La ingesta de > 2 g de vitamina C por día puede causar náuseas y diarrea, y en pacientes con talasemia o hemocromatosis, estimular la sobrecarga de hierro.
La vitamina C participa en la formación de colágeno, carnitina, hormonas y aminoácidos. Es fundamental para la salud de los huesos y los vasos sanguíneos y para la cicatrización de las heridas y facilita la recuperación luego de las quemaduras. La vitamina C también es antioxidante, mejora la función inmunitaria y facilita la absorción de hierro (véase tabla Fuentes, funciones y efectos de las vitaminas).
Las fuentes dietéticas de vitamina C incluyen frutas cítricas, tomates, patatas, brócoli, fresas y pimientos dulces. (Véase también Generalidades sobre las vitaminas).
El límite superior de la ingestión de vitamina C es de 2000 mg/día.
En ocasiones, se toman hasta 10 g/día de vitamina C con el fin de obtener beneficios en la salud no demostrados, como prevenir o acortar la duración de infecciones víricas o retrasar o invertir la progresión del cáncer o la aterosclerosis. Dichas dosis pueden acidificar la orina, causar náuseas y diarrea, y en pacientes con talasemia o hemocromatosis, estimular la sobrecarga de hierro.
La ingestión de vitamina C por debajo del límite superior no tiene efectos tóxicos en adultos sanos.