La niacina (ácido nicotínico) en grandes cantidades se ha administrado para reducir la concentración de colesterol LDL (por las siglas en inglés de Lipoproteína de densidad baja) y triglicéridos y para aumentar la concentración de colesterol HDL (por las siglas en inglés de Lipoproteína de densidad elevada). Los síntomas pueden incluir rubor y, raras veces, hepatotoxicidad.
Los derivados de la niacina incluyen el dinucleótido de nicotinamida y adenina (NAD; coenzima I) y el fosfato de dinucleótido de nicotinamida y adenina (NADP, coenzima II), que son coenzimas que participan en reacciones de óxido-reducción. Son fundamentales en el metabolismo celular.
(Véase también Generalidades sobre las vitaminas y tabla Fuentes, funciones y efectos de las vitaminas.)
Las presentaciones de liberación inmediata y retardada de niacina (pero no de nicotinamida) pueden alterar las concentraciones de lípidos. Sin embargo, no está claro si la niacina reduce el riesgo de enfermedad de la arteria coronaria y accidente cerebrovascular (1).
En dosis intermedias (1000 mg/día), la niacina tiene los siguientes efectos (1):
Los niveles de triglicéridos disminuyen de 15 a 20%.
Los niveles de colesterol HDL aumentan de 15 a 30%.
Los niveles de colesterol LDL disminuyen < 10%.
Los niveles de lipoproteína(a) disminuyen aproximadamente un 20%.
Dosis más altas de niacina (3000 mg/día) reducen el colesterol LDL un 15 a 20% de las personas, aunque pueden causar ictericia, malestar abdominal, empeoramiento de la hiperglucemia y desencadenamiento de bocio preexistente. La dosis elevada de niacina puede causar complicaciones en personas con un trastorno hepático.
El rubor, que está mediado por prostaglandinas, es más frecuente con las presentaciones de liberación inmediata. Puede ser más intenso después de la ingestión de alcohol, la actividad aeróbica, la exposición al sol y el consumo de alimentos picantes. El rubor se reduce en gran medida si se ingiere la niacina después de las comidas o si se consume aspirina (325 mg, que pueden funcionar mejor que dosis más bajas) 30 a 45 minutos antes de la niacina. Es posible disminuir las posibilidades de presentar rubor intenso si se inicia el tratamiento con la administración de niacina a dosis bajas (p. ej., 50 mg 3 veces al día) y se aumenta la concentración muy lentamente.
La hepatotoxicidad es más frecuente con las presentaciones de liberación lenta. Algunos autores sugieren revisar las concentraciones de ácido úrico, la glucemia y las aminotransferasas plasmáticas cada 6 a 8 semanas hasta que se estabilice la dosis de niacina.
Referencia
1. AIM-HIGH Investigators, Boden WE, Probstfield JL, et al. Niacin in patients with low HDL cholesterol levels receiving intensive statin therapy [published correction appears in N Engl J Med. 2012 Jul 12;367(2):189]. N Engl J Med. 2011;365(24):2255-2267. doi:10.1056/NEJMoa1107579