En el organismo, el yodo (I) interviene principalmente en la síntesis de dos hormonas tiroideas: tiroxina (T4) y triyodotironina (T3).
La mayor parte del yodo ambiental y de la dieta está en forma de yoduro. En los adultos, aproximadamente el 80% del yoduro es captado por la glándula tiroides. La mayor parte del yodo ambiental se encuentra en el agua de mar como yoduro; una pequeña cantidad entra en la atmósfera y, a través de la lluvia, ingresa en el agua del suelo y en el suelo cerca del mar. Por lo tanto, las personas que viven lejos del mar y en altitudes elevadas tienen un riesgo mayor de sufrir deficiencia de yodo.
La fortificación de la sal de mesa con yoduro (en general, con 70 mcg/g), ayuda a garantizar una ingestión adecuada (150 mcg/día). Los requerimientos son mayores para las mujeres embarazadas (220 mcg/día) y las que amamantan (290 mcg/día).
La deficiencia de yodo es rara en las áreas donde se utilizada sal yodada, pero es frecuente en todo el mundo. La deficiencia de yodo se produce cuando la ingestión de yoduro es < 20 mcg/día.
(Véase también Generalidades sobre deficiencia e intoxicación por minerales.)
Síntomas y signos de deficiencia de yodo
En la deficiencia de yodo leve o moderada, la glándula tiroides, bajo la influencia de la hormona tiroideo estimulante (TSH), se hipertrofia y concentra el yodo en su interior; esto causa un bocio coloide. En general, los pacientes siguen eutiroideos; no obstante, la deficiencia grave de yodo en los adultos puede causar hipotiroidismo (mixedema endémico). Esto puede disminuir la fertilidad y aumentar el riesgo de feto muerto, aborto espontáneo y mortalidad prenatal e infantil.
La deficiencia materna grave de yodo retrasa el crecimiento fetal y el desarrollo cerebral, lo que a veces produce defectos de nacimiento y, en los lactantes, causa hipotiroidismo congénito, que puede incluir discapacidad intelectual, incapacidad de hablar y oir, dificultad para caminar, baja estatura y, a veces, hipotiroidismo (cretinismo).
Diagnóstico de deficiencia de yodo
Evaluación de la estrucutra y función tiroideas
El diagnóstico de la deficiencia de yodo en niños y adultos se basa en pruebas de función tiroidea, el examen del bocio y los estudios de imágenes que permiten identificar anomalías en la estructura y función tiroideas. Deben medirse los niveles de TSH en todos los recién nacidos para detectar hipotiroidismo.
Tratamiento de la deficiencia de yodo
Yodo con o sin levotiroxina
Los lactantes con deficiencia de yodo reciben levotiroxina, 3 mcg/kg por vía oral 1 vez al día durante una semana más yoduro, 50 a 90 mcg por vía oral 1 vez al día durante varias semanas para recuperar de manera rápida el estado eutiroideo.
Los niños reciben yoduro en dosis de 90 a 120 mcg 1 vez al día y levotiroxina hasta que son capaces de sintetizar T4.
Los adultos deben recibir yoduro, en dosis de 150 mcg, 1 vez al día. La deficiencia de yodo también puede tratarse con levotiroxina.
Las mujeres que están embarazadas o amamantando deben ingerir 250 mcg de yoduro 1 vez al día.
Deben monitorizarse los niveles séricos de TSH en todos los pacientes hasta normalizar los niveles (es decir, < 5 mcUI/mL).