistas. Estas lesiones pueden ocurrir cuando el sujeto no ha realizado un calentamiento o un estiramiento suficiente antes de realizar una actividad intensa. Típicamente, la lesión se produce mientras el sujeto corre o salta, especialmente si el deporte requiere cambios rápidos de dirección. El tendón se rompe cuando se produce un desplazamiento del dorso del pie hacia la pierna con demasiada fuerza y demasiado lejos.

En raras ocasiones se produce un desgarro del tendón de Aquiles sin causa aparente en personas en tratamiento con unos antibióticos llamados fluoroquinolonas (como la ciprofloxacina) o con corticoesteroides.

Síntomas del desgarro del tendón de Aquiles

Cuando el tendón de Aquiles se desgarra, la persona afectada siente como una patada detrás del tobillo y, algunas veces, escucha un sonido parecido a un "pop". La pantorrilla es muy dolorosa y es difícil caminar, sobre todo cuando la rotura es completa. La pantorrilla puede hincharse y contusionarse.

Diagnóstico de desgarros del tendón de Aquiles

  • Evaluación médica

  • En ocasiones, resonancia magnética nuclear (RMN) o ecografía.

Por lo general, los médicos pueden diagnosticar el desgarro del tendón de Aquiles basándose en la exploración física.

Para detectar este desgarro, los médicos hacen lo siguiente:

  • Aprietan la pantorrilla de la pierna lesionada mientras la persona está boca abajo. Si al apretar el tobillo no se flexiona o apenas lo hace, el tendón está completamente desgarrado.

  • Le piden a la persona que se acueste boca abajo y flexione las rodillas. Por regla general, en esta posición, el tobillo está ligeramente flexionado. Si no está flexionado, el tendón suele desgarrarse.

  • A continuación el médico palpa suavemente a lo largo del tendón de Aquiles para buscar un hueco mientras la persona está de pie sobre la pierna lesionada (si es posible). Si detecta un hueco es porque hay un desgarro del tendón.

A veces se realiza una resonancia magnética (RM) o una ecografía. Sin embargo, es más probable que un desgarro del tendón de Aquiles se detecte en una exploración física.

Tratamiento de los desgarros del tendón de Aquiles

  • Se debe remitir a la persona afectada a un traumatólogo

  • En desgarros parciales y completos, una férula o, posiblemente, un yeso

  • En algunas roturas completas, cirugía

Los sujetos con una rotura del tendón de Aquiles generalmente se remiten a un traumatólogo.

En caso de roturas parciales y completas, se aplica una férula corta para la pierna lesionada en la unidad de emergencias. La férula sostiene el pie de modo que los dedos de los pies estén apuntando hacia abajo (lo que se denomina flexión plantar). Esta posición evita la distensión del tendón de Aquiles y ayuda a curar el desgarro. La férula se lleva durante un breve periodo de tiempo. Luego, un traumatólogo decide si es mejor inmovilizar con una escayola o practicar una intervención quirúrgica para reparar el tendón. Las personas con un desgarro del tendón de Aquiles no deberían apoyarse sobre el tobillo lesionado y deberían utilizar muletas.

Algunos desgarros completos se reparan quirúrgicamente de inmediato.

Los desgarros parciales que continúan causando síntomas durante 3 meses o más pueden necesitar reparación quirúrgica.

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