Los cnidarios incluyen:
Corales
Anémonas de mar
Medusas
Hidroides (p. ej., carabela portuguesa)
Los cnidarios son responsables de más envenenamientos que cualquier otro animal marino. Sin embargo, de las 9000 especies, sólo unas 100 son tóxicas para el ser humano. Las múltiples y extremadamente desarrolladas unidades de aguijones (nematocistos) de los tentáculos de los cnidarios pueden penetrar la piel del ser humano; un tentáculo puede disparar miles de nematocitos en la piel cuando entran en contacto.
Síntomas y signos de las picaduras de Cnidaria
Las lesiones varían con el tipo de cnidario. En general, las lesiones al principio aparecen como erupciones papulares lineales pequeñas que aparecen rápidamente en una o varias líneas discontinuas, a veces rodeadas de una zona eritematosa. El dolor es inmediato y puede ser intenso; la picazón es común. Las pápulas pueden ser vesiculadas y evolucionan a la pustulización, la hemorragia y la descamación. Las manifestaciones sistémicas incluyen debilidad, náuseas, cefaleas, dolor muscular y espasmos, lagrimación y secreción nasal, aumento de la sudoración, cambios en la frecuencia cardíaca y dolor torácico o pleurítico. Rara vez, ocurren episodios fatales debidos a la carabela portuguesa en aguas de Norteamérica o en el Indopacífico por miembros del orden Cubomedusae, especialmente la avispa de mar (Chironex fleckeri).
Tratamiento de las picaduras de Cnidaria
Extracción de los tentáculos
Tratamiento sintomático
Lavado intenso para tratar el dolor y desactivar los nematocistos, según la especie del animal
El tratamiento de la picadura por cnidarios incluye la extracción de los tentáculos adheridos con pinzas (preferentemente) o con los dedos (si es posible, con doble guante) y lavado abundante para eliminar las células de los aguijones. El tipo de lavado depende del organismo causante:
Para las picaduras de medusas y de corales en aguas no tropicales, puede usarse agua de mar.
Para las picaduras de medusas en aguas tropicales, lavados con vinagre seguidos de lavados con agua de mar. No debe usarse agua corriente porque puede activar los nematocitos no activados.
Para las picaduras de avispas de mar, vinagre, que inhibe los nematocitos, seguido de agua de mar. No debe usarse agua corriente porque puede activar los nematocitos no activados.
Para la carabela portuguesa, puede usarse agua de mar. No debe usarse vinagre porque puede activar los nematocitos no activados.
La dificultad respiratoria y las alteraciones del nivel de consciencia, aunque sean leves, son emergencias médicas que requieren el traslado a un centro médico y, posiblemente, una inyección de adrenalina.
También debe iniciarse el tratamiento sintomático. El dolor causado por las picaduras de la mayoría de los cnidarios es en general de corta duración y se puede aliviar con bicarbonato de sodio diluido 50:50 sobre la piel. La inmersión del área afectada en un baño de agua tibia (40,5-43,3° C) ha demostrado ser eficaz para aliviar el dolor, al igual que los analgésicos medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Para el dolor grave, se prefieren los opiáceos. Los espasmos musculares dolorosos pueden tratarse con benzodiazepinas. Pueden usarse líquidos IV y adrenalina si aparece un shock. Existen antivenenos para las picaduras de la avispa de mar, C. fleckeri, pero no para las de las especies norteamericanas.
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Se debe administrar profilaxis antitetánica (véase tabla Profilaxis antitetánica en el manejo habitual de la herida).
Erupción del bañista
La erupción del bañista es una erupción maculopapulosa pruriginosa y punzante que afecta a los nadadores en algunos lugares del Atlántico (p. ej., Florida, el Caribe, Long Island). Es causada por la hipersensibilidad a la picadura de las larvas de las anémonas de mar (p. ej., Edwardsiella lineate) o de la escifomedusa o medusa dedal (Linuche unguiculata). La erupción aparece donde el traje de baño contacta con la piel. Las personas expuestas a estas larvas deben ducharse después de quitarse el traje de baño. Las manifestaciones cutáneas pueden tratarse con lociones de hidrocortisona y, si es necesario, con antihistamínicos orales. Las reacciones más graves pueden requerir prednisona oral o IV.