La hipermagnesemia es la concentración sérica de magnesio > 2,6 mg/dL (> 1,05 mmol/L). Su causa principal es la insuficiencia renal. Los síntomas abarcan hipotensión arterial, depresión respiratoria y paro cardíaco. El diagnóstico se basa en la concentración sérica de magnesio. El tratamiento incluye la administración IV de gluconato de calcio y posiblemente furosemida; la hemodiálisis puede ser útil en los casos graves.
(Véase también Generalidades sobre los trastornos de la concentración de magnesio).
La hipermagnesemia sintomática es bastante poco frecuente. Se identifica con mayor asiduidad en pacientes con insuficiencia renal después de la ingestión de fármacos con magnesio, como antiácidos o laxantes. La hipermagnesemia también puede ocurrir en pacientes con hipotiroidismo o enfermedad de Addison.
Incluso la hipermagnesemia asintomática es rara en pacientes con función renal normal.
Los signos y los síntomas incluyen hiporreflexia, hipotensión arterial, depresión respiratoria y paro cardíaco.
Diagnóstico de la hipermagnesemia
Concentraciones séricas de magnesio > 2,6 mg/dL (> 1,05 mmol/L)
Cuando las concentraciones séricas de magnesio oscilan entre 6 y 12 mg/dL (entre 2,5 y 5 mmol/L), el ECG muestra una prolongación del intervalo PR, un ensanchamiento del complejo QRS y un aumento de la amplitud de las ondas T.
Los reflejos tendinosos profundos desaparecen cuando la concentración sérica de magnesio se aproxima a 12 mg/dL (5,0 mmol/L); la hipermagnesemia cada vez mayor produce hipotensión, depresión respiratoria y narcosis. Cuando la concentración sérica de magnesio es > 15 mg/dL (6,0 a 7,5 mmol/L), el paciente puede experimentar paro cardíaco.
Tratamiento de la hipermagnesemia
Gluconato de calcio
Diuréticos o diálisis
El tratamiento de la intoxicación grave por magnesio (p. ej., 12 mg/dL [5,0 mmol/L]) consiste en medidas de sostén circulatorio y respiratorio y administración de entre 10 y 20 mL de gluconato de calcio al 10% por vía intravenosa. El gluconato de calcio puede revertir en forma temporaria varios de los cambios inducidos por el magnesio, incluso la depresión respiratoria.
La administración intravenosa de furosemida puede incrementar la excreción de magnesio cuando la función renal es adecuada; es importante mantener el volumen corporal.
La hemodiálisis puede ser útil en caso de hipermagnesemia grave, porque una proporción relativamente grande (alrededor del 70%) del magnesio sérico no está unida a proteínas y, en consecuencia, es removible con hemodiálisis. Cuando se produce compromiso hemodinámico y la hemodiálisis no es posible, puede considerarse la opción de diálisis peritoneal.