Cenurosis (infección por Taenia multiceps, Taenia serialis o Taenia brauni)

Los caninos son los huéspedes definitivos de las tenias adultas T. multiceps, T. seralis, T. brauni y T. glomeratus; las ovejas y otros herbívoros son huéspedes intermediarios que dependen de la especie de tenia infecciosa. La ingestión accidental de material contaminado con heces de perros causa la enfermedad en el ser humano. En los seres humanos, las larvas invaden y forman un quiste (cenuro) en el sistema nervioso central, los tejidos subcutáneos, los músculos o los ojos. La mayoría de los casos ocurren en África, pero algunos se identifican en áreas donde se crían ovejas en Europa y América del Norte y del Sur.

Los síntomas de la cenurosis requieren varios años para desarrollarse y dependen del órgano infectado. El compromiso del encéfalo puede aumentar la presión intracraneal y produce convulsiones, pérdida de la consciencia y deficiencias neurológicas focales. Un cenuro en el tejido subcutáneo o muscular puede manifestarse como un nódulo fluctuante doloroso. Si los ojos están involucrados, la visión puede verse afectada. Clínicamente, los cenuros pueden parecerse a linfomas, lipomas, neurofibromas o seudotumores.

El diagnóstico de la cenurosis se realiza típicamente tras la extirpación quirúrgica, que también es el tratamiento primario. La cirugía se realiza en forma típica para las lesiones sintomáticas ocupantes de espacio. Tras su extirpación, los cenuros pueden distinguirse de los cisticercos por la presencia de múltiples protoscólices.

El praziquantel puede ser eficaz. Algunos pacientes requieren una combinación de cirugía y antihelmínticos. Pero el praziquantel no se utiliza en pacientes con cenurosis intraocular porque los parásitos que mueren pueden desencadenar una inflamación grave que resulta en la pérdida de la visión (1).