El trastorno esquizofreniforme se caracteriza por síntomas idénticos a los de la esquizofrenia, pero que duran ≥ 1 mes pero < 6 meses.
La psicosis se refiere a síntomas tales como delirios, alucinaciones, pensamiento y lenguaje desorganizado y comportamiento motor extraño e inapropiado (incluyendo la catatonia) que indican pérdida de contacto con la realidad. (Véase también Introducción a la esquizofrenia y trastornos relacionados.)
En el momento de su presentación, es probable que se sospeche una esquizofrenia. También debe descartarse la psicosis secundaria al abuso de sustancias o a un trastorno físico. La diferencia entre el trastorno esquizofreniforme y la esquizofrenia en un paciente que no tenga síntomas psicóticos previos se basa en la duración de los síntomas. Si su duración o la discapacidad es mayor de 6 meses, el paciente ya no cumple los criterios diagnósticos necesarios para el trastorno esquizofreniforme y es probable que el diagnóstico sea una esquizofrenia, aunque la psicosis aguda también puede evolucionar a un trastorno psicótico del estado de ánimo, como un trastorno bipolar o esquizoafectivo. A menudo se necesita una observación longitudinal para establecer el diagnóstico y el tratamiento apropiado.
Está indicado el tratamiento con antipsicóticos y cuidados psicosociales de apoyo. Una vez que se resuelven los síntomas, se continúa el tratamiento farmacológico durante 12 meses y luego se lo reduce gradualmente, bajo una monitorización estrecha para vigilar la reaparición de los síntomas psicóticos.